Tesis doctoral
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- 73. Adornos en talla con escudo cardenalicio
- 74. Medallón de la Santísima Trinidad
- 75. Credencia nº 1, en la iglesia de Santa María del Castillo
- 78. Rejería (desaparecida) en la iglesia de S. Nicolás de Bari
- 79. Relicario en el convento de agustinas
- 80. Sacras en el convento de agustinas
- 1.8.1.4.5 Fragmentos de algunas partes del edificio
- 83. Columna de piedra proveniente del convento
- 85. Puerta reutilizada en el convento de agustinas
- 1.8.2 El monasterio hasta nuestros días.
860 , en un mal estado de conservación. Son dos tallas (piezas nº 38) en madera policromada y dorada, que por su gran formato, paño horadado y moldura superior curva, pudieron situarse como remate de algún hueco o retablo. Incorporan el emblema de Quiroga, con el símbolo de la orden.
En la iglesia de San Nicolás de Bari encontramos un medallón en madera, pintado con buena mano, con el tema trinitario por ambas caras (pieza nº 39), por lo que pudo situarse quizá sobre la reja de la cabecera o en alguna capilla lateral, si bien por su descontextualización, no puede asegurarse su pertenencia al convento agustino.
439 En la iglesia de Santa María del Castillo y en el mismo mal estado de conservación que las piezas que se encuentran en ella, existen dos credencias (piezas nº 40 y nº 41) o muebles litúrgicos auxiliares, con decoración ya de influencia barroca, en algunos aspectos similar, al sagrario de la cabecera, en madera dorada y policromada con ángeles y guirnaldas enmarcando el corazón agustino. 75. Credencia nº 1, en la iglesia de Santa María del Castillo (pieza nº 40) 76. Credencia nº 2, en la iglesia de Santa María del Castillo (pieza nº 41) 861 Según Carlos Martín Serrano, el derrumbe en el siglo XVIII de parte de la iglesia de Santa María del Castillo, entre la que se encontraba el ábside izquierdo y la sacristía, propició que tras la desamortización del convento agustino se tratase de vestir de nuevo esta iglesia. 862 A. H. P. A., Martín Fernández de la Mela, protocolo 3935, f. 46-48. 863 A. H. P. M., Bartolomé de Dueñas, protocolo 3282, f. 156-160. 440 En esta misma iglesia de Santa María se conserva una cajonera de sacristía (pieza nº 42), que no parece haber pertenecido a la misma, por mostrar indicios de haber sido cortada y adaptada al espacio en el que ahora se halla 861 . Esta cajonería podría ser la que se contrata por el convento el 5 de abril de 1747 con el maestro ensamblador de Peñaranda de Bracamonte, Juan Bautista Cabañes 862 .
La reja (pieza nº 43) que en su día hizo Vallejo, según el mencionado contrato con los testamentarios de 1610, tal como se describe que será a semejanza de la del monasterio de doña María de Aragón: “...
el dicho Alonso de Vallejo se obliga de hazer haber una rreja de yerro grande para las gradas del altar mayor del dicho convento de San Agustín, que a de ser a la traza y según y de la forma y manera que está en el monasterio de dona María de Aragón de la dicha villa de Madrid sin descrepar de la traza y echura della en cosa alguna y a de ser de yerro bien labrada y acabada en toda perfezión. ...”
863 es posible que fuese la que en su día estuvo en el exterior de la iglesia de San Nicolás de Bari, tal como muestra una fotografía antigua, y que ha desaparecido en la actualidad. Esta hipótesis se basa en la comprobación de que es una reja de interior, por lo que es evidente que no se hizo la misma para el atrio exterior del acceso a la iglesia desde la plaza. También se observa un
441 remate superior con lo que parece ser un corazón de la orden agustiniana. Por otro lado habiendo comprobado las medidas que pudo tener en la cabecera de los agustinos, vemos que son ligeramente mayores que las que corresponden en su ubicación de San Nicolás, por lo que hubo que retocar de forma mínima los módulos extremos, como parece observarse en la imagen.
