Tesis doctoral


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368

.   El 12 de abril de 1590 , en monumental procesión que partió del convento

de Los Angeles, el cardenal Quiroga lleva el Sacramento inaugural. El Greco colabora en la

elaboración de las seis grandes telas que componían el gran retablo monumental de la cabecera.

Alonso de Orozco fue superior de este convento, donde muere el 19 de septiembre de 1591,

asistido por el propio cardenal Quiroga. Este agustino tuvo enorme influencia con Doña Juana,

la hija del Emperador, y en el entorno familiar del monarca Felipe II.

La edificación de esta colegio se relaciona con la del convento de Madrigal, pues Quiroga

a la muerte de Doña María el 5 de septiembre de 1593, fue el que se encargó de continuar las

obras del colegio junto con sus testamentarios, entre los que estaba Chiriboga, concluyéndose

las mismas en torno a 1609 

369

. No cabe duda que algunos aspectos fundacionales son similares

a los que Quiroga establece para Madrigal, de entre los cuales, a modo de hipótesis, se destacan

dos. El primero es que en ambos se parte de un patronazgo  más modesto, que luego se

transforma en una obra de mayor vuelo

370

, y el segundo es que en ambos hay una intención de

que sirvan de casa de estudios teológicos, dentro de ese interés humanista de las clases

privilegiadas a favor de la enseñanza que aparece en el siglo XVI.

Otros puntos de confluencia son el influjo que existió para que ambas fundaciones se

realizasen a través de la orden agustina, que en el caso Doña María se establece por mediación

de sus confesores, Juan de Vega y el mencionado Alonso de Orozco, así como el que en ambos

casos fuese el culto canónigo de la Colegiata de Talavera, D. Jerónimo de Chiriboga, el que

finalmente gestionase su plan de obra. La iglesia del desaparecido convento de Doña María de

Aragón, según se recoge en el plano de Texeira, tenía un volumen muy similar al de la iglesia

del convento madrigalense y dada la fecha de su traza, sobre 1581, bien pudo servir a Quiroga

de referencia.



371

   Ver los siguientes autores y obras:  M. D. Campos Sánchez-Bordona., "Arte y cultura en la biblioteca de Juan del

Ribero Rada"  en Humanismo y tradición clásica en España y América, León, 2003, pp. 311-333 ; de la misma autora: "Juan

del Ribero Rada, arquitecto clasicista"  en Altamira, nº LII, 1996. 127-166; y también: " Juan del Ribero Rada y el orden dórico"

en  Academia, nº 81,1995. 517-541. / A. Bustamante García, La arquitectura clasicista del foco Vallisoletano 1561-1640,

Institución Cultural Simancas, Valladolid, 1983, pp. 88-101. / A. Rodríguez G. de Ceballos y A. Casaseca, “Juan del Ribero

Rada y la introducción del clasicismo en Salamanca y Zamora”, en  Herrera y el Clasicismo, Valladolid, 1986, 95-109. Del

mismo autor A. Rodríguez G. de Ceballos, “La librería del arquitecto Juan de Ribero Rada”, en Academia  nº 63, 1986, 123-154.

/ J. Rivera Blanco, Arquitectura de la segunda mitad del siglo XVI en León, Institución "Fray Bernardino de Sahagún" y Excma.

Diputación Provincial de León, León, 1982.

191

1.4

La iglesia de Juan del Ribero Rada. 1595-1600.

La iglesia del convento agustino de extramuros, que traza y construye Juan del Ribero

ha sido a veces citada por los estudiosos de la arquitectura tardo renacentista y especialmente por

aquellos que han profundizado en la obra de este arquitecto



371

. Sin embargo nunca hasta ahora

ha sido analizada ni estudiada con detenimiento, quizá por su estado ruinoso, o por la dificultad

de su acceso, no obstante  ser un edificio del máximo interés por cuanto se puede considerar una

obra de nueva planta desarrollada en su totalidad por Ribero y que constituye una síntesis de su

tipología de templo clasicista, en la etapa final de su vida.



1.4.1

Las tres fases de las obras de los testamentarios. 

