Agencia Andaluza del Agua consejería de medio ambiente
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Concluida la dominación árabe, la práctica balneoterápica cayó en franca decaden- cia y la mayoría de los balnearios fueron objeto de abandono y destrucción. Una de las posibles causas que pudo contribuir a ello fueron las órdenes que da Alfonso VI –según el padre Mariana en su Historia– que consistían en: «Quitar los instrumentos de deleite, en particular los baños, que eran muy usados… a imitación y conforme a la costumbre de los Moros». No por ello desaparecen, justificado esto por el escaso desarrollo que en aquella época tenía la farmacología, y por la evidente eficacia que estas aguas habían ad- quirido en la curación o el alivio de algunas enfermedades. Esto contribuyó, así mismo, a la construcción de nuevos establecimientos balneoterapéuticos, en especial durante el siglo XIX
, que es cuando la burguesía española pone de moda el acudir a dichos lugares, no sólo como sitio de descanso y reunión, sino también para aliviar sus dolencias. Además de estos balnearios o manantiales, en Andalucía existieron otros, que no han sido citados por carecer de antecedentes históricos de su utilización, por no estar feha- cientemente documentados, o por haber sido construidos con posterioridad, pero que, sin embargo, han gozado de prestigio a través de la historia por sus efectos terapéuticos. Tarjetas postales y fotografías de época de diversos balnearios de Andalucía durante su periodo de auge entre fines del siglo XIX
y los primeros años del XX : de izquierda a derecha abajo, balneario de Lanjarón (Granada), balneario de Pozo Amargo en Morón de la Frontera (Sevilla), balneario de Fuente Amarga en Chiclana de la Frontera (Cádiz) y balnearios de la Aliseda y de Marmolejo (Jaén). [COLECCIÓN J. SÁNCHEZ FERRÉ] ACERCA DE LA HISTORIA DE LOS BALNEARIOS DE ANDALUCÍA 319
De todos ellos, los más destacables serían, en Almería, Alfaro, Guardas Viejas, Lucainena y Fuente Amarga; en Cádiz, el Cuervo, Fuente Amarga de Chiclana, San Telmo, Paterna y Gigonza; en Córdoba, Arenosillo, Fuente Agria de Villaharta, Horcajo de Lucena y Pe- ñas Blancas; en Granada, Fuente Ferreira, Lanjarón, Pórtugos y Sierra Elvira; en Jaén, Fraile y la Rivera, Fuente Álamo, la Aliseda, la Salvadora, Marmolejo y Martos; en Málaga, Ar- dales, baños de la Hedionda de Ronda, Baños Hediondos de Alhaurín el Grande, baños de las Majadas, baños de la Tosquilla, Casares, Carratraca, Fuente Amargosa de Tolox, Ma- nilva y Vilas y Rozas; y en Sevilla, Pozo Amargo. Tarjeta postal de principios del siglo XX del balenario de Fuente Agria de Villaharta (Córdoba). [COLECCIÓN J. SÁNCHEZ FERRÉ] MANANTIALES-BALNEARIOS DE ANDALUCÍA 321
Si bien hay constancia de la utilización de las aguas termales como fuente de salud por pueblos más antiguos, la civilización griega ha sido contemplada como la fundadora de la crenoterapia. Por entonces, los manantiales termales eran considerados como expre- sión sobrenatural de los dioses, floreciendo en sus alrededores templos, escuelas de me- dicina y otros espacios dedicados al beneficio del cuerpo y de la mente. Epidauro y Del- fos eran dos grandes santuarios religiosos, donde se alcanzaba la curación de ciertas enfermedades por la interacción de la naturaleza en general, y del agua en particular, con el hombre y las divinidades protectoras. Roma desarrolló ampliamente esta cultura, creando infinidad de termas en su república y posteriormente por todo el Imperio. Al aspecto terapéutico se añadió la preocupación por la higiene, el interés por los masajes, el perfume, la puesta en forma y el foro social que se de- rivaba de la convivencia en las instalaciones. Durante los mandatos de Nerón y Vespasiano se alcanzó el cenit de esta devoción, sentando las bases de unos conocimientos que, amplia- dos y mejorados por árabes, turcos, rusos y finlandeses, han llegado hasta nuestros días. Varios de los balnearios andaluces deben su origen a la aportación cultural que