Revista Escuadra y Compás Publicación del Grupo de Estudios Masónicos Arcoiris
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1-Escuadra y Compas No. 93
20 Desde el recuerdo Edgar Ordoñez Calvimontes: CONSIDERACIONES MORALES Y ESPIRITUALES DEL HOMBRE MASON La primera interrogante de esta plancha, posiblemente sea el título, del por qué CONSIDERACIONES MORALES Y ESPIRITUALES DEL HOMBRE MASON, sencillamente porque, la palabra considerar abarca el término de meditar algo con atención, y es que dentro de ese campo, me puse a pensar sobre muchos aspectos, primero para ubicarme como hombre, y luego dentro de mi formación masónica, por lo que con respeto, les pido me permitan transmitirles aquellas consideraciones obtenidas en varios años de mi vida en la Orden. Muchas veces nos hemos preguntado, sin lograr un respuesta, qué es el HOMBRE, qué hace en este mundo, a qué se dedica, qué actividades realiza, en qué cosas cree, de dónde viene, qué función cumple en su paso por esta vida, y a dónde va, y así como estas preguntas, existen varias, y por ello considero necesario referirme a una actividad, la cual nos reúne a todos nosotros, hoy presentes en este Templo, para hablar sobre el HOMBRE MASON, para expresar algunas consideraciones y reflexiones MORALES Y ESPIRITUALES EN TORNO A ÉL, ES DECIR PRIMERO COMO HOMBRE Y LUEGO COMO MASON. Es propósito mío dar inicio a esta plancha, refiriéndome al HOMBRE en sí, a ese ser, que tiene mucho conocimiento acerca de las cosas que lo rodean, y que sabe muy poco de sí mismo. ¡Prácticamente considero que nadie sabe lo que el hombre es! Tal parece, que el ser humano se dedica a varias actividades, entre las que se encuentran el estudio, el aprendizaje de los temas que le agrada, más no logra entenderse asi mismo. Vemos a la humanidad entera, abrigando ideas contradictorias, derivadas del falible razonamiento humano. Desde la antigüedad, y a través de muchos siglos, se ha venido enseñando, que el hombre es un ser espiritual, un alma inmortal compuesta de espíritu, y que su alma espiritual está albergada dentro de lo que podríamos llamar un receptáculo físico, es decir el cuerpo humano. Este cuerpo, no sería más que la casa en que vivimos, o el manto que nos cubre temporalmente, y que el verdadero hombre no sería el cuerpo, sino su alma inmortal e invisible, un alma que sabe, piensa, oye, ve, y que vivirá conscientemente para siempre y que, al morir, el alma abandona el cuerpo, dirigiéndose a otros rumbos. Dentro de sus actividades, el hombre encuentra una serie de contradicciones. Pero busca, casi siempre, creer en algo, pensando que DIOS habita en el interior de cada ser humano. 21 Encuentra una religión, cree en una cosa, mientras otros creen algo totalmente distinto. Cree que las religiones están formadas por una combinación de creencias de origen diverso, y es lógico que se pregunte, si alguna de ellas está en lo correcto. Si no existe un Creador Supremo, y no se ha revelado la verdad en toda su pureza, nadie tiene bases firmes para creer o saber lo que es el hombre. Si no creemos en lo que dicen las Sagradas Escrituras, no vamos a tener ninguna otra fuente segura, sobre la cual podamos basar nuestras creencias. Se ha dicho que el HOMBRE consta de cuerpo y alma. El cuerpo constituye el armazón físico de carne y hueso que alberga temporalmente el alma. El alma es el aspecto inmaterial hecho de espíritu, y en el momento de la muerte, el alma abandona el cuerpo y vive conscientemente para siempre en alguna parte. La ciencia trata sobre el universo material; su tema es la materia física. No se conoce vida alguna separada de la materia. Ninguna autoridad científica cree que la vida en las plantas o en los animales sea una entidad independiente, capaz de existir separada de la materia de una flor, de una planta o de un animal. La ciencia ha demostrado que toda sustancia viviente surge de otra sustancia viva. La ley de la biogénesis muestra que la vida