  

El periodo que discurre entre 1595 y 1635 engloba la mayor parte de las obras de



ampliación y mejora del viejo convento de agustinos.  Estas obras configuran la fisonomía

principal que tuvo el monasterio, que se renueva a partir de unas trazas de 1590 que son las que

definen su arquitectura y que nacen, como se ha visto, de la iniciativa personal del  arzobispo de

Toledo, el cardenal Quiroga, fallecido en 1594 y en las que intervino activamente Fray Luis de

León. Este periodo se caracteriza por el impulso que toman las obras del convento, tras la muerte

del Cardenal Quiroga y con los recursos económicos que administran sus testamentarios.

Son numerosos los arquitectos, maestros de obras, escultores y pintores que intervienen

durante este periodo en las obras y el ornato del convento. Algunos de estos arquitectos y

maestros de cantería provienen de la Trasmiera y de los valles de Santander, como Juan de

Ribero Rada y Juan de Nates, estableciéndose en Valladolid en primera o segunda generación.

Otros se mueven en los círculos cortesanos, como Alonso de Vallejo y Juan Pantoja de la Cruz,

y otro grupo numeroso corresponde a artesanos de ámbito regional. En todo caso se puede

destacar la calidad de los arquitectos y artistas que intervienen en el convento, elegidos por

iniciativa de los testamentarios del Cardenal y de Jerónimo de Chiriboga.

Aunque no es excesivamente largo este periodo en el que se reconstruye prácticamente

la  totalidad del convento, lo hemos dividido en tres momentos debido al interés que tiene este

proceso y al gran número de agentes participantes y documentación existente. El viejo

monasterio agustino, que dejaron las monjas sobre 1530, con su probable tipología y aspecto

“medieval” de unas cuantas edificaciones entorno a un patio principal y una de cuyas alas la

ocupa una pequeña iglesia,  se va a transformar radicalmente en un convento cuyo perímetro

rectangular de proporción dupla, engloba distintas arquitecturas y distintos maestros, pero con

una gran unidad que da tanto la “existencia” de una traza reguladora, como la utilización del

mismo lenguaje arquitectónico en estos cuarenta años.  Este proceso constructivo se va a ir


372

   Durante el periodo de estos 40 años de obras, sigue funcionando como colegio de teología, además de ser el

monasterio donde se celebran los Capítulos Provinciales de la Orden en Castilla. Los años en que durante este período se reúne

el Capítulo Provincial en Madrigal son: 1591(muerte de Fray Luis), 1598, 1601, 1604, 1607, 1612, 1615, 1618, 1621, 1624,

1627, 1630, 1633 y 1635, aparte de otros muchos hasta el siglo XIX.

373


   En las condiciones de la obra del claustro se habla de la traza firmada por Domingo de Iriarte, siendo  más que

probable que se elaborase a partir de los dibujos de la traza general del convento de Juan del Ribero de 1590.

192

desarrollando con los frailes habitando el edificio de forma permanente 



372

,  por lo que se

desmontaran los elementos preexistentes y se sustituirán construyendo los nuevos, cuerpo por

cuerpo.


Una primera etapa la constituye la iglesia, que se hace prácticamente nueva, y cuya traza

y ejecución corre a cargo de Juan de Ribero Rada, prosiguiéndola tras su muerte en 1600 Juan

de Nates. La adjudicación de la obra a Juan del Ribero, viene dada principalmente por ser el

autor de la traza general del convento, como sabemos por el concurso de 1590 que corre a cargo

de fray Luis de León, y por haber sido rematada dicha obra en Juan del Ribero, tras el recurso

que interpuso a la adjudicación a Juan de Nates Naveda. Esta obra no llega a realizarse, quizás

por la muerte del propio cardenal, así que no es de extrañar que, en el momento que se disponen

de los fondos provenientes del expolio de Quiroga, sus testamentarios contraten directamente con

Juan del Ribero el proyecto y ejecución de la iglesia.