los ro- manos hicieron en la Península durante los siglos de colonización. Meras charcas de aguas poco aconsejables para la agricultura y con sabor desagradable se fueron trasformando lentamente en polos de peregrinación anual, conforme la percepción de sus beneficios a través del baño fue arraigando en la población indígena. A partir del siglo VIII , con la llegada de los árabes a la Península, el desarrollo del ter- malismo se potencia y diluye en el costumbrismo musulmán. A las termas anteriores se unen los baños rurales y urbanos, dando lugar a una combinación de usos medicinales, higiénicos y rituales. De esta época reciben el nombre o toponimia algunos de los esta- blecimientos más afamados que han perdurado hasta nuestros días. La convulsión social que originan las sucesivas conquistas de los reyes castellanos se ve también reflejada en la historia de estas instalaciones, especialmente en Andalucía. Se registra Manantiales-Balnearios de Andalucía Piscina del balneario de Carratraca (Málaga). [J. MORÓN] José M.ª Medialdea Torre-Marín ASOCIACIÓN DE BALNEARIOS DE ANDALUCÍA
322 MANANTIALES, AGUAS MINERO-MEDICINALES Y TERMALES un cambio de titularidad casi total, fruto de la expropiación de tierras e inmuebles a favor de la nobleza que contribuyó al éxito militar. Asimismo, las autoridades gubernativas y en especial las eclesiásticas, no vieron con buenos ojos la práctica balnearia por considerarla promiscua, contraria a la moralidad y germen de conspiraciones de los moriscos. Como con- secuencia, pusieron al borde de la desaparición numerosos baños árabes. Unos fueron de- rruidos, otros prohibidos y muchos abandonados. Un ejemplo de este pensamiento lo te- nemos en el obispo trentino Martín de Ayala, que todavía en 1554 consideraba los baños como «las oficinas de Satanás». El origen infernal de las aguas termales fue una creencia po- pular cristiana de la época, debido a la entonces inexplicable temperatura del agua y al fuerte olor a azufre de algunos manantiales. La escasa utilización del recurso se mantuvo hasta principios del siglo XIX
, en el que la corriente establecida por la burguesía franco-italo-germana de acudir a los balnearios como lugar de veraneo y salud se extiende por la Península Ibérica. A partir de la Primera Guerra Mundial se produce un declive que ocasiona el cierre de más de la mitad de los balnearios españoles en activo. En 1990 se inicia un nuevo auge, cuyo techo no se ha alcanzado al día de hoy. CLASIFICACIÓN DE LAS AGUAS MINERO-MEDICINALES La hidrología, rama de la terapéutica que estudia las aguas medicinales, es en la ac- tualidad una especialidad médica vía MIR
, cuya formación se cursa en la Escuela Profe- sional de Hidrología e Hidroterapia de la Universidad Complutense de Madrid. Entre sus principios, esta ciencia define las aguas minero-medicinales como aquellas que por su composición química y/o características físicas tienen propiedades terapéuticas, con in- dependencia de la termalidad a la que suelen venir asociadas. Su provecho sanitario está avalado mediante la Declaración de Utilidad Pública. En cuanto a los diversos tipos, y atendiendo a su composición, las aguas se clasifican en base a los contenidos en sales totales y a los aniónicos y catiónicos predominantes. Aten- diendo al residuo seco a 110 ºC, se clasifican en oligometálicas (<100 mg/l), de minerali- zación muy débil (100-250), débil (250-500), media (500-1.000) y fuerte (>1.000 mg/l). En relación a la temperatura de surgencia, se consideran termales las que superan en 4 ºC la temperatura media anual del lugar, denominándose hipotermales las que no la alcanzan; a su vez, las termales se suelen subdividir en mesotermales cuando no superan los 37 ºC e hi- pertermales cuando los exceden. Las aguas más calientes de los balnearios andaluces son las de Sierra Alhamilla, en la provincia de Almería, que brotan por encima de los 58 ºC. Por último, reseñar que la diversidad y calidad de los manantiales minero-medicina- les de Andalucía ofrecen la posibilidad de tratar la totalidad de patologías: afecciones cró- nicas del aparato locomotor y respiratorio, trastornos leves del sistema circulatorio, ner- vioso y digestivo, y ciertas enfermedades de la piel. Antiguo vaso de cartón del balneario de Carratraca (Málaga). [COLECCIÓN L. LINARES] MANANTIALES-BALNEARIOS DE ANDALUCÍA 323
