Tesis doctoral


Fachada principal del convento de Madrigal al inicio del siglo XX


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86. Fachada principal del convento de Madrigal al inicio del siglo XX 

875

.

451

87. Detalle de la anterior. Fachada de la iglesia.

876

   Publicada por A. García Zurdo, Madrigal de las Altas Torres, cuna de la hispanidad, Madrigal, 1961, p. 130.

452

88. Lateral E del convento de Madrigal al inicio del siglo XX

876

.

89. Detalle de la imagen anterior.


877

   Imagen extraída de una cinta de vídeo del antiguo Patronato Nacional de Turismo, Estampas Españolas,

perteneciente al ICE (Información Cinematográfica Española), elaborada por la Sección Cinematográfica de Aviación Militar

en 1929. Documento facilitado por D.  Firmo Zurdo Manso.

878

   Cedida por L. A. Portillo Zaballos.



453

90. Fachada principal del convento en 1929 

877

.

91. Aspecto posterior del convento de Madrigal, sobre el primer tercio del siglo XX  

878

.

879

   M. Gómez Moreno, op. cit, nº 647.

454

92. Interior del claustro

879

.

 

93. Interior del claustro.


880

   Colección del Centro Etnográfico de Urueña, en Valladolid.

881

   Colección del Centro Etnográfico de Urueña, en Valladolid.



455

94. Lateral N O del convento a mitad de siglo XX 

880

 .

95. Fachada N O torre 

881

 .

882

   Ampliación parcial de una fotografía del archivo de Paisajes Españoles de 1965.

883

   Ampliación del vuelo fotográfico sobre Madrigal realizado por el Instituto Geográfico Nacional en 1976.



456

96. Fotografía aérea del convento en 1965 

882

.  

97. Fotografía aérea del convento en 1976 

883

.

884

   Una colección de fotos sobre el estado actual del convento, se incluye en el Apéndice, 5.9.

885

   El formato de ladrillo empleado en la iglesia es 1- 1/2 -1/10 , que corresponde aproximadamente a las medidas



29 x 14,5 x 3 cm.

457


1.8.3

Estado actual del convento

.   

 El aspecto que ofrece hoy día el convento de San Agustín extramuros, al sur de Madrigal,

es el de una enorme ruina que se alza sobre una llanura de cereal 

884

. Pocos muros quedan ya en

pie, aquellos que por su grosor han logrado resistir el abandono y expolio que ha sufrido el

convento a partir del siglo XIX, primero con la ocupación francesa y  más tarde con la marcha

de los agustinos provocada por las medidas de supresión y desamortización, que culminaron con

la subasta y venta del convento en 1844.

Se describen someramente las partes que todavía conservan algunas estructuras iniciales

reconocibles, tales como la iglesia, el claustro o el cuerpo de la fachada principal, pues del resto

solo se mantienen en pie algunos arranques de muros aislados. En el apéndice 5.9 se incorporan

un juego de fotografías sobre el estado en el que se encuentra actualmente el edificio.



1.8.3.1  La iglesia: 

Constituye una de las piezas  más significativas del convento, ocupando

la linde E del recinto y con fachada al camino del Villar. Aunque la iglesia ha perdido casi las

dos terceras partes de su volumen y todo su mobiliario y acabados interiores, sus restos son los

que en estos momentos están mejor protegidos del conjunto conventual, ya que la cubierta

metálica, la resguarda de la entrada de agua. Se utiliza para almacén de granos.

En la actualidad la iglesia conserva el arranque de prácticamente todos  sus muros hasta

una altura aproximada de 7,5 m, que coincide con la altura de los arcos que se abren desde la

nave principal a las capillas hornacinas laterales. Estos muros arrancan de un zócalo continuo de

sillería de granito de Cardeñosa y son de ladrillo



885

 tomado con mortero de cal, de 4 pies de

grosor ( 1,12-1,15  m) . Hasta la altura mencionada se conservan algunas de las molduras y fajas

de sus paramentos, así como los óculos de las capillas laterales y las puertas de comunicación

con el claustro y la  sacristía. Estas capillas laterales están comunicadas entre si mediante huecos

de medio punto alineados sobre los muros exteriores. Las muros de las capillas que lindan con

el crucero incorporan unos “atajos”, que servían en su día de acceso a los púlpitos.