El convento de Nuestra Señora de Gracia, entre otras piezas que posee del convento de los agustinos, guarda algunos objetos de orfebrería que pudieron pertenecer al mismo a juzgar por los símbolos cardenalicios ya mencionados, sin que se tengan otros datos al respecto. Estas piezas son un relicario (pieza nº 44) bordado en metales preciosos y 2 sacras de plata (piezas nº 45) de marcado baroquismo. 79. Relicario en el convento de agustinas (pieza nº 44) 864 A. H. N., Sección Clero, legajo 589, s.f. Registro desamortización legajo 18, carpeta nº 25. Fotografías cedidas por Carlos Martín Serrano. 442
80. Sacras en el convento de agustinas (piezas nº 45) En la iglesia de Santa María del Castillo se localizan una casulla y dalmática ( piezas nº 46) que se mencionan en esta relación, por ser ambas piezas un posible regalo del cardenal Quiroga a esta parroquia al haber sido bautizado en ella, y junto con sus padres, ser parroquianos de la misma
.
865 Esta venta, denunciada en su momento por el Ayuntamiento de Madrigal ante Bellas Artes, no consiguió la devolución del escudo. 866
“...se an de hazer y asentar cinco pedrestales de orden dórica en los enquentros de las messas de la dicha scalera y las bassas an de ser con su plinto, talón, rebelso y bocel, filete y copada, que tenga de ancho por lo menos un pie o lo que más convenga guardando la arquitetura y correspondenzia y en la dicha basa u basas se a de hazer una caxa en su medio donde se enbeva la solera de los balaustres que se an de sentar yncorporados y enplomados contra los dichos pedrestales...”. A. H. P. A., Nicolás Alonso de Mercado, protocolo 3982 s.f. 867 En este mismo patio se localizan algunas otras piezas de origen incierto, entre ellas un fragmento de una escultura de alabastro que pudo pertenecer a los sepulcros de Alonso de Vallejo para la cabecera de la iglesia del convento. 443
1.8.1.4.5 Fragmentos de algunas partes del edificio : Ya se ha descrito como no solo se expoliaron los bienes muebles del convento, sino que el edificio mismo fue objeto, en determinados momentos, de la venta de algunas de sus piezas constructivas, especialmente de aquellas, que como los elementos pétreos, tenían una demanda para ser utilizados en el proceso constructivo del tejido urbano de Madrigal. También existen numerosos testimonios sobre la venta del ladrillo de tejar del convento, que fue posteriormente usado como material de construcción. Especialmente se extrajo de la zona O del convento, a espaldas de la villa, quizá por ser la zona que presentaba mayores derrumbes previos. Por testimonio oral, sobre la década de 1950-1960, se habría vendido por Augusto Sobrino, el escudo de esquina que tenía la torre exterior, en su orientación N, donde todavía se puede apreciar el mechinal de su desmontaje. Este escudo fue llevado al parecer a un chalet de Valdemartín, en la provincia de Madrid, sin que esta pieza se haya podido localizar
. Entre las numerosas piezas de piedra diseminadas por la villa, se encuentran dos de las pilastras de la escalera principal del claustro (piezas nº 47), que realizó Francisco Cillero en 1644, del total de 5 que contrató con los frailes por un montante de 9.600 reales 866 . La primera pilastra se localiza en el patio de una casa en la plaza de San Nicolás, que perteneció a la familia Sobrino
867 . La segunda forma parte del zócalo de una vivienda en esquina en la calle Arévalo. 82. Pilastras de la escalera principal del convento (piezas nº 47) 444 En una casa situada en la calle Isabel la Católica, junto al Pradillo, existe en su segunda planta una columna con su basa y capitel (pieza nº 48) que perteneció al convento agustino, según testimonio del albañil que hizo la casa, el cual compró la pieza al propietario del convento, y la partió para ajustar su altura a la terraza de dicha vivienda. Esta columna pertenecería al antiguo claustrillo medieval del convento, entre cuyos cimientos todavía pueden observarse alguna otra basa de piedra. En el mencionado jardín del Pradillo existen diversas piezas diseminadas por el suelo, algunas de las cuales son basas iguales a la de la casa anterior. (piezas nº 49)
445 En el claustro del convento de las agustinas se conserva una puerta (pieza nº 50) que perteneció al convento de los frailes por el capelo cardenalicio que se observa en su remate superior, la cual fue cortada para encajarla en el hueco actual. No se conoce donde se hallaba situada originalmente, pero por su tamaño pudo ser una puerta principal.