MANANTIALES MINERO-MEDICINALES ANDALUCES HISTÓRICOS En el libro Espejo cristalino de las aguas de España, de Alfonso Limón Montero, pu- blicado en 1697 y considerado por muchos como el primer tratado terapéutico de las aguas en general y de las minero-medicinales en particular, se recogen varios insignes manan- tiales andaluces, si bien sólo contempla dos baños: el de Alhama de Granada y el de Ben- zalema, este último conocido posteriormente como baños de Zújar, junto a la también granadina población de Baza. Baños árabes del balneario de Alhama de Granada. [BALNEARIO DE ALHAMA DE GRANADA]
324 MANANTIALES, AGUAS MINERO-MEDICINALES Y TERMALES En 1877 se publica el Anuario Oficial de las Aguas Minerales de España, promovido por dis- posición ministerial y redactado por una comisión del cuerpo de médicos-directores. En la obra se hace referencia a 303 manantiales situados en 146 localidades, repartidas por las 8 provin- cias andaluzas. En relación con los balnearios cuyas aguas estaban declaradas de Utilidad Pú- blica y en funcionamiento por aquel año, se describen los siguientes establecimientos: En los apéndices del Real Decreto-Ley 743/1928, que reglamenta la actividad de los baños, aún en vigor, se producen algunas modificaciones sobre los manantiales de aguas con declaración de minero-medicinal. Alhama de Granada se desdobla en Nuevo y Viejo. Aparecen Alhama de Almería, Fuente Amargosa de Tolox (Málaga) y Peñas Blancas en Córdoba. Por el contrario, ya no se mencionan Lucainena, Alhama la Seca, Paterna y Gi- gonza, Horcajo de Lucena, Fuente Álamo ni Vilo o Rozas. Las aguas del balneario de San Andrés en Canena (Jaén) fueron aprobadas en 1956. MANANTIALES-BALNEARIOS ANDALUCES CONTEMPORÁNEOS Balneario de Alhama de Granada Aguas sulfatadas, bicarbonatadas, cálcicas, magnésicas, sódicas y radiactivas. De mi- neralización media e hipertermales. Es el balneario andaluz de más fama en la Antigüedad y cuyo funcionamiento estuvo vinculado a la capital del reino nazarí, de la que dista 55 km. De origen romano, con- serva el basamento de la alberca principal, que aún hoy recoge el agua, y que posi- blemente date del siglo I d.C. Sobre ella se levanta una impresionante arcada almo- hade y bóvedas lucernarias del siglo XII
de estilo califal. Es también atractivo el puente romano sobre el río Alhama que daba acceso al recinto. Almería - Alfaro
- Alhama la Seca - Guardias Viejas - Lucainena - Sierra Alhamilla Cádiz - Chiclana - Paterna y Gigonza Córdoba
- Arenosillo - Horcajo de Lucena - Villaharta o Fuenteagria Granada
- Alicún - Alhama de Granada - Graena - Lanjarón - Malahá - Sierra Elvira - Zújar Jaén
- Frailes y la Rivera - Fuente Álamo - Jabalcuz - La Salvadora - Marmolejo - Martos
Málaga - Carratraca - Fuente Amargosa - Vilo o Rozas Cartel publicitario de principios del siglo XX del balneario de Lanjarón (Granada). [AGUAS DE LANJARÓN] MANANTIALES-BALNEARIOS DE ANDALUCÍA 325
Balneario de Alicún de las Torres (Granada) Aguas bicarbonatadas y sulfatadas cálcicas, magnésicas y radiactivas. De mineraliza- ción fuerte y mesotermales. Situado en un entorno rural, se encuentra a 90 km de Granada. La actividad inicial pudo estar relacionada con la fundación de la colonia romana Acci, actual Guadix. Des- taca en sus inmediaciones la acequia-acueducto del Toril, formada por recrecimien- tos de precipitados de carbonato cálcico y sulfato de magnesio. Con casi 8.000 años de antigüedad, podría considerarse como la acequia más antigua de la humanidad. En los alrededores se encuentran restos megalíticos de la Prehistoria. Balneario de Carratraca (Málaga) Aguas sulfurosas, cloruradas, carbonatadas, sódicas, magnésicas y arsenicales. De mineralización media e hipotermales. Se encuentra en el municipio del mismo nombre, a 60 km de Málaga. Los restos romanos hallados en sus proximidades podrían ser indicativos del origen primitivo de los baños. Puesto SEVILLA ALMERÍA