solamente puede provenir de vida. Cuando la vida se acaba, queda únicamente materia muerta. Jesucristo, hijo de Dios en uno de sus pasajes bíblicos dijo: Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es; Jesús afirmó que el hombre nace de la carne y es carne, y eso es el HOMBRE. Así conocido el HOMBRE en su esencia material, llegamos a determinar, que simplemente es un ANIMAL RACIONAL y por esta razón, el hombre, dada su naturaleza, es un sujeto lleno de pasiones, de virtudes y defectos. El HOMBRE es creativo, pero también destructivo. Ama, pero también odia; es pacífico, pero también violento; es caritativo, y también avaro; es fiel como también débil; es sabio, pero también ignorante; es creyente, como también ateo; es valiente, pero también cobarde, es decir que en esta escala se expresan los pares de opuestos. La ciencia y el carácter distintivo del HOMBRE, como dice PLATON, consiste en comprender el todo, es decir, aquello que bajo diversidad de sensaciones puede ser entendido como unidad racional, y agrega, ¿qué es un hombre grande, sino una gran afinidad, que consume como alimento todas las artes, ciencias y conocimiento? No desperdicia nada, dispone de todo. Lo que no es bueno para la virtud, es bueno para el saber. Los grandes hombres tienen las más cortas biografías. El hombre, en un momento se extiende por toda la escala de la naturaleza, y con los pies asentados en las inmensas fuerzas de la noche, conversa por sus ojos y su cerebro con las creaciones solares y estelares... Este es el momento de la salud adulta, la cúspide de su poder. 22 PLATON, se ha referido en muchos aspectos sobre el hombre, y es así que, se lo comprende, cuando dice: Yo anuncio a los hombres el entendimiento. Yo les anuncio la Bondad del Ser, compenetrada por aquella mente que hizo la naturaleza: así, ellos podrán comprender a ésta. La naturaleza es buena; pero el entendimiento es mejor. Hay mucho para hablar sobre PLATON, y no se equivocan sus seguidores, cuando expresan: “Si el amor descendiera a la tierra, hablaría en lenguaje de Platón”. El HOMBRE es, en general y en particular, una organizada justicia o injusticia, egoísmo o gratitud, tolerancia o intolerancia, consciente o inconsciente. Y así es el HOMBRE, un ser racional, con sus virtudes o con sus pasiones y posiblemente con sus defectos, y que, desde la creación del orden dialéctico, hasta nuestros días los seres humanos hemos sido influenciados por dos instintos básicos: PRIMERO: Que nada es perfecto en este mundo, y SEGUNDO: Que el instinto del que debemos protegernos contra la amenaza de la imperfección, es corrigiendo, o simplemente, complementando lo imperfecto, y realizar así la perfección. El hombre del montón vive todavía hoy completamente de sus instintos naturales. Nuestros hijos nacen también con los mismos instintos, y en este campo, no existe el más mínimo cultivo. El sol nace y se pone, y un año transcurre, y otros más, sin ningún cambio fundamental. Este orden dialéctico, es en verdad, exactamente el mismo de antaño. Entre el hombre primitivo que, amenazado por los animales salvajes, rugía en la selva sentado en un árbol, golpeándose el pecho con sus velludos puños a causa del hombre que le atenazaba por su infructuosa caza, y el hombre moderno, sólo hay diferencia gradual. El hombre primitivo y el hombre moderno tienen los mismos problemas. El hombre primitivo y el hombre moderno son esencialmente idénticos. Por la eugenética – ciencia de la perfección de las razas y especies, verdadero método de lucha por la seguridad y perfección – el cráneo del hombre primitivo no se inclina hacía atrás, sus ojos se han separado, durante la lucha por la existencia, el número de circunvoluciones cerebrales ha aumentado de generación en generación. Pero por lo demás, el hombre primitivo sigue siendo el hombre primitivo. El hombre primitivo llevaba una maza; el hombre actual un fusil con rayos láser e infrarrojos. El hombre primitivo se