Tesis doctoral
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- 1.4.1 Las tres fases de las obras de los testamentarios.
- 1.4.2 Contrato y desarrollo de la obra de Juan del Ribero .
- Declárase no a de llevar torre ni campanarios por averlo.
368 . El 12 de abril de 1590 , en monumental procesión que partió del convento de Los Angeles, el cardenal Quiroga lleva el Sacramento inaugural. El Greco colabora en la elaboración de las seis grandes telas que componían el gran retablo monumental de la cabecera. Alonso de Orozco fue superior de este convento, donde muere el 19 de septiembre de 1591, asistido por el propio cardenal Quiroga. Este agustino tuvo enorme influencia con Doña Juana, la hija del Emperador, y en el entorno familiar del monarca Felipe II. La edificación de esta colegio se relaciona con la del convento de Madrigal, pues Quiroga a la muerte de Doña María el 5 de septiembre de 1593, fue el que se encargó de continuar las obras del colegio junto con sus testamentarios, entre los que estaba Chiriboga, concluyéndose las mismas en torno a 1609
. No cabe duda que algunos aspectos fundacionales son similares a los que Quiroga establece para Madrigal, de entre los cuales, a modo de hipótesis, se destacan dos. El primero es que en ambos se parte de un patronazgo más modesto, que luego se transforma en una obra de mayor vuelo
, y el segundo es que en ambos hay una intención de que sirvan de casa de estudios teológicos, dentro de ese interés humanista de las clases privilegiadas a favor de la enseñanza que aparece en el siglo XVI. Otros puntos de confluencia son el influjo que existió para que ambas fundaciones se realizasen a través de la orden agustina, que en el caso Doña María se establece por mediación de sus confesores, Juan de Vega y el mencionado Alonso de Orozco, así como el que en ambos casos fuese el culto canónigo de la Colegiata de Talavera, D. Jerónimo de Chiriboga, el que finalmente gestionase su plan de obra. La iglesia del desaparecido convento de Doña María de Aragón, según se recoge en el plano de Texeira, tenía un volumen muy similar al de la iglesia del convento madrigalense y dada la fecha de su traza, sobre 1581, bien pudo servir a Quiroga de referencia. 371 Ver los siguientes autores y obras: M. D. Campos Sánchez-Bordona., "Arte y cultura en la biblioteca de Juan del Ribero Rada" en Humanismo y tradición clásica en España y América, León, 2003, pp. 311-333 ; de la misma autora: "Juan del Ribero Rada, arquitecto clasicista" en Altamira, nº LII, 1996. 127-166; y también: " Juan del Ribero Rada y el orden dórico" en Academia, nº 81,1995. 517-541. / A. Bustamante García, La arquitectura clasicista del foco Vallisoletano 1561-1640, Institución Cultural Simancas, Valladolid, 1983, pp. 88-101. / A. Rodríguez G. de Ceballos y A. Casaseca, “Juan del Ribero Rada y la introducción del clasicismo en Salamanca y Zamora”, en Herrera y el Clasicismo, Valladolid, 1986, 95-109. Del mismo autor A. Rodríguez G. de Ceballos, “La librería del arquitecto Juan de Ribero Rada”, en Academia nº 63, 1986, 123-154. / J. Rivera Blanco, Arquitectura de la segunda mitad del siglo XVI en León, Institución "Fray Bernardino de Sahagún" y Excma. Diputación Provincial de León, León, 1982. 191
La iglesia del convento agustino de extramuros, que traza y construye Juan del Ribero ha sido a veces citada por los estudiosos de la arquitectura tardo renacentista y especialmente por aquellos que han profundizado en la obra de este arquitecto 371 . Sin embargo nunca hasta ahora ha sido analizada ni estudiada con detenimiento, quizá por su estado ruinoso, o por la dificultad de su acceso, no obstante ser un edificio del máximo interés por cuanto se puede considerar una obra de nueva planta desarrollada en su totalidad por Ribero y que constituye una síntesis de su tipología de templo clasicista, en la etapa final de su vida. 1.4.1 Las tres fases de las obras de los testamentarios.