MÁLAGA HUELVA
GRANADA JAÉN
CÓRDOBA CÁDIZ
OCÉANO ATLÁNTICO 0 50 100 km Fuente Amarga (Chiclana de la Frontera) Fuente Amargosa (Tolox)
Carratraca Alhama
de Granada Lanjarón
San Nicolás (Alhama de Almería) Sierra Alhamilla (Pechina) Graena (Cortes y Graena) Alicún (Villanueva de las Torres) Zújar
San Andrés (Canena)
Marmolejo Fuente Agria (Villaharta) Balnearios CABO DE GATA MAR MEDITERRÁNEO Sierra Morena Depresión del Guadalquivir Cordillera Bética Surco Intrabético Manantial del balneario de Alicún de las Torres (Granada). [J. Mª. MEDIALDEA] MAPA DE BALNEARIOS CONTEMPORÁNEOS DE ANDALUCÍA
326 MANANTIALES, AGUAS MINERO-MEDICINALES Y TERMALES de nuevo en valor en el XVII
, se declaran sus aguas bajo la advocación de Nuestra Señora de la Salud. En el siglo XIX se configura como uno de los balnearios más importantes de España, acogiendo a numerosos aristócratas y burgueses, principalmente de Andalucía. En 1830 se construye el Hospedaje del Príncipe, destinado al alojamiento del rey Fernando VII, que no llegó a producirse. En 1856 se termina el edificio que alberga el balneario, donde se encon- traban los aposentos de la emperatriz Eugenia de Montijo; aún se conserva el baño de már- mol exclusivo para ella a perpetuidad. Tras varios años de cierre, abrió de nuevo sus insta- laciones en el año 2006. Balneario de Chiclana (Cádiz) Aguas sulfuradas, cloruradas y sódicas. Hipotermales y de mineralización fuerte. También conocido como balneario de Fuente Amarga, está ubicado en Chiclana de la Frontera, a 23 km de Cádiz. Relativamente moderno, es descubierto a finales del siglo XVIII por la curación de un perro del vecindario. A lo largo del XIX adquiere reconoci- miento y es utilizado por la nobleza y familiares de la reina Isabel II, al amparo del auge que aquellas playas alcanzaron como lugar de veraneo de las clases más ricas e influyentes de la época. Balneario de Graena (Granada) Aguas sulfatadas cálcicas, magnésicas y ferruginosas. De mineralización fuerte e hipertermales. Edificio del balneario de Carratraca (Málaga) en la actualidad. [J. MORÓN] A la derecha, antiguas edificaciones del balneario de Marmolejo (Jaén). [J. MORÓN] MANANTIALES-BALNEARIOS DE ANDALUCÍA 327
Se encuentra en el término municipal de Cortes, Graena y los Baños, a 56 km de Gra- nada. De origen romano, tuvo gran relevancia durante el período musulmán, rivali- zando con los más importantes del reino nazarí. El alojamiento puede realizarse en casas cueva del entorno, que es un atractivo añadido. Es de propiedad municipal desde 1989; las instalaciones se encuentran totalmente remozadas. Balneario de Lanjarón (Granada) Aguas cloruradas, bicarbonatadas, ferruginosas, sódicas, cálcicas, carbogaseosas. Tiene manantiales de mineralización fuerte, media y otros de muy débil. Aguas hipotermales. La localidad de Lanjarón que acoge el balneario es una auténtica villa termal en las puertas de la Alpujarra, a 43 km de Granada. El establecimiento de tratamiento se apoya en los numerosos hoteles de la población. Su actividad se inicia a finales del XVIII
, pero es en el XIX , y de modo especial en el XX , cuando alcanza el cenit de su prestigio, en parte potenciado por el renombre de sus aguas de mesa. Una particular grandeza del balneario radica en la variedad de sus aguas, toda vez que, en escasos metros, aflo- ran seis manantiales de diferente composición. Tiene una capacidad de más de 1.000 pacientes/día. Balneario de Marmolejo (Jaén) Aguas bicarbonatadas, sódicas, ferruginosas y carbónicas. Se toman exclusivamente en bebida. De mineralización débil e hipotermales. Balneario de San Andrés, en Canena (Jaén). [J. MORÓN]
