Cepal serie Comercio Internacional N° XXX Desbalance etario del bienestar: el lugar de la infancia
Download 17.98 Kb. Pdf ko'rish
|
S2200638 es
partir su ampliación. El gas natural en México: impacto de la política de autosuficiencia, seguridad y soberanía… 51 Gráfico 19 Evolución del petróleo crudo West Texas Intermediate, 2019-2021 Fuente: Elaboración propia, sobre la base de cifras de la Administración de Información Energética de Estados Unidos (US-EIA), “Petroleum and other liquids – Spot Prices” [en línea] https://www.eia.gov/dnav/pet/pet_pri_spt_s1_d.htm. Otra consecuencia de la pandemia fue la inédita saturación de la infraestructura de almacenamiento que obligó a usar barcos y carrotanques como almacenes de emergencia. El acuerdo de los países productores participantes del acuerdo (grupo denominado OPEP+) se extendió por el resto del año, pero no logró eliminar la sobreoferta y los precios (entre 40 y 50 dólares) no lograron recuperar el nivel anterior a la pandemia (alrededor de 60 dólares). La recuperación llegó durante el primer semestre de 2021. Durante la primera quincena de junio el precio del Brent superó la barrera de los 70 dólares con tendencia creciente. El colapso de la demanda y el desplome de precios impactaron por partida doble los ingresos de las compañías petroleras: los balances financieros enrojecieron y las cotizaciones bursátiles disminuyeron 48 . No pocas empresas recurrieron al endeudamiento para solventar sus problemas financieros 49 , además de reducir o diferir inversiones e incluso cancelar proyectos de manera definitiva. Los programas de ajuste han incluido el cese de actividades menos rentables, la venta de activos y la cancelación de puestos de trabajo. La crisis petrolera global no ha sido simétrica en sus efectos (Escribano, 2020). Por lo mismo, la recuperación no ha sido homogénea (IEA, 2020b). Más allá de los rasgos comunes, el impacto para cada país es diferente según las robustez y resiliencia de la industria petrolera local y las firmas participantes. El impacto de la crisis también ha sido distinto según el tipo de combustible. Los petrolíferos se han visto más afectados que el gas natural porque las medidas de confinamiento han reducido de manera significativa la movilidad, que reposa sustancialmente en gasolina, diésel y turbosinas. El gas natural, en cambio, goza de una gran diversidad de mercados de consumo final. 48 La capitalización de mercado combinada de las 25 petroleras más grandes de los Estados Unidos cayó 53% durante los primeros 11 meses de 2020. 49 Los productores de petróleo y gas de los Estados Unidos tienen obligaciones de pago por aproximadamente 126.000 mdd a pagar entre septiembre de 2020 y 2025, incluyendo amortizaciones por 40.000 mdd a liquidar hacia finales de 2022. Desde antes de la pandemia los productores ya estaban agobiados por deudas acumuladas de años anteriores. Al menos 248 productores han buscado protección de bancarrota a partir del inicio de 2015, de los cuales 40 se agregaron durante los primeros nueve meses de 2020 (Eaton y Elliott, 2020). -60 -40 -20 0 20 40 60 80 02 /01 /2 01 9 02 /03 /2 01 9 02 /05 /2 01 9 02 /07 /2 01 9 02 /09 /2 01 9 02 /1 1/2 01 9 02 /01 /2 02 0 02 /03 /2 02 0 02 /05 /2 02 0 02/ 07 /20 20 02 /09 /2 02 0 02/ 11 /20 20 02 /01 /2 02 1 52 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) La mayor afectación ha sido para el petróleo proveniente de formaciones de lutita y arenas compactas debido a las características de su explotación (Campollo, s/f). El aprovechamiento de los hidrocarburos no convencionales, en los Estados Unidos y en otras partes del mundo ha sido muy sensible a la volatilidad de los precios del petróleo (Rosenberg, 2019). Durante la fase de precios elevados, del orden de 100 dólares entre 2010 y 2014, se observó un desarrollo vertiginoso de la producción de petróleo y gas de lutita y arenas compactas. No obstante, a partir de que los precios descendieron a niveles inferiores, del orden de 50 dólares entre 2015 y los primeros meses de 2020, ese tipo de emprendimientos se ha visto en problemas. Para cada yacimiento hay un precio abajo del que la explotación deja de ser rentable. El punto de equilibrio o límite de la rentabilidad (breakeven point) de los hidrocarburos obtenidos con fracking son sustancialmente elevados. El costo de producción del petróleo no convencional se estima entre 40 a 90 dólares; en cambio, el rango del costo del petróleo convencional va de 10 a 40 dólares. A 100 dólares por barril el fracking es un negocio altamente rentable, pero a 50 dólares solo algunos proyectos logran sostenerse, los demás terminan por cerrar o quebrar. Los costos también se mueven a la baja por adaptaciones en la cadena productiva y mejoras tecnológicas. Por consiguiente, 50 dólares por barril representan el piso actual. Mientras el precio del petróleo permita cubrir los costos operativos, la explotación seguirá en marcha esperando precios más altos para cubrir los costos de capital. En la fase de precios bajos los productores de petróleo y gas se esmeran para seguir siendo rentables, pero todo tiene un límite. Cuando se prolonga la fase de precios bajos las petroleras piden prestado para pagar créditos anteriores y las más débiles entran en un espiral de deuda que las deja cada vez más endeudadas y cuando ya no tienen acceso a créditos viene la quiebra. Dentro del conjunto de productores de hidrocarburos no convencionales la crisis se ha ensañado más con las compañías de shale oil. Ese aprovechamiento requiere perforación continua, debido a la corta vida productiva de los pozos. Y como estos no son baratos, los presupuestos de perforación son muy sensibles a las variaciones del precio del petróleo. En busca de rentabilidad, los productores cierran y abren pozos en función de las condiciones del mercado, de tal suerte que el shale oil ha funcionado como amortiguador: la producción sube o baja con relativa rapidez en respuesta a las fluctuaciones del precio. La flexibilidad de esa producción marginal ha contribuido a equilibrar oferta y demanda y mantener las cotizaciones en un rango entre 55 y 75 dólares. Ese fenómeno, observado a partir de 2014, pierde vigencia para precios alrededor de 30 dólares el barril, porque con esas cotizaciones muchos productores no alcanzan a cubrir los costos variables y menos los costos de capital. La Reserva Federal en los Estados Unidos ha intervenido para evitar la quiebra del sector (Campollo, s/f). Las empresas de shale oil no estaban en su mejor momento porque ya habían consumido buena parte de su potencial de eficiencia. Las firmas lograron recuperarse de la caída del precio del petróleo en 2015 reduciendo costos y aumentando la productividad. Ahora ha sido más difícil. Con un margen de maniobra sensiblemente reducido, los productores han tenido que reducir inversiones y poner en marcha programas de ajuste. Las empresas independientes de Download 17.98 Kb. Do'stlaringiz bilan baham: |
Ma'lumotlar bazasi mualliflik huquqi bilan himoyalangan ©fayllar.org 2024
ma'muriyatiga murojaat qiling
ma'muriyatiga murojaat qiling