El periodo que discurre entre 1595 y 1635 engloba la mayor parte de las obras de ampliación y mejora del viejo convento de agustinos. Estas obras configuran la fisonomía principal que tuvo el monasterio, que se renueva a partir de unas trazas de 1590 que son las que definen su arquitectura y que nacen, como se ha visto, de la iniciativa personal del arzobispo de Toledo, el cardenal Quiroga, fallecido en 1594 y en las que intervino activamente Fray Luis de León. Este periodo se caracteriza por el impulso que toman las obras del convento, tras la muerte del Cardenal Quiroga y con los recursos económicos que administran sus testamentarios. Son numerosos los arquitectos, maestros de obras, escultores y pintores que intervienen durante este periodo en las obras y el ornato del convento. Algunos de estos arquitectos y maestros de cantería provienen de la Trasmiera y de los valles de Santander, como Juan de Ribero Rada y Juan de Nates, estableciéndose en Valladolid en primera o segunda generación. Otros se mueven en los círculos cortesanos, como Alonso de Vallejo y Juan Pantoja de la Cruz, y otro grupo numeroso corresponde a artesanos de ámbito regional. En todo caso se puede destacar la calidad de los arquitectos y artistas que intervienen en el convento, elegidos por iniciativa de los testamentarios del Cardenal y de Jerónimo de Chiriboga. Aunque no es excesivamente largo este periodo en el que se reconstruye prácticamente la totalidad del convento, lo hemos dividido en tres momentos debido al interés que tiene este proceso y al gran número de agentes participantes y documentación existente. El viejo monasterio agustino, que dejaron las monjas sobre 1530, con su probable tipología y aspecto “medieval” de unas cuantas edificaciones entorno a un patio principal y una de cuyas alas la ocupa una pequeña iglesia, se va a transformar radicalmente en un convento cuyo perímetro rectangular de proporción dupla, engloba distintas arquitecturas y distintos maestros, pero con una gran unidad que da tanto la “existencia” de una traza reguladora, como la utilización del mismo lenguaje arquitectónico en estos cuarenta años. Este proceso constructivo se va a ir
372 Durante el periodo de estos 40 años de obras, sigue funcionando como colegio de teología, además de ser el monasterio donde se celebran los Capítulos Provinciales de la Orden en Castilla. Los años en que durante este período se reúne el Capítulo Provincial en Madrigal son: 1591(muerte de Fray Luis), 1598, 1601, 1604, 1607, 1612, 1615, 1618, 1621, 1624, 1627, 1630, 1633 y 1635, aparte de otros muchos hasta el siglo XIX. 373
En las condiciones de la obra del claustro se habla de la traza firmada por Domingo de Iriarte, siendo más que probable que se elaborase a partir de los dibujos de la traza general del convento de Juan del Ribero de 1590. 192 desarrollando con los frailes habitando el edificio de forma permanente 372 , por lo que se desmontaran los elementos preexistentes y se sustituirán construyendo los nuevos, cuerpo por cuerpo.
Una primera etapa la constituye la iglesia, que se hace prácticamente nueva, y cuya traza y ejecución corre a cargo de Juan de Ribero Rada, prosiguiéndola tras su muerte en 1600 Juan de Nates. La adjudicación de la obra a Juan del Ribero, viene dada principalmente por ser el autor de la traza general del convento, como sabemos por el concurso de 1590 que corre a cargo de fray Luis de León, y por haber sido rematada dicha obra en Juan del Ribero, tras el recurso que interpuso a la adjudicación a Juan de Nates Naveda. Esta obra no llega a realizarse, quizás por la muerte del propio cardenal, así que no es de extrañar que, en el momento que se disponen de los fondos provenientes del expolio de Quiroga, sus testamentarios contraten directamente con Juan del Ribero el proyecto y ejecución de la iglesia. Una segunda etapa que abarcaría desde 1602 a 1618, tendría como protagonista principal a Alonso de Vallejo, escultor de Madrid, que comienza con el ornato de la recién terminada iglesia junto a Pantoja de la Cruz y termina como constructor de todo el cuerpo delantero del convento. Se pueden situar dos momentos en esta segunda etapa. Por una parte de 1602 a 1610 en el que las obras se centran en el retablo de la iglesia, entierros del cardenal Quiroga y de sus padres en la capilla mayor y diversas tallas para el coro, sillería, rejas etc. Pero a partir de 1610 Vallejo se hace cargo, hasta su fallecimiento en 1618, de la construcción del ala de la fachada principal del convento y probablemente de la crujía intermedia. En 1628 se tiene que reparar esta zona, ante la ruina que amenaza la parte de obra que hizo Vallejo, La última etapa se situaría entre 1628 y 1635, y en ella se acometen otras partes del convento, principalmente el claustro y escalera principal, cuya traza se la atribuyo a Domingo de Iriarte
, corriendo las obras, tras la muerte de este en noviembre de 1630, a cargo de Francisco Cillero, Francisco de la Hoya y Juan de Alvarado, estos dos últimos maestros de cantería de Salamanca. Queda por saber el momento en que se realiza la torre de la esquina N , de la que hasta la fecha no se ha encontrado documentación alguna. Cabe la posibilidad de que quede englobada en el “cuarto nuevo” (cuerpo de la fachada principal) que hace Alonso de Vallejo, pues la obra parece unitaria, y no hay adarajas ni juntas constructivas, como por ejemplo existen en el encuentro entre bodega y torre, en la fachada de la huerta.
374 A. Rodríguez G. de Ceballos y A. Casaseca , “Juan del Ribero Rada y la introducción del clasicismo en Salamanca y Zamora”, en Herrera y el Clasicismo, Valladolid, 1986, p. 108. 375
A. H. P. S., protocolo 5.312, f.697-708 v. 376
M. A. Aramburu -Zabala y l. de Escallada, “La partición de bienes de Juan del Ribero Rada”, en Altamira, VXI, 2003, 119-149.