328 MANANTIALES, AGUAS MINERO-MEDICINALES Y TERMALES La homónima población donde se encuentra dista 75 km de la capital y 65 de Cór- doba. Los abundantes restos ibéricos y romanos hallados bajo las dependencias pre- suponen un aprovechamiento antiguo de las fuentes. La explotación de sus benefi- cios se produce en el siglo XIX , logrando ser, junto con el de Carratraca, uno de los grandes de dicha época. Dispone de tres manantiales de distinta composición: Fuente Agria, Buena Esperanza y San Luis. Las instalaciones hidropínicas han per- manecido cerradas en las últimas décadas. Balneario de San Andrés (Jaén) Aguas bicarbonatadas, sulfatadas, sódicas y potásicas de mediana mineralización e hi- potermales. Está situado en la localidad jiennense de Canena, a 10 km de las monumentales Úbeda y Baeza, y a 65 de la capital. Fue explotado por los colonizadores romanos, como se demuestra por las albercas de esta época que acogen el agua de los manantiales. No obstante, la utilidad pública de estas no se declaró hasta mediados del siglo XX . El bal- neario ofrece al usuario la posibilidad de alojarse en cabañas de madera dentro de un agradable complejo de 6 ha de superficie. Balneario de San Nicolás (Almería) Aguas bicarbonatadas, sulfatadas, cálcicas, magnésicas y sódicas. Hipertermales de mi- neralización media. También se conocía como balneario de Alhama de Almería y se sitúa a 24 km de la ca- pital. Las primitivas termas romanas se ubicaban al pie del Cerro Milano, sobre el na- Sala del balneario de Sierra Alhamilla (Pechina, Almería). [L. L. POZA] Balneario de Sierra Alhamilla (Pechina, Almería). [A. CASTILLO] MANANTIALES-BALNEARIOS DE ANDALUCÍA 329
cimiento termal. Los árabes desplazaron los baños unos 300 m hasta las actuales ins- talaciones. La antigua entrada esta fechada en el año 1018; la planta baja del edificio, antes de las reformas, se construyó en 1772. Balneario de Sierra Alhamilla (Almería) Aguas cloruradas, bicarbonatadas, sulfatadas, sódicas. Hipertermales de mineraliza- ción media. Los baños, donde se encuentra el balneario, forman un anejo del municipio de Pe- china, población de la que distan 7 km, mientras que Almería se encuentra a 15 km. Existen indicios de la utilización fenicia de los manantiales, siendo más evidentes los de época romana, como las magníficas salas de baños en los bajos del edificio. El ham- man árabe, que da origen a su nombre, es obra del siglo IX , alcanzando en este perí- odo un notable esplendor. El actual edificio se levanta en 1777, destinámdose a otros fines en el XX . Tras una meticulosa reconstrucción, se ofrece estructurado en torno al típico patio interior andaluz. Es interesante visitar la red subterránea de remotas mi- nas existentes en las inmediaciones. Balneario de Tolox (Málaga) Aguas carbonatadas, cloruradas, sódicas, magnésicas y radiactivas. Mineralización dé- bil e hipotermales. Es también conocido por Fuente Amargosa y está a 55 km de Málaga. Es un balnea- rio especializado en patologías del aparato respiratorio y, por lo tanto, sólo ofrece téc- nicas inhalatorias, aprovechando la abundancia de gases de los nacimientos, obte- niendo óptimos resultados en niños y mayores. A pesar de su todavía corta vida, pues fue construido a principios del siglo XX , cuenta entre sus clientes con numerosos per- sonajes famosos, tanto de España como del extranjero. Balneario de Villaharta (Córdoba) Situado a 38 km de Córdoba, se localiza junto a la población de Villaharta, si bien per- tenece al término municipal de Espiel. Ha permanecido cerrado desde la Guerra Ci- vil española, pero existe un proyecto de restablecer la operatividad a corto plazo. Balneario de Zújar (Granada) El municipio de Zújar se encuentra a 110 km de Granada. El balneario, con visibles restos romanos en sus canalizaciones y muros, dejó de funcionar en 1985 por en- contrarse afectado por la cota de inundación del embalse del Negratín. El ayunta- miento local promueve en este momento la recuperación de la actividad en un lugar próximo a las anteriores dependencias. Balneario de Tolox (Málaga). [J. MORÓN]
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