sentaba en el tronco de un árbol, y nosotros observamos el caos del mundo sentados confortablemente en un sillón. El hombre primitivo cantaba su angustia y su placer por la caza a la luz del plenilunio, el hombre moderno, empujado por los mismos impulsos, se dirige mediante súplicas a sus ídolos. Cuando más tarde el hombre primitivo comenzó a vivir en grupos, y en tribus, se rigieron por la ley del más fuerte; y nosotros lo hacemos con la ley de la mitad más uno, y llamamos DEMOCRACIA. En el fondo es exactamente lo mismo. Por ello concluimos, que por muy diferentes que sean los métodos de defensa utilizados, todas estas formas, aunque aparentemente divergentes, tienen la misma motivación de base, en todos 23 los hombres, poco importa que se encuentren en el campo humanitario, político, social, económico, religioso u oculto. Desde los tiempos más remotos, los hombres experimentan los peligros del mismo modo, y reaccionan más o menos igual, en la búsqueda de la seguridad y perfección de su agrupación. Tenían un peligro común, y por ello un interés común. Declaramos que toda la humanidad no cesa de enfrentarse de hora en hora, y que el número de encuentros incidentales crece sin cesar, y siempre acaban en un asesinato físico, moral y espiritual, podemos exterminar luchando por ideales, con interpretaciones del hijo del Hombre, con dogmas, con doctrinas sociales, políticas o económicas. Podemos herimos mortalmente de la manera más refinada y más civilizada, y también podemos asesinar brutalmente. Para ello, naturalmente nos ocultamos detrás de la impersonalidad de un grupo. La masa es siempre el mayor criminal. El individuo como tal, nunca ha hecho nada. Bajo estos conceptos emitidos en esta oportunidad y que están reflejados tanto en los medios auditivos de comunicación como televisivos, y la prensa internacional, que por lógica repercutirá en la conciencia de quien escucha esta plancha, voy a referirme ahora, con un criterio muy cabal a lo que es, y debe ser el HOMBRE MASON. Iniciaremos nuestro caminar con una pregunta muy simple, la considero así, porque quienes nos encontramos presentes en este TEMPLO, al menos aparentamos ser fraternos, bajo el denominativo común de FRANCMASONES, y así surge la pregunta, QUE ES UN HOMBRE MASON, o cómo DEBE SER EL HOMBRE MASON, qué encierra en su interior, qué busca, a donde se dirige, y cuál es su meta de existencia en este mundo, a veces lleno de angustia, y luego de varias divagaciones, podemos decir, EL MASON ES UN HOMBRE QUE NO DEBE PENSAR EN FORMA CONSTANTE EN LA MATERIA, POR MAS PLACENTERA QUE ESTA SEA, al menos es esa mi primera impresión. El MASON, no puede tomar por meta la naturaleza, sino algo más elevado. El MASON, es masón en tanto se esfuerza, por elevarse por encima de la naturaleza; y esta naturaleza es externa e interna. Es bueno y muy grandioso conquistar la naturaleza, pero es aún más grande, conquistar nuestra naturaleza interna. Es grande y bueno conocer las leyes que rigen las estrellas y los planetas, pero es infinitamente más grande y mejor, conocer las leyes que rigen las pasiones, los sentimientos, la voluntad de cada hombre. Esta conquista del hombre en su naturaleza interior, ocurre en la mente, en su decisión, en su capacidad, en su intuición, en su voluntad y en sus secretos que son enteramente del dominio del masón. Todo masón tiene derecho a conocer la verdad. Actualmente y siempre, el hombre ha tenido ese derecho, frente a un gran enigma, y que todos los hombres están buscando. 24 El masón no juega con su vida, esta vida es muy grande y maravillosa, es el regalo más lindo del G.·.A.·.D.·.U.