Una segunda etapa que abarcaría desde 1602 a 1618, tendría como protagonista principal

a Alonso de Vallejo, escultor de Madrid, que comienza con el ornato de la recién terminada

iglesia junto a Pantoja de la Cruz y termina como constructor de todo el cuerpo delantero del

convento. Se pueden situar dos momentos en esta segunda etapa. Por una parte de 1602 a 1610

en el que las obras se centran en el retablo de la iglesia, entierros del cardenal Quiroga y de sus

padres en la capilla mayor y diversas tallas para el coro, sillería, rejas etc. Pero a partir  de 1610

Vallejo se hace cargo, hasta su fallecimiento en 1618, de la construcción del ala de la fachada

principal del convento y probablemente de la crujía intermedia. En 1628 se tiene que reparar esta

zona,  ante la ruina que amenaza la parte de obra que hizo Vallejo,

La última etapa se situaría entre 1628 y 1635, y en ella se acometen otras partes del

convento, principalmente el claustro y escalera principal, cuya traza se la atribuyo a Domingo

de Iriarte

373

, corriendo las obras, tras la muerte de este en noviembre de 1630, a cargo de

Francisco Cillero, Francisco de la Hoya y Juan de Alvarado, estos dos últimos maestros de

cantería de Salamanca. 

Queda por saber el momento en que se realiza la torre de la esquina N , de la que hasta

la fecha no se ha encontrado documentación alguna. Cabe la posibilidad de que quede englobada

en el “cuarto nuevo” (cuerpo de la fachada principal) que hace Alonso de Vallejo, pues la obra

parece unitaria, y no hay adarajas ni juntas constructivas, como por ejemplo existen en el

encuentro entre bodega y torre, en la fachada de la huerta.


374

   A. Rodríguez G. de Ceballos y A. Casaseca , Juan del Ribero Rada y la introducción del clasicismo en Salamanca

y Zamora, en  Herrera y el Clasicismo, Valladolid, 1986,  p. 108.

375


   A. H. P. S., protocolo 5.312, f.697-708 v.

376


   M. A. Aramburu -Zabala  y  l. de Escallada,  “La partición de bienes de Juan del Ribero Rada”, en Altamira, VXI,

2003, 119-149.

 

377


   A. Bustamante García, La arquitectura clasicista del foco Vallisoletano 1561-1640, Institución Cultural Simancas,

Valladolid, 1983,  p. 92.

193

1.4.2 

Contrato y desarrollo de la obra de Juan del Ribero

A la muerte del cardenal urge acometer en primer lugar la iglesia, por ser el lugar donde

Quiroga eligió ser enterrado. La antigua nave mudéjar no se encontraba en condiciones dignas

para este fin, toda vez que su tamaño era claramente reducido para su uso conventual. En 1595

los herederos testamentarios del Cardenal de Toledo D. Gaspar de  Quiroga contratan, el 17 de

octubre, en Madrid, ante el escribano Juan Cabello de Taburcias, la ejecución de la Iglesia del

convento con el arquitecto Juan del Ribero, apareciendo como fiadores los maestros de obras

Diego Sillero y Agustín de Argüello, que ya habían trabajado juntos en la construcción del

Puente de Segovia en Madrid 

374

.  Se comprometen a terminar la obra en seis años y en el

contrato se dice que la fachada imitará a la de la iglesia, hoy desaparecida, de San Felipe el Real

de Madrid. Juan del Ribero, que fallece en 1600, no ve la conclusión de la Iglesia que se termina

al año siguiente.  Puede decirse que esta obra inicia la transformación arquitectónica del

convento hacia su configuración como edificio clasicista.

Aunque la vida y obra de Juan del Ribero se analizan en el apartado 2º de este trabajo,

se esbozan algunos rasgos de su figura como arquitecto, que nos ayudan a situar su actuación en

el convento de Madrigal. Juan del Ribero (1540-1600) es natural de Rada, en la zona de la

Trasmiera;  trabaja en León, Valladolid, Oviedo, Madrid, Ávila, Zamora y Salamanca, siendo

el arquitecto  más significativo, junto con Juan de Nates y Alonso de Tolosa, del primer

clasicismo Vallisoletano, que estos arquitectos introducen en torno al referente de la obra de Juan

de Herrera.  En su testamento de 23 de octubre de 1600 pide ser enterrado en la Catedral, de la

que había sido maestro mayor durante sus últimos años 



375

. La partición de sus bienes se realiza

el 6 de abril de 1606 y en ella se refleja la ejecución de la obra de la iglesia de Madrigal, que

todavía quedaba por tasar 



376

.