Se han perdido la totalidad de la bóvedas, tanto la del cimborrio como las tabicadas de

la nave principal, crucero, capillas y coro, así como las cubiertas originales del edificio y sus

estructuras de madera. También han desaparecido, del lado del Evangelio, los arcos 1º y 3º,

contados desde los pies, que separan la nave principal de las capillas laterales, manteniéndose

los cuatro del lado de la Epístola. Se conservan los arcos de acceso de las dos capillas funerarias,

a ambos lados de la cabecera, que albergaban en su día los sepulcros funerarios de Quiroga y de

sus padres.

Esta cabecera al exterior se ha reforzado con cuatro grandes y toscos contrafuertes, que

nada tienen que ver con el volumen original y que pertenecen a época reciente, cuando empezó

a usarse la iglesia como silo, a modo de refuerzo para el previsible empuje del grano.


458

En el interior las paredes conservan el revestimiento de cal original en algunas zonas,

pero la mayoría de los paramentos muestra la fábrica de ladrillo de tejar, desnuda de los

enlucidos que la decoraban. La parte inferior de los muros en contacto con el suelo, muestra una

franja de humedad que alcanza la altura de 2-3 m, sobre la que se ha colocado una lámina

plástica, para evitar la pudrición del cereal.

Sobre la portada se conserva la escultura de San Agustín de bulto entero y tamaño real,

sobre hornacina de concha enmarcada con pilastras y tímpano partido, con figura de corazón

agustiniano. La figura, de buena factura, tiene alguna perdida de material, en el brazo derecho.

El arco de medio punto exterior que cobijaba la portada, hoy desaparecida, se ha cerrado

mediante un portón de chapa metálica, que sirve a la nave, compuesto de dos hojas correderas,

cuya guía está anclada a la fachada y sobre esta guía se ha tapiado con ladrillo hueco hasta el

arco. La antigua portada, tal como se observa en algunas fotos antiguas, era adintelada con

jambas apilastradas de piedra, no disponiéndose de otro tipo de documentación sobre su aspecto

que el mencionado. Se derribó con la obra de reconversión de la iglesia en nave agropecuaria.

Las torres de la iglesia han perdido sus fábricas superiores, conservándose sus muros

hasta una altura de 12,20 m, habiéndose cubierto con la misma estructura metálica y placa de

fibrocemento que se describe. La torre de la derecha mantiene su primer cuerpo interior

abovedado y en la de la izquierda ha desaparecido la escalera interior que permitía subir hasta

el coro. 

Sobre el nivel del solado primitivo se ha echado una solera de hormigón para facilitar la

entrada de tractores y maquinaria pesada, desconociendo si por debajo de esta subsistirá todo o

parte del solado primitivo, de losas blancas y negras. También se ha suprimido el recrecido de

la cabecera en el altar mayor, que se componía mediante siete peldaños, al objeto de facilitar el

acceso a los vehículos de carga.

Como ya se ha comentado la iglesia actualmente está cubierta por una estructura de

cerchas y correas metálicas. Las cerchas, a dos aguas, apoyan sobre los muros de cerramientos

exteriores del edificio, lo que provocó en el momento de su ejecución, que se desmochasen parte

de los pilares y arcos de ladrillo de la nave central, para el paso de los tirantes de estas cerchas.

La cubrición actual se compone de placas de Uralita sobre correas metálicas de celosía.



1.8.3.2   El claustro y la escalera principal: 

 El claustro es la pieza “ mejor conservada” del

conjunto, por cuanto se mantienen, en gran parte de su superficie, sus cuatro lienzos o fachadas

principales . De planta cuadrada, se organiza en dos plantas, la de abajo mediante cinco arcos de

medio punto entre pilastras resaltadas y la de arriba con huecos verticales en correspondencia con

los arcos, todo ello en sillería de granito de fina labra.

De este espacio de excelente factura y composición solo quedan, además de las fachadas

mencionadas, parte de los muros de carga de las crujías posteriores que delimitaban su

circulación, habiéndose perdido la cubierta, forjados de madera, bóvedas tabicadas, enlucidos,

fajeados, carpinterías y pavimentos. Sobre el suelo del claustro se acumulan numerosos sillares

de piedra, de elementos que se han ido cayendo con el paso del tiempo, algunos de los cuales han

desaparecido en el transcurso de la elaboración de esta tesis. La falta de los forjados de madera,



886

   Esta pieza enteriza, de 3m. de longitud, encajada entre las basas de los pilares y que apoya directamente sobre el

suelo, ha sido arrancada para su sustracción.