868 Registro de la propiedad de Arévalo, inscripción nº 491, folio 180 vº, libro IX. 869 Algunos datos del último periodo del convento agustino, desde 1891 hasta el momento presente, han sido facilitados por uno de los actuales propietarios, D. Joaquín Sobrino, que vive actualmente en Medina del campo. 446
1.8.2 El monasterio hasta nuestros días. Habíamos visto en 1886, según el texto que aparece en la Crónica Agustiniana, como al describir el estado en el que se encontraba el convento, se dice que se ha convertido en fábrica de harinas, que quizá se situase en el cuerpo de la iglesia, y en viviendas que ocupan varios inquilinos. Es este periodo en el que se termina de expoliar los bienes muebles que quedan, “labor” que corre a cargo, como se ha comentado, de Manuel Villar Pérez, fraile exclaustrado, sobrino del último provincial, el cual acaba vendiendo el convento, en 1891, a Esteban Sánchez Bordona. Este contrato de venta se celebró con la condición siguiente:
. El farmacéutico de Alba de Tormes, Esteban Sánchez Bordona, bisabuelo de uno de los actuales propietarios 869 , lo compra el 25 de mayo de 1891 y a partir de ese momento se trasmite por herencia a sus descendientes. La compra de esta finca por Esteban Sánchez a Manuel Villar, se hace por el valor de la tasación efectuada, en la cantidad de 6.800 pts. estableciéndose una hipoteca por el comprador a favor de la Caja de Socorro de Labradores y Ganaderos, fundada en Salamanca por los condes de Crespo Rascón. A la muerte de Esteban en 19 de julio de 1912, su hijo Alfredo Sánchez Moyano, cancela la mencionada hipoteca. Esteban, casado con Marcelina Moyano Aguilar, tuvo cuatro hijos. Alfredo, Joaquina, Francisco de Paula y Cayetano Sánchez Moyano, de los cuales, los dos primeros heredan el Convento. Francisco fue a su vez boticario de Madrigal y su hermano Cayetano, el primer alcalde de Madrigal, con el Nuevo Régimen, muriendo en 1903 y dejando de su matrimonio con doña María de la Consolación Fernández de la Mela y Luengo, tres hijos, Esteban, Flora y Cayetano Sánchez Bordona y Fernández de la Mela, nietos del otorgante, según consta en el testamento que hizo Esteban el 30 de abril de 1909 ante el notario con residencia en Madrigal don Enrique Escribano García. “...Practicadas particiones por la viuda doña Marcelina Moyano Aguilar de setenta y un años, profesión sus labores y propietaria vecina de Madrigal de las Torres, los herederos don Alfredo Sánchez Moyano de cuarenta y cuatro años, casado abogado del estado, vecino de Salamanca, doña Joaquina Sánchez Moyano y su esposo Teófilo Sobrino Sanz de treinta y cuatro y treinta y seis años, profesión sus labores y farmacéutico, vecino de Fuente el Sol; don Francisco de Paula Sánchez Moyano, de treinta y dos años, casado, farmacéutico, vecino de Madrigal; y doña María de la Consolación, conocida con el de María de Consuelo Fernández de la Mela y Luengo, de cuarenta y tres años, viuda, profesión sus labores, vecina de dicho Madrigal, como madre y representante legal de sus menores hijos don Esteban, doña Flora y don Cayetano Sánchez y 870 Registro de la Propiedad de Arévalo, inscripción nº 491, libro IX. 871 Escritura de compraventa mencionada, p. 152. 872 Ibídem, p. 153. 447
Teófilo Sobrino Sanz, casado con Joaquina Sánchez Moyano, compra por 2.000 pts, a su cuñado Francisco, la otra mitad de la propiedad del convento, volviendo a reunir el 100 % del mismo. En la escritura de compra de Teófilo a Francisco se describe: “Iglesia sin terminar en cuanto a las torres, patio con peristilo de piedra, capilla y otras varias habitaciones, en cada uno de sus pisos bajo y principal” 871 . En cuanto a lo que fue la zona de huerta se describe en la misma escritura: “Mitad indivisa de una huerta al sitio llamado Convento de Frailes, cerca de tapia de fábrica, con una puerta carretera, que da la Camino del Villar. Tiene dos norias, una construida en la fuente llamada de Santa Clara, y la otra en lo que antes fue pozo.” 872 . La puerta carretera, según señala Joaquín Sobrino, unía la esquina N O de la Iglesia con 873 Documento privado en poder del actual propietario. La priora que lo firma es sor Rosario Sánchez Fernández. 