Ribero había sido elegido en 1588 para proseguir las obras de la catedral de Salamanca



377

,

entre un grupo de arquitectos a los que el cabildo solicita opinión para continuar unas obras que



llevaban paradas desde 1585 desde la marcha de Martín Ruiz de Chartudi, aparejador de Rodrigo

Gil de Hontañón. Entre los arquitectos a los que se consulta están: Juan Andrés Rodi, Juan de

Nates, Nicolás de Vergara el Mozo, Juan de Herrera (que excusa su asistencia por motivos de

salud) y el propio Ribero. Sin duda los cuatro últimos son los arquitectos  más sobresalientes de

la Meseta Norte en esos momentos. 

En su etapa de León, donde ya había colaborado en 1558 con el maestro Rodrigo Gil de

Hontañón en el Palacio de los Guzmanes, Juan del Ribero interviene en numerosas obras, entre

las que destacan: San Isidoro, en el que hace la escalera principal y el cuarto prioral (1573-1580),

 la iglesia de San Marcelo (1588),  el Ayuntamiento (1584) y la Casa de las Carnicerías (1579).

En el ámbito salmantino, zamorano y vallisoletano las obras de Ribero  más destacadas, aparte



378

   A. Rodríguez  G. de Ceballos , “La librería del arquitecto Juan de Ribero Rada”, en Academia nº 63, 1986, pp.

123-154.

379


   Ver el estudio introductorio de M. D. Campos Sánchez-Bordona de Los cuatro libros de arquitectura de Andrea

Palladio, traducidos por Juan del Ribero Rada, edición facsímil, Junta de Castilla y León y Universidad de León, Salamanca,

2003.


380

   A. H. P. S., Francisco de Gante, protocolo 3881, f. 407-410.

381

   Según la hipótesis mencionada anteriormente sobre la coincidencia de emplazamiento entre las iglesias y los



claustros primitivo y clasicista, frente a la otra posibilidad, de que el nuevo convento y su iglesia se situasen adosados al

primitivo, en cuyo caso coexistirían durante un espacio de 15 años aproximadamente las dos iglesias.  Este aspecto se podría

aclarar con la ejecución de algunos sondeos arqueológicos.   

194


de su labor en la mencionada catedral son: el claustro de la hospedería y escalera del monasterio

de la Santa Espina (1577), la iglesia de las Huelgas Reales de Valladolid (1579), la remodelación

del convento de San Benito el Real en Valladolid (1582), y el claustro de la catedral de Zamora

(1592), que había sido destruído por un incendio el año anterior. Trabaja para muchas de las

órdenes regulares, pues realiza obras para los benedictinos de San Vicente, los carmelitas de San

Andrés, los franciscanos de Medina de Rioseco y los agustinos de Nuestra Señora de la Vega.

En 1590 Ribero está trabajando en el convento dominico de San Esteban de Salamanca

y contrata posteriormente, en 1595, con los testamentarios del Cardenal Pacheco, la conclusión

de la Capilla Cerralbo en Ciudad Rodrigo, con traza de Juan de Valencia, obra que coincide en

el tiempo con la que se lleva a cabo en la iglesia del convento de Madrigal, cuyo contrato es del

mismo año.

Juan del Ribero representa el prototipo de arquitecto cuya formación ya no proviene

exclusivamente de la maestría en labores de albañilería o cantería, sino del estudio de las artes

y del conocimiento de la tratadística. La librería de Ribero, inventariada tras su muerte, constaba

de 151 títulos

378

,  lo cual constituía para la época una biblioteca de cierta importancia.  Hay que

recordar que Juan de Ribero fue el introductor de la obra de Andrea Palladio 

379

  en el ámbito

vallisoletano, al convertirse en 1578 en su primer traductor, cuando todavía vivía el autor

italiano. Colabora en algunas de sus obras principales con Juan de Nates ( monasterio de la Santa

Espina, convento de las Huelgas Reales de Valladolid, San Claudio en León, monasterio de San

Benito etc.) por lo que no es de extrañar que fuera este arquitecto el encargado de continuar en

1600, a la muerte de Juan del Ribero, la obra de la iglesia de Madrigal, la cual, en ese momento

estaría ya muy avanzada.