887


   Las piezas de la cornisa tienen  4 pies de anchura, 1 pie de altura y longitud variable, con un perfil compuesto de

aristas y bocel, todo ello sobre la pieza inferior de los modillones o ménsulas.

459

y sobre todo, de los arcos de ladrillo de las esquinas, que contrarrestaban los empujes de la



arquería y arriostraban las fábricas de sillería (de 40 pies de altura), ha provocado la aceleración

del proceso de desplome de sus lienzos, con el desprendimiento de algunos sillares, poniendo de

manifiesto el peligro inminente de su ruina y hundimiento.

Se mantienen, sobre muchas de las paredes, fragmentos de los antiguos enlucidos de yeso

y sus molduraciones y fajeados que enlazaban con los existentes sobre las bóvedas tabicadas que

existían en ambas plantas, tal como se puede observar mediante una cuidadosa lectura de sus

paramentos, y que se corresponden con las obras descritas  en los contratos de obra encontrados.

La mayoría de los huecos de acceso al claustro y de comunicación del mismo con las piezas

adyacentes se encuentran actualmente tapiados, sin poder precisar en que momento se ha

producido este cierre. Los huecos de planta alta de las fachadas del claustro han perdido parte

de sus rellenos de ladrillo, que debieron efectuar los mismos frailes, por motivos de

acondicionamiento térmico . El remate superior de los muros se encuentra sin ningún tipo de

protección que impida las filtraciones de agua de lluvia y aunque la cal de las fábricas parece de

excelente calidad, el avance de la ruina va en aumento.

La fachada N E, que da sobre la sacristía, mantiene su sillería aplomada, si bien ha

perdido uno de los pretiles (el situado más al N) situados entre los apoyos de los pilares de las

arquerías

886

.  La cornisa de esta ala del claustro es diferente de las demás, pues ya hemos visto

como se modifico en 1696 por un desplome de la fabrica, reconstruyéndose sin los modillones

que tienen las otras y con 1 pie menos de anchura. Este paño no conserva ningún resto de

estructura de madera de los forjados, así como tampoco de los arcos formeros de ladrillo de las

capillas de las esquinas, probablemente porque, cuando se cubrió con placas de fibrocemento la

sacristía, se arrasó la coronación del muro de la misma que da sobre el claustro, al objeto de

facilitar los apoyos.

La fachada S E es una de las  más deterioradas,  presenta desplomes en sus paramentos

de cantería, especialmente en la esquina E, de cuya cornisa se han desprendido 8 sillares



887

 ,

constituyendo el paño con mayor riesgo de derrumbe. El muro interior de esta ala, que



corresponde al cierre de la iglesia, conserva tapiados en planta baja los accesos a la misma,

habiendo desaparecido la atura de la planta superior. En este paño, al igual que el anterior,

tampoco mantiene ningún restos de su estructura transversal.

La fachada S O del claustro, así como la N O, son las que se conservan en mejor estado,

manteniendo tanto la doble altura de los muros interiores de crujía, como algunos pares de

madera de los forjados y dos arcos de ladrillo de arriostramiento de las esquinas. La primera

conserva los tres huecos por planta, que se abrían al refectorio y celdas. En la segunda se

mantiene el muro de cierre de la escalera principal, hasta la altura de arranque de la bóveda del

techo, cuya cubierta sobresalía por encima de las cubiertas del cuerpo de las celdas. 

 

De esta escalera principal, que se situaba sobre la esquina N del claustro, en eje con el



888

   En el deambulatorio del claustro de planta baja, la bóveda tabicada era de cañón continuo, entre los fajeados de

los arcos de las pilastras, y estaba interseccionada por los lunetos correspondientes a los arcos de sillería y sus opuestos de

yesería, cuyas flechas eran menores que las de la bóveda pasante. En las esquinas la bóveda en planta baja era de arista, por tener

estas capillas  la planta cuadrada. En la planta alta, así como en el refectorio y sala capitular, las bóvedas tabicadas eran de perfil

rebajado, para ajustarse a la altura de los forjados.

