Revista Escuadra y Compás Publicación del Grupo de Estudios Masónicos Arcoiris

 
 
 

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Al Oriente del Titicaca 
Arístides 
 
EL TEMPLO MASONICO 
El Templo Masónico, es el lugar donde los iniciados realizamos nuestros trabajos 
destinados a la búsqueda de la Verdad y la práctica de la Virtud. 
Etimológicamente, la palabra TEMPLO, encuentra sus raíces simbólicas en las palabras 
hebreas BETH y HECAL, con las que denominaban inicialmente al Tabernáculo y 
posteriormente al Templo (Beth JEHOVA o Hecal JEHOVA), dando a entender que 
estos erán morada o Palacio del Señor. En Latin se refiere a un lugar tenebroso y 
oscuro, de lo que se deduce que antiguamente los templos estaban ubicados en lugares 
oscuros y tal vez secretos. Sin embargo, es innegable que los primeros templos 
debieron tener por techumbre al cielo estrellado, por piso a la superficie de la Tierra, por 
límites a los confines del Universo y por Altar el corazón del hombre que en él se ubica 
para elevar sus preces a la Divinidad. 
Masónicamente, el Templo como monumento físico, tiene sus orígenes en el Templo 
construido en Jerusalén durante el reinado de Salomón y todo el simbolismo en él 
contenido, ha sido trasladado a Nuestra Orden. 
En el V:.L:.S:., en los libros de Reyes y Crónicas, encontramos el relato de la 
construcción del Templo de Jerusalén, la descripción de su constitución, es decir su 
plano arquitectónico y los recursos que sabiamente utilizó, el Monarca Hebreo, para su 
conclusión y consagración. 
Es evidente que es muy importante, para todos los masones, conocer la constitución 
física del Templo Masónico, es decir que tiene forma de paralelepípedo perfecto (dos 
cubos) orientado de Oriente a Occidente, que su ancho es del Septentrion al Meridiano 
y su altura del Cenit al Nadir, que está coronado por la bóveda celeste, sostenido por 
doce columnas y rodeado por una cadena. Que tiene un Altar o Ara en el justo centro 
geométrico, donde se ubican las Tres Grandes Luces de la Masonería, el V:.L:.S:., el 
C:. y la E:.. Que en Oriente están representados el Sol, la Luna y el Delta omnividente, 
que está presente la Estrella Flamígera y las Joyas y Ornamentos. También es 
importante conocer el Simbolismo de todo lo dicho y por supuesto el orden de la 
ornamentación. 

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El Templo, así descrito, tan resumidamente, en su aspecto físico, no tendría significado 
alguno sino se lo comprende a la luz de su significado interno, esotérico, y con la 
premisa de su eterno movimiento sujeto a leyes absolutas (aunque estas sean 
relativizadas por la limitación de nuestro entendimiento fenoménico y numénico), es 
decir concibiendo que el Templo está en permanente vibración.
Con este conocimiento, objetivo y subjetivo, se deduce sin lugar a equivocación, que el 
Templo masónico, es una representación del Universo y su funcionamiento y que 
sujetándonos al Principio Hermético de Correspondencia ("Tal como es arriba, es 
Abajo") podemos concluir que el Templo Masónico, es una representación viva del 
Hombre. Es decir que encontramos en él, una representación del reflejo del 
Macrocosmos en el microcosmos. 
Sólo bajo esta concepción íntegra, será posible analizarlo y llegar a una conclusión 
válida. 
El Templo masónico, obedece para su construcción a un Plano Arquitectónico y 
necesita de recursos para su edificación. Para nosotros el plano arquitectónico fue 
elaborado por el G:.A:.D:.U:. y esta manifestado en los preceptos y mandatos, en la Ley 
Moral y Natural, contenidos en el V:.L:.S:., es decir en la Plancha de Trazar del 
G:.G:.D:.U:.. Los recursos necesarios, para levantar su edificación, son los hombres, es 
decir las Piedras Vivas que forman parte de Masonería y la paradoja radica en que el 
Hombre es una piedra que debe ser preparada por el mismo y colocada también por el 
mismo, en la Santa Estructura del Templo Masónico. Es decir que el Hombre es, a la 
vez, Piedra y Obrero. 
Esto lleva a pensar que la obra primera, es la construcción del Hombre, es decir su 
preparación como recurso aceptable para la Magna Obra, como Material apto para el 
Templo Masónico y la Masonería, sabiamente, por analogía con el Templo, muestra al 
masón el Camino para hacerlo progresivamente. 
Entonces la culminación de la preparación del Masón para ser incorporado en el Templo 
Vivo, está en lograr, al igual que una Logia, ser Justo y Perfecto. 
Analizando por analogía. la Plataforma superior del Templo Masónico, representa en el 
Hombre su Ser Superior y el Piso o Valle, a su Ser Inferior, que comenzando por 
Occidente nos lleva, progresiva y conscientemente, hacia la Luz del Oriente. 
El concepto de Justo y Perfecto está directamente relacionado con el sentido esotérico 
del número siete y el hombre, es Séptuple, constituido por una Trinidad Superior: La 
Voluntad Espiritual (Espíritu, Sabiduría), El Amor (Alma, Fuerza) y La Inteligencia 
Superior (Personalidad, Belleza) y un Cuaternario inferior formado por la Mente, la 