·., sin esta vida, jamás encontraremos la verdad. La verdad es una. La verdad es nuestra vida. Dios habita en el interior de cada humano, y si la gente mira dentro, encontrará la iluminación, la verdad y la realidad, quedando en consecuencia, como prioridades, qué tiene importancia y qué no la tiene. El Masón debe tener presente, que este universo es nuestro, este es nuestro hogar, no somos huérfanos. La tierra es nuestra madre, el cielo nuestro padre. Todo este universo nos pertenece, y nosotros formamos parte de él, queda entonces, difundir estos conceptos. Dios está en todas partes, en los árboles, en los pájaros, en los ríos, en los animales, en las montañas, en los sabios como en los ignorantes. La amistad, es la forma más elevada del amor. La vida es un espejo, refleja nuestro rostro, seamos amistosos, y toda la vida nos reflejará amistad. No debemos olvidar que la vida es corta, la energía limitada, muy limitada. Y con esa energía limitada, tenemos que encontrar lo ilimitado; en esta corta vida, tenemos que encontrar lo eterno, constituyéndose en una gran tarea, es decir en un gran reto. Debemos disfrutar de todas las bellezas, las alegrías, de todo lo la vida nos ofrece, porque la vida entera es un regalo de Dios, entonces tenemos que amar la vida, porque la vida late en nuestra sangre, la vida respira en nosotros, la vida es nuestro mismísimo ser. La vida es el objetivo de todas las cosas. Por eso la vida no puede tener otro objetivo que ella misma. El MASON elegido dice “MI SUPREMA MORADA ES ESE LUGAR, DONDE NO EXISTEN RAYOS DE SOL, LUZ DE LUNA, LUZ DE FUEGO, PERO MI PROPIA LUZ BRILLA ALLI; ENTRANDO ALLI EL ALMA JAMAS REGRESA AL CICLO DE VIDA Y MUERTE”. El MASON, nace de la verdad y su voluntad está controlada por ella. Debemos conocer la verdad despojando las tinieblas, esa verdad que penetra todo. En nuestra búsqueda debemos conocer esa verdad suprema. El MASON, practica las doctrinas más bellas de lo que parece, conforme sostiene Winwood Reade, pues en ella alienta la sencillez de las épocas primitivas, animada por el amor a un Dios suprema. Las palabras que traducen los puritanos con CARIDAD, pero que en realidad es AMOR, es la piedra angular que sostiene todo edificio de la ciencia mística. Amarse, enseñarse, ayudarse recíprocamente, es toda nuestra doctrina, toda nuestra ciencia, toda nuestra ley. Nosotros no queremos mezquinos prejuicios; nosotros no excluimos de nuestra sociedad a ninguna secta, porque sólo pretendemos, que crean en la palabra de G.·.A.·.D.·.U.·., sin preocuparnos por el nombre que le den, ni de la forma del culto que le rindan. 25 ES IMPOSIBLE SER UN BUEN MASON, SIN ANTES, NO SE ES, UN HOMBRE BUENO. Por ello podemos sostener que MASONERÍA, es un sistema moral velado con alegorías e ilustrada por medio de símbolos, definiéndola también como a la ciencia que tiene que buscar la verdad divina. Otros autores, sostienen que MASONERÍA es AMISTAD, AMOR, e INTEGRIDAD. Amistad por encima de las ficticias distinciones de la sociedad, de los prejuicios religiosos y de las condiciones pecuniarias de los individuos; amor que no decae, ni conocer límites, ni desigualdades; Integridad, que liga al hombre a la eterna ley del deber. Pero aún, existe otra definición, y señala que MASONERÍA ES UNA ACTIVIDAD EMPRENDIDA POR HOMBRES ÍNTIMAMENTE UNIDOS, QUE EMPLEANDO FORMAS SIMBOLICAS SACADAS PRINCIPALMENTE DEL OFICIO DE ALBAÑIL, Y DE LA ARQUITECTURA, TRABAJAN POR EL BIENESTAR DE LA HUMANIDAD, ESFORZÁNDOSE POR MEJORARSE A SI MISMOS Y MEJORAR A LOS DEMAS, CON OBJETO DE CONSTRUIR UNA LIGA UNIVERSAL DE LA HUMANIDAD, DE LA CUAL CREEMOS SER ACTUALMENTE UNA PEQUEÑA REPRESENTACIÓN. MASONERÍA no limita el pensamiento de Dios, y busca en cambio una visón más reveladora y satisfactoria de la significación del Universo, invitando a todos los hombres a unirse a su obra: PORQUE ES UNA OBRA EN LA LIBERTAD DE LA VERDAD; UNA OBRA EN LA ALEGRIA DE RECORRER SENDEROS NO HALLADOS; UNA OBRA EN EL ALMA DE LA PERENNE JUVENTUD; UNA OBRA EN EL PENSAMIENTO MAS AMPLIO DE DIOS. EL MASON TIENE QUE PRACTICAR EL CULTO Y EL VALOR DE LA FUERZA MORAL, PARA LOGRAR LOS FINES QUE SE HA PROPUESTO. En este propósito, es necesario analizar lo que expone Joseph Fort Newton, que MASONERÍA es AMISTAD: amistad primero, con el Gran Compañero, de