460

acceso principal al convento, no queda más que el vacío de lo que un día fue su volumen. Esta



escalera era de tres tramos, sobre bóveda de sillería, los dos primeros paralelos al muro del

claustro y el tercero perpendicular al mismo. Se mantienen algunos restos de los arranques de

las bóvedas donde apoyaba el peldañeado y también los apoyos de la mencionada bóveda

tabicada superior, sobre una cornisa moldurada con decoración floral. Esta bóveda es probable

que fuese de arista.

En los dos muros centrales que se conservan en pie, sobre los cuerpos S O y  N O del

claustro, se mantienen, tanto por el lado de las arquerías como por el lado opuesto, donde se

situaban la sala capitular y el refectorio, muchos de los arranques de las bóvedas tabicadas y las

molduras perimetrales de los lunetos semicirculares y sus yeserías, que nos permiten imaginar

la ornamentación de estas dependencias



888

. Estos muros piñones conservan prácticamente la

altura original, permitendo ver su composición constructiva, que en planta baja es íntegramente

de fábrica de ladrillo de tejar y en planta alta se transforma en muros machonados, con paños

intermedios de ripios y argamasa, regularizados por verdugadas del mismo ladrillo.

1.8.3.3   El cuerpo de la fachada principal: 

La Fachada corresponde a lo que en su día se

llamó cuarto nuevo, cuya obra corrió principalmente a cargo de Alonso de Vallejo. Engloba la

iglesia, sacristía, cuerpo de acceso o portería, librería y la torre N, con una segunda planta de

celdas. De esta crujía se conserva, aparte de la zona de la iglesia, la sacristía, que está unida

interiormente a la portería, al haberse derribado el muro interior que separaba ambos espacios.

Las fábricas de ladrillo de la fachada se encuentran derruídas en la planta superior, habiendo

perdido en su interior forjados, bóvedas tabicadas y cubiertas, conservándose algunos arranques

y machones de ladrillo y cal, sobre zócalo de tres hiladas de piedra de granito. 

La sacristía es el otro cuerpo que, junto con la iglesia, se encuentra cubierto con una

estructura reciente, para su uso como nave. Esta cubierta es de cerchas y viguetas prefabricadas

de hormigón y faldón de placas de fibrocemento, con una sola agua hacia el interior del

convento. En este cuerpo han desaparecido las particiones interiores que dividían sacristía y

antesacristía, así como la que separaba la primera con la portería. Tampoco se conservan las

bóvedas, ni los arcos de ladrillo transversales que se hicieron en su día como refuerzo estructural,

por el sobrepeso de las celdas y de los que solo se mantienen parte de sus machones. El

pavimento de todo este recinto es también una solera de hormigón. En la fachada de este cuerpo

se observa la reconstrucción de parte de su fábrica de ladrillo delantera, que fue la que se

derrumbó, al parecer por un golpe de viento. 

El cuerpo de acceso y portería , situado sobre el eje principal del convento, conserva al

exterior la portada de sillería (aunque se han perdido las dos “virtudes” laterales), labrada en

piedra granito de Cardeñosa, con tres arcos de medio punto embebidos entre pilastras y el escudo



889

  Este escudo de armas de Quiroga, es ligeramente diferente que el que aparece en algunos documentos como el de

la Biblioteca Nacional (ER-2724 / 43). Él de la portada del convento (al que concedemos mayor exactitud) se compone de timbre

con el capelo cardenalicio rodeando un escudo cuartelado en cruz. El primer cuartel se compone con cinco bastones, el segundo

con roble apoyado en tierra, el tercero una flor de lis enmarcada por seis dados de plata y el cuarto de cuatro fajas verticales.

Sobre la bordura superior y bajo el capelo, una cruz en el eje del cuartel. 

El escudo de la Biblioteca Nacional difiere en los aspectos siguientes. La orla eclesiástica tiene un cuerpo menos (hay

que recordar que Quiroga fue tanto obispo de Cuenca como posteriormente arzobispo de Toledo, antes de ser investido cardenal).

Los cuarteles 2 y 3 están intercambiados respecto al de la portada del convento de Madrigal, y el cuartel nº 4 es de tres fajas

horizontales en vez de las cuatro verticales del primero.