La obra de la iglesia se contrató por un coste de 23.000 ducados 

380

. Se establece en la

libranza que acompaña al contrato que el pago ha de realizarse mediante 5.000 ducados durante

los cuatro primeros años, a partir de 1595, y los otros tres mil ducados restantes a la terminación

de la obra, dentro de los tres años siguientes. El plazo para la conclusión de las obras es de 6

años, lo que implica que debería de terminarse en 1601, con la obligación de Ribero de tener en

los cuatro primeros años la cabecera y dos capillas laterales totalmente terminadas, al objeto de

adelantar los enterramientos previstos del fundador conforme a la traza dada.

La iglesia se levantará sobre la antigua iglesia del convento

381

, desconociendo lo que de

aquella vieja fábrica  se aprovecha, aunque debió ser poco o nada, pues la nueva planta aparece

perfectamente modulada en todas su proporciones, sin que aparezca ninguna estructura

discordante. Como hemos visto en los esquemas evolutivos de las plantas de las iglesias, la traza


382

   A. H. P. S., Francisco de Gante, protocolo 3881

.

195


de Ribero conserva la longitud de 175 pies dada por fray Alonso de Madrid, por coincidir los pies

del templo con el alineamiento de la fachada principal, que ya se debía contemplar en la traza

general de 1590. La única limitación que el arquitecto se debe encontrar es la de adaptarse al

muro del claustro existente, que se mantiene, así como al cuerpo de fachada, en prolongación de

este. Ribero ha girado 180 grados la orientación primitiva, llevando la cabecera a la orientación

S E, y dejando una crujía de 25 pies al exterior entre dicha cabecera y la alineación posterior,

para paso hacia la zona de cocinas y refectorio, por medio de un portón desde el cerramiento

exterior. Sin embargo como veremos  más adelante, la anchura de la iglesia se incrementa para

dotar a la misma de una adecuada proporción. Descontando la anchura de las torres, que se

pudieron añadir posteriormente al diseño inicial, la relación entre longitud y anchura de la planta

es la dupla, lo que refuerza el uso de esta misma proporción que posee la traza general, ambas

de Ribero.

La traza de la iglesia (la cual, como es costumbre,  no se ha podido hallar) estaba firmada

por Juan del Ribero y los testamentarios, representados por Jerónimo de Chiriboga. En las

condiciones del contrato aparece la referencia de la planta y alzado firmados por Rodrigo

Vázquez, que consta en ese momento como presidente de dichos albaceas. Esta traza se enmarca

en la general de todo el convento (de 400 x 200 pies ) por lo que, con toda seguridad, el esquema

de la iglesia estaba ya planteado por Ribero en el concurso de 1590 y los planos que ahora

presenta el arquitecto, con alzados, monteas y detalles constructivos, es probable que constituyan

un desarrollo de esta primera traza.



“...a Juan del Ribero, arquiteto y maestro de obras con quien se a tratado y asentado que

confforme a una traza firmada firmada de [nuestros] nombres y con las condiçiones que se

contienen en unas capitulaciones que por nuestro horden se firmó con la firma del señor

Gerónimo de Chiriboga y del dicho Juan del Ribero [para] la capilla mayor y cuerpo de la

iglesia del combento del señor San Agustín de la villa de Madrigal, donde están enterrados los

cuerpos del señor cardenal y de sus padres...”

 

382

.

En el contrato que se firma en Madrid en 1595, la iglesia se describe de forma



pormenorizada, lo que nos da una idea bastante aproximada de la misma. Estos datos han servido

para su reconstrucción planimétrica, especialmente los de las alturas de las capillas laterales ,de



la nave principal y de la cúpula del crucero.