448 la tapia sobre el camino, que todavía se conserva su arranque, siendo una puerta que forma aproximadamente un ángulo de 45º con respecto a dicha tapia, así como con la fachada de la Iglesia. La fuente de Santa Clara es quizás la que existe al N E. Teófilo y Joaquina tienen dos hijos, Augusto y Luis Sobrino Sánchez. Augusto, compra a la muerte de los padres la mitad del convento que le había tocado a su hermano Luis, “al sitio de la Vega, ayuntamiento de Madrigal “, según consta en la compraventa. Las superficies que constan en esta escritura son de 1 ha., 59 a. y 3 ca. de las cuales 1 ha. se considera de regadío y el resto es ocupado por el convento. Durante la Guerra Civil no conocemos que el convento sufriese daños significativos, toda vez que Madrigal quedó desde un primer momento adscrita al bando “Nacional”. En el año 1952 se derrumba parte de la fachada principal del convento, debido al parecer a fuertes vientos. Esta parte se reconstruyó recientemente, como se observa en la distinta tonalidad del ladrillo. Augusto fue el padre de los actuales propietarios del convento que son: Joaquín, María y Natividad. En Junio de 1995, les fueron entregados en depósito a las Agustinas de N. S. de Gracia de Madrigal, los dos escudos de piedra que en su día flanqueaban la fachada de la iglesia, sobre las torres de la misma, donde todavía se notan las entalladuras de la fábrica. Este depósito de la familia Sobrino, se efectúa ante el temor a que dichos escudos puedan desaparecer, dado el estado de abandono que sufre el convento en la actualidad, y está firmado por la priora del convento de las agustinas 873 . Con fecha de 28 de enero de 2004 la Comisión de Patrimonio de Ávila aprobó una propuesta para solicitar a la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, la incoación de procedimiento para la declaración como Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento las ruinas del ex convento de San Agustín de Madrigal de las Altas Torres, sin que hasta el momento se haya producido tal incoación ni declaración. Este año se produjo la sustracción de varias piezas de piedra del claustro, de gran formato, de entre las que están derruidas sobre el suelo. El día 3 de diciembre de 2005, se produce una manifestación en Madrigal convocada por los vecinos y asociaciones de defensa del patrimonio, para que la Administración tome cartas para evitar la ruina de los restos del convento agustino de extramuros. En todo caso, a principios del siglo XX, vemos como el convento sigue su lento proceso de ruina y es dedicado, por los nuevos propietarios, a tierra de labor. D. Manuel Gómez Moreno nos describe, con bellas palabras, el estado del edificio conventual en 1901: “...pero vino la exclaustración y con ella el despojo, ruina y abandono de lo que tanto merecía respetarse. Los huesos del cardenal se llevaron, con su epitafio, al convento de monjas; pero los fragmentos de su estatua yacieron por muchos años tirados entre los escombros de la hundida iglesia: del retablo no quedó más que las imágenes susodichas y los cuadros de Pantoja, Carvajal y Juan de Haro, están perdidos si no es que fenecieron también.” “La iglesia había sido algo reformada en el siglo XVIII; tiene capillas a los lados de su nave, y dos torres elegantes en la fachada, todo ello hecho de ladrillo y en ruina (transformada en 874 M. Gómez Moreno, Catálogo monumental de la provincia de Ávila, Ávila: Institución Gran Duque de Alba - Ministerio de Cultura, 1983. 449