890

  Esta torre disponía de un reloj, el cual tampoco se conserva.



891

   El que se hayan caído las fachadas interiores de la torre puede ser debido a la ruina de los edificios y sus cubiertas

que entestaban contra ellas. La fachada S E que mira hacia el claustro, se conserva en sus 2/3 partes aproximadamente.

461


de armas de la casa Quiroga 

889

.  En esta zona se mantiene parte de las fábricas de ladrillo de la

segunda planta, en lo que fue la fachada de la celda prioral y sus huecos, que sabemos tuvieron

un balcón volado de forja.

De los tres arcos de piedra de la portada, los dos laterales se encuentran tapiados,

conservando el de la derecha el parteluz termal original, que servía de iluminación de la portería.

El hueco central se ha cerrado mediante una puerta de chapa metálica. Todo este espacio de

sacristía y acceso principal se ha recrecido en algunas partes de su perímetro con ladrillo hueco,

al objeto de su uso agrícola.

El cuerpo derecho de la fachada, comprendido entre la portería y la torre, donde pudo

ubicarse la librería y sala de estudio, se encuentra totalmente arruinado, manteniendo solamente

la parte baja del muro exterior. Este cuerpo estuvo abovedado en su día, como se puede observar

por las rozas existentes junto a la torre, en el intradós del muro.

De la torre de la esquina norte solo se conservan en pie las dos fachadas exteriores,

habiendo perdido los forjados de madera y sus cubiertas, así como sus bóvedas, de las que

todavía se observan sus arranques en algunas zonas 



890

. Falta también el escudo de la esquina

norte que existía sobre la fachada de la torre. 

La torre, por estar situada sobre la zona de terreno de menor cota, se asienta sobre un

zócalo de sillares de piedra de 5 hiladas, con una altura aproximada de 2,10 m en la cara N O.

Sobre esta base se levantan las fábricas de ladrillo, que en la planta baja tienen un grosor de 5

pies (1,40 m aproximadamente) y en las dos plantas superiores van disminuyendo de sección,

hasta la cornisa de 75 pies de altura ( 21 m), cuyo grosor es de 3 pies. Al exterior, las dos

fachadas que se mantienen en pie

891

, conservan las molduras, pilastras y recuadros de ladrillo,

ligeramente resaltado, que organizan su composición geométrica. Los dos cuerpos bajos

incorporan un hueco central en cada fachada, delimitados por las cornisas pasantes del edificio.

El cuerpo superior se estructura mediante tres paños verticales rehundidos, rematados en arco

de medio punto y enmarcados por pilastras dóricas que llegan hasta la moldura de cornisa, a

modo de entablamento. Este cuerpo superior está, a su vez, dividido horizontalmente en tres

bandas  por dos molduras que delimitan los paños rehundidos centrales, creando dos cuerpos de

recuadros entre las pilastras, uno por encima y otro por debajo de los mencionados paños. La

moldura inferior monta sobre el resalte de las pilastras, creando una basa para las mismas, que

en los entrepaños se convierte en antepecho. Algunos de los huecos originales, uno por fachada


892

   En la fotografía aérea de 11 de julio de 1965 (lámina nº 96) de Paisajes Españoles, se aprecia todavía la cerca de

la huerta.

462


y planta, se han cegado o transformado y se han abierto otros (en el segundo cuerpo), quizá en

la época en que el convento fue usado como viviendas, a mitad del siglo XIX. 

La dimensión interna de la torre en planta baja es de 7,6 m en el sentido de la fachada

principal y de 7,2 m en el perpendicular. Al interior no se conserva ningún tipo de estructura,

pero todavía son visibles en planta baja  las juntas de los arranques de las bóvedas tabicadas,

sobre los enlucidos de los paramentos. Se aprecian las rozas de las zancas de la escalera que

subía de la segunda a la tercera planta, no existiendo ningún indicio en el cuerpo bajo, lo que

indica que la escalera principal de este cuerpo se situaba fuera del perímetro de la torre, cosa

lógica por otra parte, a nivel funcional. Existen, sobre los paramentos interiores de la torre de las

plantas altas, numerosos mechinales artificiales alineados, lo que parece indicar que en algún

momento se usó como palomar.


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