Enclavado en las privilegiadas tierras del sur de Tarragona, el parque natural dels
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2 8 Enclavado en las privilegiadas tierras del sur de Tarragona, el parque natural dels Ports es un paraíso natural salpicado de contrastes. Su situación a caballo entre la costa y el Sistema Ibérico hacen de él un espacio único donde el clima juega a ser impredecible. Los vientos que llegan desde el Mediterráneo pueden convertir en pocos minutos una mañana soleada en una jornada huracanada. El entorno natural es también una auténtica caja de sorpresas: cuevas, simas, gargantas y extrañas formaciones rocosas se esconden entre bosques impenetrables que se vis- ten de colores fascinantes con la llegada del otoño. El propio Picasso se enamoró de estas tierras. No es para menos. Hoy, quienes se aventuran por sus numerosos senderos señalizados descubren algunos de los parajes más bellos de la montaña catalana. Cabras salvajes, jabalís y otros muchos animales se esconden al paso del excursionista, pero si caminamos en silen- cio podremos espiar los movimientos de muchos de ellos. La guardiana de las llaves del macizo, Horta de Sant Joan, es otra visita ineludible. Sus bulliciosas callejuelas empedradas y su situación en la vía verde de la Terra Alta hacen del pueblo una meca de ciclistas y caminantes. La ruta no está señalizada. Los únicos puntos un poco complicados son la subida opcional a Santa Bàrbara y el descenso desde Sant Salvador hacia el valle. Los ciclistas no pueden realizar el recorrido, pero tienen una alternativa perfecta en la vía verde. • Te r r a A l t a • H o r t a S a n t J o a n UN PASEO CON PICASSO
2 9 H o r t a S a n t J o a n • Te r r a A l t a • 3 0 C ONVENTO El convento de Sant Salvador, de origen templario, data del siglo XIII, cuando el románico empezaba a girar hacia formas más góticas. La iglesia, de gran valor artístico, está considerada el principal monumento religio- so de la orden del Temple en Catalunya. Fue siglos después, en el XVI, cuando los francis- canos fundaron un convento en torno al templo anterior. Las leyes de Desamortización de 1835 lo llevaron al olvido y muchas de sus dependencias fueron destruidas, salvándose de la ruina sólo la iglesia. La ruta lo bordea por la izquierda. Apenas unos pasos más ade- lante, donde terminan los arcos del antiguo claustro, toma- H ORTA DE S AN J OAN Este encantador pueblo de poco más de mil habitantes guarda la entrada al parque natural dels Ports. Sus intrinca- das callejuelas se extienden en lo más alto de una colina desde la que se divisan los campos de alrededor. Un paseo por ellas permite descubrir edificios cargados de historia e invita a saborear el lento paso del tiem- po. La plaza del Ayuntamiento, renacentista, la iglesia parro- quial y el antiguo hospital son algunas de las construccio- nes más bellas que podemos contemplar en la Terra Alta. Abandonamos el pueblo por la avinguda dels Ports. Poco antes de salir de la localidad, encon- tramos un desvío señalizado que nos lleva hasta el conven- to de Sant Salvador, también conocido como Nuestra Señora de los Ángeles. Son casi dos kilómetros de caminata, pero podemos llegar hasta allí en coche, acortando una hora la excursión. Poco antes de lle- gar al templo, un monumen- to recuerda el lugar desde el que Picasso pintó su cuadro “La procesión al Convento”. Un marco de hierro oxidado permite al excursionista con- templar la misma perspectiva que inspiró al genial pintor. Pocos pasos más, siempre entre cipreses, nos llevan hasta el convento. mos un desvío señalizado a la izquierda. El estrecho sendero se abre camino al pie de impo- nentes formaciones rocosas. La cruz que corona la montaña nos vigila desde lo más alto y nos desafía a trepar hasta ella. Afortunadamente, hasta la cueva de Sant Salvador la ruta no salva apenas desnivel. No hay pérdida, avanzamos siempre por un sendero bien marcado que nos lleva en diez minutos hasta el comienzo de la subida. Poco después encon- tramos la gruta.