“...Sepan quantos la presente escriptura de obligación y lo demás en ella contenido vieren, como

nos Juan de Ribero maestro de obras e vezino de la ciudad de Salamanca, estante al presente en

esta corte como principal y Diego Sillero y Agustín de Argüello, ansí mesmo maestros de obras,

vezinos desta villa de Madrid, como sus fiadores, todos tres principales y fiadores de mancomún,

y a boz de uno y cada uno de nos y de nuestros bienes por si e por el todo yn solidum

rrenunciando como rrenunciamos las leyes ...  Dezimos que yo el dicho Juan de Ribero estoy

conbenido y conzertado con los señores  testamentarios de la buena memoria del rreberendísimo

cardenal don Gaspar de Quiroga , arzobispo que fue de Toledo difunto, de fabricar y dar

acavada en toda perfezión la obra de la yglesia del monasterio de San Agustín de la villa de

Madrigal , donde el dicho rreberendísimo cardenal don Gaspar de Quiroga mandó sepultar su

cuerpo conforme a la orden traza y planta questa firmada de los dichos señores testamentarios

y a las condiziones y capitulaciones que en esta escriptura serán insertas, según questán

196

firmadas del señor Gerónimo de Chiriboga canónigo (de) Talabera, uno de los dichos señores

testamentarios, y de mi el dicho Juan del Ribero que son las siguientes, con las condiciones

siguientes, a de fabricar la obra de la yglessia del monasterio de Sant Agustín de la villa de

Madrigal donde el Ilmo. señor don Gaspar de Quiroga, cardenal arzobispo de Toledo mandó

sepultar su cuerpo. 

Es condizión que todo el templo se señale en forma que ba trazado y ahonde en los zimientos

hasta lo firme, poniendo las zanjas a nibel por todas partes y que sean tan anchas que por dentro

e fuera que de medio pie deja para [dicho] medio pie por fuera y medio por dentro para que

todas las paredes, pilares y basamentos carguen sobre firme. 

Yten, es condición que puestas todas las zanjas en lo firme se buelban a [yn...ir] y lebantar de

piedra de guijarros y cal y arena, gyardando en los zimientos el plomo y cordel y nibel por todas

partes y aun que zimientos an de ser vien obrados en toda perfeczión.

Yten, es condición, que sacados los zimientos y puestos a nibel del claustro del conbento se

hellija la capilla mayor y templo en la forma que lo enseñan la planta y alzado que están

firmadas del señor Rodrigo Bazquez  arzç. presidente de los señores testamentarios de su señoría

ylustrísima y elligida que sea se lebantará por dentro y fuera una bara de medir de piedra

berrqueña de la sierra de Ávila, que serán tres hiladas de sillería guardando en todas partes la

orden de las trazas, así en los largos como en los anchos y gruessos de paredes, pilares y ornato

de pilastras, puertas çopolas según se been la dicha traza y alzado.

Yten, es condición, que como toda la obra de la capilla mayor y templo esté por todas partes

elligida y lebantada y puesta a nibel con la piedra berroqueña enzima del pavimiento como está

dicho y se helligirá por todas partes de ladrillo y cal, guardando la orden de la planta y alzado

enteramente en paredes, pilares, arcos, puertas y enrrasamientos y con esta ellejeción se

lebantarán las paredes quarenta y cinco pies contados desde el parzimiento del templo, hasta dos

pies ençima de la cornisa que es donde comienzan a bolber las bóbedas de la nave mayor.

Yten, es condición, que las capillas laterales queden zerradas y acabadas en toda perfeczión,

debajo de treynta pies, las quales quedarán acavadas en forma de lunetas con sus ympostas,

espejos, puertas y encassamentos y rrequadraturas o rrefajados de yesso por muy buen horden,

quedando todo blanco y bien conpuesto.

Yten, es condición, que las pilastras, cornisamentos, arcos de cruzero y templo, sean lebantados

y zerrados en la forma que lo enseñan las trazas y lebantadas las paredes hasta sesenta y cinco

pies de alto sin los zimientos, todo ello por dentro e fuera muy perfecto y primamente obrado a

plomo y nivel y lineas rrectas guardando la forma de bentanal y lunetas y ornato de

rrequadraturas y fajas y zintreles de arcos y bobedas, a medio punto con su cornisa por de fuera,

todo ello muy en orden y con buenas ligazónes según el ladrillo del lugar.