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Naturaleza Emocional, el Cuerpo Vital y el Cuerpo físico. ¿No vemos esto, acaso, en la 
Geometría del Mandil que nos ceñimos para entrar al Templo, en los siete lados y siete 
ángulos, en lo triangular y cuadrado de sus dos figuras? 
El lograr la Integración armónica de estos siete factores, harán del masón justo y 
perfecto, convirtiéndolo en piedra viviente apta para el Templo. 
Ahora bien, esta naturaleza séptuple está representada en el Templo, por los tres 
Oficiales Principales y los cuatro secundarios. El Venerable Maestro representa a la 
Voluntad Espiritual, el Primer Vigilante el Amor y el Segundo Vigilante la Inteligencia 
Superior. Los cuatro Oficiales Secundarios tienen la siguiente representación: el Primer 
Diácono, la Mente; el Segundo Diácono el plano Emocional, el Guarda Templo Interno 
el Cuerpo Vital y el Guarda Templo Externo el Cuerpo Físico. La misión de estos cuatro 
Oficiales, es el de relacionar los elementos del Ternario Superior mediante el 
Cuaternario inferior. Así, la Mente (Primer Diácono) relaciona a la Voluntad Espiritual 
(Venerable Maestro) con el Amor - Alma- representado por el Primer Vigilante. El plano 
emocional (Segundo Diácono) es la vía de comunicación del Alma con la Personalidad 
- Inteligencia Superior - (Segundo Vigilante). El Cuerpo Vital (Guarda Templo Interno) 
es la puerta para ingresar a nuestro YO interior y el Cuerpo Físico (Guarda Templo 
Externo) nos relaciona, mediante los cinco sentidos, con el Mundo Exterior u Objetivo. 
En conclusión, el Templo Masónico, si bien es físico, es innegable que en su simbolismo 
encierra el "Secreto del Drama de la Vida" (al decir del autor de "La Gran Búsqueda"), 
siendo una analogía del Universo (Macrocosmos) y del Hombre (Microcosmos) y de su 
eterno e inalterable funcionamiento. 
Este enunciado, sirve para comprender que de la observación concienzuda del 
funcionamiento de la Logia y del aprendizaje del mismo, el masón puede valerse - y 
debe hacerlo así - para construir su propio Templo Viviente, es decir el Recinto Sagrado 
donde habita Dios y hacerse justo y perfecto en el lejano tiempo en que logre que su 
Ser Inferior esté en perfecta armonía con su Ser Superior. 
Por otra parte, de acuerdo al Principio Hermético de Correspondencia, a medida que, el 
masón, vaya comprendiendo y regulando el funcionamiento integral de su Ser (Material 
y Espiritual) maravillosamente irá comprendiendo el funcionamiento del Universo.

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Pizarra de Reflexión 
➢ 
Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes 
engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar 
a todo el mundo todo el tiempo. (Abraham Lincoln) 
➢ 
La honestidad es el primer capítulo en el libro de la 
sabiduría. (Thomas Jefferson) 
➢ 
Hacer que tus hijos sean capaces de ser honestos es el 
principio de la educación. (John Ruskin) 
➢ 
Ningún legado es tan rico como la honestidad. (William 
Shakespeare) 
➢ 
La honestidad y la transparencia te hacen vulnerable. De 
cualquier forma, sé honesto y transparente. (Madre Teresa 
de Calcuta) 
➢ 
La honestidad es la mejor política. (Benjamin Franklin) 
➢ 
La honestidad es más que no mentir. Es decir la verdad, 
hablar la verdad, vivir la verdad y amar la verdad. (James 
E. Faust) 
➢ 
La honestidad tiene un poder que muy pocas personas 
pueden manejar. (Steven Aitchison) 
➢ 
Un hombre honesto es creído sin juramento, porque su 
reputación promete por él. (Eliza Cook) 
➢ 
Lo que las leyes no prohíben puede prohibirlo la honestidad. 
(Séneca) 
➢ 
La elegancia de la honestidad no necesita adornos. (Mary 
Kendall Browne) 
➢ 
Proceder con honestidad en aras de la dignidad del hombre 
es el compromiso más trascendente en nuestro corto paso 
por este mundo. (René Favaloro) 
Autores de los artículos de este Número: 
Luis Salinas Peñaloza, Eduardo Jauregui Cordero, Mario Cabrera Ruiz, 
Juan Carlos Gonzáles Paz Soldán, Edgar Ordoñez Calvimontes, Jorge 
Cervantes Alcázar y Juan de la Cruz Monje Pinedo.