quien nos habla nuestros corazones, con el Gran Compañero que se encuentra más cerca de nosotros, que nosotros mismos, y cuya inspiración y auxilio constituyen el hecho sublime de la experiencia humana. El aspecto religioso de la MASONERÍA, consiste en estar en armonía con SUS propósitos, en abrir las puertas del alma a SUS sugestiones, y en tener la conciencia de su Amistad. En el aspecto humano, todo puede resumirse en una sola palabra: AMISTAD. Ser amigos de todos los hombres, sean cuales fueren las diferencias de credo, color o condición; matizar toda relación humana con el espíritu de amistad. Y nos preguntamos, si ¿puede encontrarse cosa más bella? Tal es el espíritu de la masonería: tal su ideal que, si bien no se puede realizar inmediatamente, tiene un valor extraordinario cuando ya se le ama y trabaja por su realización en el futuro. Tampoco es el Espíritu de Amistad, un mero sentimiento de una fraternidad simpática, y por lo tanto, inestable, que disuelve las facciones concretas de la humanidad, en el trazo borroso y vago de la emoción. No; este Espíritu clava sus raíces en la tierra, de una profunda filosofía que observa la 26 amistad del universo, y que cree que los hombres deben vivir en armonía con el universo en que viven, y de acuerdo con su destino y origen. Compartimos con el criterio de Joseph Fort Newton, expresando, que sólo valiéndose del arte mágico de la Amistad se podrá libertar a los hombres de la ciénaga del odio, para que entren en el mundo maravilloso del amor, del amor, que es la ley de la vida, en que la fe se acrecienta, y voluntariamente, se trabaja en servicio de la humanidad. Y al ser este el objeto de la masonería, su misión determina el método, y el espíritu que ha de inspirar sus obras, que no es otro que el atraer primeramente a los individuos, y luego, a quienes están relacionados con él, para que se amen entre sí y edifiquen en su corazón el templo del carácter, labor la más santa y noble de la vida. Por ello, trata la MASONERÍA de llegar hasta la vida interna y solitaria del hombre, en la que se riñen las verdaderas batallas, y en donde toma él las decisiones que van a influir en su destino, ora con gritos de júbilo, ora con lágrimas de derrota. ¡Qué hermosa labor puede realizar en las almas jóvenes, que cruzan el dintel de este templo maravilloso en los albores de la vida, cuando el rocío temprano del cielo cubre la floración de sus días y cantan todavía las aves de todas las ilusiones en el corazón!, todos estos aspectos, los enfoca con tanta pasión Arnold en su obra EL VALOR DE LA MASONERÍA como freno de la juventud, como espíritu conservador de su virtud como inspiradora de los grandes ideales y de las dignas amistades. Y Max Müller, dice: Según cuenta una parábola oriental, todos los dioses se reunieron para determinar en dónde ocultarían la divinidad del hombre recién creado. Uno de ellos, sugirió la idea de que fuesen todos al extremo más distante de la tierra y la enterraran allí; pero pensaron que el hombre, por naturaleza, inquieto viajero, podrá encontrar el perdido tesoro en uno de sus viajes. Otros propusieron que se arrojara a la profundidad del mar; pero los demás dioses objetaron, porque el hombre, insaciable curioso, podría llegar a sumergirse tanto que la encontrase. Por fin, tras de un momento de silencio, se levantó el más antiguo y más sabio de los dioses, y dijo: “OCULTAD DENTRO DEL MISMO HOMBRE, PORQUE ALLI SOLO IRA A BUSCAR CUANDO RENUNCIE A ENCONTRARLA FUERA DE SI”. Y ASÍ SE ACORDÓ Y SE HIZO. Y DESDE ENTONCES, EL HOMBRE VAGA POR EL MUNDO BUSCANDO POR TODAS PARTES SU DIVINIDAD, ANTES DE PENSAR EN BUSCAR DENTRO DE SI MISMO. Algún día el hombre buscará aquella divinidad en su propio corazón. Este es el secreto de la MASONERÍA: Despertar en el hombre la conciencia de su divinidad, de donde mana la belleza y la comprensión de vida, para que obedezca y siga sus inspiraciones. ¿Qué mayor servicio puede prestar la MASONERÍA al