Una pequeña oquedad en la roca, una imagen del santo, un banco de madera y muchas • Te r r a A l t a • H o r t a S a n t J o a n
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3 2 bajamos hasta la siguiente curva, donde buscamos a la derecha un abrupto sendero que desciende en línea recta hacia el fondo del valle. El camino, que discurre siempre entre pinos, se desdibu- ja pero seguimos siempre hacia abajo. La piedra suelta sobre la que pisamos y la acusada pen- diente complican el avance, aun- que son apenas cinco minutos velas convierten este lugar en una original ermita al aire libre. Hay también una fuente mila- grosa. Cuenta la leyenda que San Salvador, un fraile francisca- no al que se atribuyen numero- sos milagros, hizo brotar el agua con tres golpes de su cordón. En este lugar podemos elegir entre comenzar el descenso o seguir hacia la cumbre. El camino que sube gira hacia la otra vertiente de la montaña y salva sin tregua un fuerte desnivel. El ascenso, pese a ser muy pendiente, no es difícil. En cambio, ya en la cima, para acceder hasta la cruz es necesario caminar por un paso estrecho no apto para personas con vértigo. S ANTA B ÁRBARA Con sus 750 metros de altura, la montaña de Santa Bàrbara es un mirador de vértigo sobre la Terra Alta. Una ermita colgada del abismo completa el rosario de templos religiosos que rodean este picacho rocoso sacralizado desde tiempos inmemoriales, cuando sus numerosas cuevas y refugios naturales fueron habita- dos por anacoretas. El descenso se realiza por el mismo camino hasta regresar a la cueva de Sant Salvador. Una vez en ella, de bajada. Tenemos que estar atentos, porque pasado este tiempo desembocamos en un sendero que discurre en para- lelo a la montaña. Lo tomamos hacia la izquierda para caminar sin apenas desnivel por el cora- zón del bosque. El silencio y el aroma de los pinos envuelven nuestros pasos, que nos llevan en cinco minutos y siempre en línea recta hasta una pista. La tomamos hacia la izquierda, en ascenso y llegamos pronto a una bifurcación donde segui- mos de frente. Poco después, en una curva a la derecha y junto a un montón de piedras retiradas de los campos de labor, encontramos otro cruce. Ahora sí, tomamos el desvío que sale a la derecha y desciende hacia el fondo del valle, donde des- taca la altiva Torre del Prior. Una cómoda bajada entre almendros y plantas aromáticas nos lleva hasta otra pista que sube hacia la montaña. Caminamos por ella hasta el fondo del valle, donde encontramos la carrete- rilla de hormigón que une Horta • Te r r a A l t a • H o r t a S a n t J o a n Km 0,00 UN SABER ANCESTRAL Todos los años, cuando llega el mes de octubre, la Terra Alta se llena de visitantes con la cele- bración de la Fiesta del Aguardiente de Prat del Comte. Los vecinos de esta hermosa locali- dad rememoran duran- te un fin de semana una de las tradiciones más arraigadas de sus antepasados: la desti- lación del aguardien- te. La reapertura de la antigua destilería, que permanecía cerrada desde hacía más de cien años, es el centro de esta fiesta que llena las calles de colorido y animación. Los portales de las casas se convierten por unos días en improvisadas destilerías donde el visitante puede degustar los licores que elaboran los vecinos. Dulces típicos recién salidos del viejo horno de pan, que también se abre durante el festival, y numerosas actividades completan estas pintorescas jornadas festivas. Pie de foto: comentario fotografía 3 3 y Bot. La ruta gira aquí a la izquierda para iniciar el regreso a Horta. Girando a la derecha llegaríamos en 20 minutos a les Olles, unas hermosas pozas entre desfiladeros, formadas por el río Canaletes en medio de un ambiente indómito.
También conocida como Torre de Galindo, esta vivien- da residencial con aires de torre defensiva preside la explotación agrícola de los “Domenges templers”. Estas tierras fueron propiedad de los templarios hasta la disolución de la Orden en la Baja Edad Media. El edificio, del siglo XIII, se eleva nueve metros y tiene unos muros de casi un metro de
espesor. Seguimos ahora por la pista, que nos lleva hasta el antiguo lavadero de la villa. El susurro del agua y su buen estado
de conserva- ción invitan a imaginar a las señoras del pueblo que, hasta bien entra- do el siglo XX, acudían aquí a hacer la colada. Giramos aquí a la izquierda para llegar a la Font Major, a la que podemos bajar por escaleras de piedra. Hasta aquí acudían antiguamente los vecinos con sus cántaros en busca de agua potable. Un suave ascenso entre almendros y olivos nos conduce en 10 minutos hasta el cruce donde al inicio de la ruta hemos seguido hacia el convento. Giramos hacia la derecha para regresar sin demora a Horta de Sant Joan. H ORTA DE S ANT J OAN H o r t a S a n t J o a n • Te r r a A l t a • Por la AP-7 hasta la salida 40, Tortosa y carretera C-42 hasta Tortosa. Desde aquí, carretera C-12 dirección Benifallet hasta el desvío hacia Prat del Comte y Horta.
(tel. 938 044 451) es la compañía encargada de los autobuses que unen Tarragona con Gandesa, desde donde hay un servicio comarcal a Horta de Sant Joan. Oficina Comarcal de Turisme Bassa d 'en Gaire, 1; Gandesa Tel. 977 420 018 www.terra-alta.org En Horta de Sant Joan se pueden encontrar la mayoría de servicios. Restaurant Miralles Av. Generalitat, 21 Tel. 977 435 555 Especialidad en Crestó en escabeche, una especie autóctona de cabrito. 20-22 € .
Av. Generalitat, 27 Tel. 977 435 353 Especialidad en carnes a la brasa. 10-18 € .
Av. Generalitat, 21 Tel. 977 435 555 www.hotelmiralles.com
Av. Generalitat, 27 Tel. 977 435 353 www.casabarcelo.com Habitación doble 50-58 €
Tiene lugar en Prat del Comte el fin de semana posterior al 12 de ocubre. www.aiguardent.com. La ruta no es apta para bicicletas, pero la vía verde que atraviesa toda la comarca es ideal para el cicloturismo. Km 0,00 Pie de foto: comentario fotografía Pie de foto: comentario fotografía Km
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