Yten, es condición, que como se ayan zerrado los quatro arcos del cruzero con su perpiñal y

estén ygualados y arrasados se le [yerge] la cornisa que enseña el alzado, encima de la qual se

helligirá  la media naranja o cópula del zimborrio, la qual bóbeda y todas las demás serán

zerradas de ladrillo y cal o ladrillo y hiesso, en la forma que  más conbenga para su firmeza y

policia y en la parte de dentro serán de yesso las molduras y rrefajados y rrequadraturas, todo

obrado muy polida y fuertemente, guardando la orden de las trazas en altos, largos, gruessos y

ornatos de molduras.

Yten, es condición, que toda la obra  por de fuera pues a de ser de ladrillo y cal, sea muy bien

obrada,  elebando en cada altura de un pie zinco hiladas de ladrillo y será toda la obra

383

   A. H. P. S., Francisco de Gante, protocolo 3881, f. 210-218. Es una copia del contrato que se firma en Madrid el

17 de octubre de 1595 ante Juan Cabello de Taburcias.

197


rrebocada muy bien en las partes que se aya de ber, porque tenga la bista y alegría que a tal

obra conviene.

Yten, es condición, que se agan las dos escaleras que ban trazadas a los pies del templo de yesso

y ladrillo, los passos de madera muy bien obradas.

Yten, es condición, que la capilla mayor y la capilla cabezera se losen de losas negras y blancas

de las canteras de Salamanca con losas de a dos terzias, en quadrado y con el gruesso

acostumbrado y las gradas del altar mayor que son siete an de ser de piedra berroqueña con su

bozeñón muy bien labrado y asentado y los tres altares de la capìlla mayor serán de ladrillo con

sus marcos de madera muy bien acavados. 

Yten, es condición, que el coro sea zerrado de ladrillo y cal o ladrillo y yesso con su buena

bóveda a punto abatido de suerte que quede zerrado al alto de las capillas laterales que suben

treynta pies y llevará por abajo de la bóbeda muy buenas rrequadraturas o compartimentos.

Yten, es condición, que la mezcla de la cal de toda la obra sea dos partes de arena y una de cal,

bien sazonado y batido. Yten, es condición, que al tiempo que se que se baya obrando en las

paredes desta obra, se baya gastando quantidad de agua pues es cossa que tanto ymporta al bien

y fuerza de la misma obra.

Yten, es condición, que los maderamientos de los tejados sean de pino de los montes de las Navas

del Marqués o de Oyoquesero, y los tejados an de ser fuertemente armados con rrodillas y

soleras, tirantes a par y ylera y con quartonzillos  y tabla de carreta y buena [trabazón] y tejados

a lomo zerrado y con buenas y sufizientes corrientes para [espeler] las aguas y niebes.

Yten, es condición que a de azer la dicha obra guardando en todo la orden de las trazas y

condiciones y a de obrar desde sus fundamentos hasta lo ultimo de los tejados e todo lo tocante

assi al abrir zimientos como las cossas que ayan de ser de piedra, ladrillo cal y arena y yesso

maderamientos de todos los tejados altos y bajos en mucha perfezión, dejando todo sobre dicho

muy bien e fuertemente acavado y blanqueado.

Yten es condizión que a de acavar toda la dicha obra dentro de seis años que correrán desde el

día de San Lucas deste presente año de mill e quinientos y nobenta y cinco. En esta forma dentro

de quatro años a de dar acavada y lossada en la manera que esta dicho, la capilla mayor en toda

perfeczión y asta dos capillas laterales de / las naves del cuerpo de la yglessia y dentro de los

dos dichos años siguientes, se a de acavar de obligar lo rrestante de la yglessia, conforme a la

dicha traza.

Yten es condizión que no acabando la dicha yglessia dentro de los dichos seis años por cada un

día que se dilatare se ayan de descontar diez ducados. Yten es condizión que dicho Juan de

Ribero se a de obligar con sus fiadores de mancomún de acavar la dicha yglessia en los dichos

seis años aunque falte el dicho Juan de Ribero.

Yten es condizión. A de hazer la fachada de la yglessia conforme a la que se a echo en la iglessia

de San Felipe del Real de Madrid. Declárase no a de llevar torre ni campanarios por averlo.

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