hombre que ponerlo en los rieles de la verdad, cargar su tren de preciosos tesoros y encaminarlo hacia la ciudad de Dios? Esto es, lo que ella hace por todo el que escucha y la ama, por quien anida su verdad en el corazón. MASONERÍA presenta ante los ojos de los que se reúnen ante su altar, una visión y una fe elevadas, bellas e inefablemente espléndidas, evocando por medio de sus ceremonias, parábolas y símbolos, la verdad pura y sublime, alcanzada después de muchos siglos de esfuerzo, y probada en el yunque del tiempo, verdad cuyo valor para dirigir la conducta en la vida, se ha demostrado plenamente. 27 Todo el que practique sus enseñanzas alcanza la sabiduría, puesto que aprende a ser valiente y caballero, fiel y libre, a renunciar a la superstición sin perder la fe; a conservar el equilibrio de la razón ante la falsedad de los extremismos; a aceptar con júbilo los goces que le depare la vida, y a soportar con paciencia y valor sus dolores; a observar la locura de los hombres, sin perder de vista su dignidad, y en una palabra, a vivir pura, bondadosa, apaciblemente, siempre alerta y sin temor alguno, en un mundo sano, con el corazón sereno y la antorcha de la esperanza ardiendo. Quien sienta en su corazón esta lúcida y profunda sabiduría y llegue a vivirla, no sentirá dolor ni miedo alguno cuando el sol de su vida entre en las sombras de la muerte. Este es el ideal de la MASONERÍA al que debemos entregarnos en cuerpo y alma, porque lo exige nuestra fidelidad a todo santo y porque confiamos en el poder de la verdad, en la realidad del amor, y en el supremo valor del carácter, ya que éste ideal es tanto más real, tangible y efectivo cuanto más se le encarna en la vida real; Dios trabaja para el hombre por medio del hombre, y rara vez, por otro procedimiento. La vida es capacidad para cosas sublimes. Hagamos de ella la persecución de lo sublime, la incesante y vehemente búsqueda de la verdad; hagamos de ella una noble utilidad, un elevado honor, una sabia libertad y un verdadero servicio, para que el Espíritu de la Masonería se engrandezca y glorifique en nosotros. Con estas breves palabras que no son mías, pero que las interpreto, por provenir de masones que piensan con el corazón, que simbolizan la esencia sublime de la Orden que profesamos, redimo mis palabras sinceras, para expresar: ¿CUÁNDO SE PUEDE CONSIDERAR QUE UN HOMBRE ES MASON? CUANDO CONTEMPLA LOS RIOS, LOS LAGOS, LOS CIELOS, LAS ESTRELLAS, LAS COLINAS Y EL LEJANO HORIZONTE, Y SIENTE SU PEQUEÑEZ ANTE EL UNIVERSO, SIN PERDER, NO OBSTANTE, LA FE, LA ESPERANZA Y EL VALOR, QUE ES LA RAIZ DE LA VIRTUD. Cuando sepa que todos los hombres son tan nobles, tan viles, tan divinos, tan diabólicos, tan solitarios como él, y trate de conocerlos, perdonarlos y amarlos. Cuando sepa cómo simpatizar con las tristezas y hasta con los pecados de los hombres, conocedor de que todos combatimos rudamente contra terribles enemigos. Cuando haya aprendido a hacer amigos y a conservarlos, y sobre todo, hacer amigo de sí mismo. Cuando ame las flores, cuando pueda cazar las aves por el poder del amor, y sienta vibrar en su corazón una antigua alegría, al ver reír a los niños. Cuando pueda ser dichoso y conservar la serenidad de su alma en el tráfago penoso de la vida. Cuando los árboles florecidos y el reflejo del sol en las aguas viajeras, le subyuguen como el recuerdo de un ser amado y hace mucho tiempo muerto. Cuando ninguna voz de agonía llegue en vano a sus oídos, y no se tienda ninguna mano hacia él que no reciba respuesta. Cuando sepa que son buenas todas las creencias que ayudan al hombre, a asirse a lo divino y a ver grandes significados en la vida. Cuando sepa cómo va a orar, cómo ha de amar, cómo ha de esperar. Cuando haya sido fiel consigo mismo, con Dios y con los hombres. QUIEN QUIERA ENCONTRAR ELSECRETO VERDADERO DE LA MASONERÍA, HA DE ENTREGARSE POR COMPLETO AL SERVICIO DEL MUNDO |
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