panera, han desaparecido las torres). El vastísimo convento extiende su larga fachada de dos pisos, con pórtico en medio de cantería sencillísimo, y otra torre en ángulo, decorada con pilastras toscanas y recuadros; por único adorno, campea el escudo del cardenal. El patio es bien hermoso, a pesar de su sequedad; abajo tiene en cada frente cinco arcos entre pilastras dóricas de muy poco resalte, que sostienen el entablamento, y arriba hay ventanas, otras pilastras sin capitel y cornisa de modillones; todo de piedra cuidadosamente labrada 874 . Existen escasas fotografías del edificio en el inicio del siglo XX , algunas de las cuales se incorporan a este texto, permitiendo comprobar el estado en que se encontraba el convento. Como se ve en las imágenes y aunque el edificio presenta partes arruinadas, como la cubierta de la iglesia y otras, todavía mantenía sus volúmenes principales. La imagen nº 86 es una fotografía que aparece en el Catálogo Monumental de la Provincia de Ávila, que D. Manuel Gómez Moreno elabora en 1901 y corresponde a la fachada principal, donde pueden verse todavía muchos de sus detalles. La nº 87 es un detalle ampliado de la anterior sobre la fachada de la iglesia, en el cual se puede observar la portada rehundida (desaparecida al convertir la iglesia en silo de grano) de perfil adintelado con pilastras rematadas en tímpano. La imagen nº 88 es una de las de mayor interés, pues nos muestra el ángulo E de la iglesia, cuando todavía conservaba casi todas sus fábricas exteriores. En ella podemos observar la composición estructural del templo, apreciando los ligeros machones de la nave principal, sobre las desaparecidas cubiertas de las capillas hornacinas. También nos muestra la secuencia de la iluminación a base de vanos termales y la estructura de apoyo de la bóveda tabicada que tenía el convento antes de arruinarse las cubiertas. La imagen nº 89 es un detalle de la anterior. La imagen nº 90 está extraída de una cinta cinematográfica de 1929, filmada por la Sección Cinematográfica de Aviación Militar para el I.C.E., muestra un punto de vista similar a la nº 85. Vemos como se conservan las fábricas de la fachada principal, incluso la cubierta del cuerpo de la escalera principal, que sobresalía del resto. La nº 91 muestra la parte trasera del convento, de gran interés por ser una de las pocas que da información sobre esta parte, aunque su mala calidad dificulta la apreciación de algunos detalles. No se conoce la fecha de su ejecución, quizá similar a las anteriores, observando como falta el volumen de gran parte de la orientación O, quizá por que en esa zona se conservaban algunos cuerpos del viejo convento medieval. Las dos siguientes, nº 92 y nº 93, corresponde a las vistas interiores del claustro, perteneciendo la primera de ellas a la misma publicación del patrimonio abulense de Gómez Moreno. En esa imagen todavía se conservaban parte de los forjados de madera de la planta alta del claustro. Las nº 94 y 95, pertenecen a la colección del museo de Urueña, quizá de mitad de siglo. Muestran el convento desde el lado O de la torre y ya se aprecia el derrumbe de parte del cuerpo de la escalera.
875 M. Gómez Moreno, Catálogo monumental de la provincia de Ávila, Institución Gran Duque de Alba, Ávila, 1983, nº 646. Procede del archivo M. Nava y V. Salas, según cita el propio autor, sin conocer la fecha exacta de su toma. 450
En esta fotografía aérea de 1965, de la imagen nº 96, todavía no estaban las cubiertas de fibrocemento de la iglesia y sacristía, actuación que se llevó a cabo posteriormente, al objeto de aprovechar estos espacios como naves de almacén de granos, uso que todavía hoy perdura. En la foto se aprecia la existencia del muro de cierre de la huerta y algo de su arbolado, así como parte de la fachada posterior, que en ese año aún se conservaba. Esta cubrición de estructura metálica y placas aligeradas, que se puede ver ya en la fotografía aérea de 1976 (imagen nº 97), originó por una parte el desmoche de los muros de las mencionadas piezas para el enrase de su apoyo, pero por otra ha evitado que los escasos restos que quedan de las mismas se terminen por desmoronar.
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