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A. Bustamante García, La arquitectura clasicista del foco Vallisoletano 1561-1640, Institución Cultural Simancas, Valladolid, 1983, p. 92. 193
A la muerte del cardenal urge acometer en primer lugar la iglesia, por ser el lugar donde Quiroga eligió ser enterrado. La antigua nave mudéjar no se encontraba en condiciones dignas para este fin, toda vez que su tamaño era claramente reducido para su uso conventual. En 1595 los herederos testamentarios del Cardenal de Toledo D. Gaspar de Quiroga contratan, el 17 de octubre, en Madrid, ante el escribano Juan Cabello de Taburcias, la ejecución de la Iglesia del convento con el arquitecto Juan del Ribero, apareciendo como fiadores los maestros de obras Diego Sillero y Agustín de Argüello, que ya habían trabajado juntos en la construcción del Puente de Segovia en Madrid
. Se comprometen a terminar la obra en seis años y en el contrato se dice que la fachada imitará a la de la iglesia, hoy desaparecida, de San Felipe el Real de Madrid. Juan del Ribero, que fallece en 1600, no ve la conclusión de la Iglesia que se termina al año siguiente. Puede decirse que esta obra inicia la transformación arquitectónica del convento hacia su configuración como edificio clasicista. Aunque la vida y obra de Juan del Ribero se analizan en el apartado 2º de este trabajo, se esbozan algunos rasgos de su figura como arquitecto, que nos ayudan a situar su actuación en el convento de Madrigal. Juan del Ribero (1540-1600) es natural de Rada, en la zona de la Trasmiera; trabaja en León, Valladolid, Oviedo, Madrid, Ávila, Zamora y Salamanca, siendo el arquitecto más significativo, junto con Juan de Nates y Alonso de Tolosa, del primer clasicismo Vallisoletano, que estos arquitectos introducen en torno al referente de la obra de Juan de Herrera. En su testamento de 23 de octubre de 1600 pide ser enterrado en la Catedral, de la que había sido maestro mayor durante sus últimos años 375 . La partición de sus bienes se realiza el 6 de abril de 1606 y en ella se refleja la ejecución de la obra de la iglesia de Madrigal, que todavía quedaba por tasar 376 . Ribero había sido elegido en 1588 para proseguir las obras de la catedral de Salamanca 377 , entre un grupo de arquitectos a los que el cabildo solicita opinión para continuar unas obras que llevaban paradas desde 1585 desde la marcha de Martín Ruiz de Chartudi, aparejador de Rodrigo Gil de Hontañón. Entre los arquitectos a los que se consulta están: Juan Andrés Rodi, Juan de Nates, Nicolás de Vergara el Mozo, Juan de Herrera (que excusa su asistencia por motivos de salud) y el propio Ribero. Sin duda los cuatro últimos son los arquitectos más sobresalientes de la Meseta Norte en esos momentos. En su etapa de León, donde ya había colaborado en 1558 con el maestro Rodrigo Gil de Hontañón en el Palacio de los Guzmanes, Juan del Ribero interviene en numerosas obras, entre las que destacan: San Isidoro, en el que hace la escalera principal y el cuarto prioral (1573-1580), la iglesia de San Marcelo (1588), el Ayuntamiento (1584) y la Casa de las Carnicerías (1579). En el ámbito salmantino, zamorano y vallisoletano las obras de Ribero más destacadas, aparte 378 A. Rodríguez G. de Ceballos , “La librería del arquitecto Juan de Ribero Rada”, en Academia nº 63, 1986, pp. 123-154. 379
Ver el estudio introductorio de M. D. Campos Sánchez-Bordona de Los cuatro libros de arquitectura de Andrea Palladio, traducidos por Juan del Ribero Rada, edición facsímil, Junta de Castilla y León y Universidad de León, Salamanca, 2003.
380 A. H. P. S., Francisco de Gante, protocolo 3881, f. 407-410. 381 Según la hipótesis mencionada anteriormente sobre la coincidencia de emplazamiento entre las iglesias y los claustros primitivo y clasicista, frente a la otra posibilidad, de que el nuevo convento y su iglesia se situasen adosados al primitivo, en cuyo caso coexistirían durante un espacio de 15 años aproximadamente las dos iglesias. Este aspecto se podría aclarar con la ejecución de algunos sondeos arqueológicos. 194
de su labor en la mencionada catedral son: el claustro de la hospedería y escalera del monasterio de la Santa Espina (1577), la iglesia de las Huelgas Reales de Valladolid (1579), la remodelación del convento de San Benito el Real en Valladolid (1582), y el claustro de la catedral de Zamora (1592), que había sido destruído por un incendio el año anterior. Trabaja para muchas de las órdenes regulares, pues realiza obras para los benedictinos de San Vicente, los carmelitas de San Andrés, los franciscanos de Medina de Rioseco y los agustinos de Nuestra Señora de la Vega. En 1590 Ribero está trabajando en el convento dominico de San Esteban de Salamanca y contrata posteriormente, en 1595, con los testamentarios del Cardenal Pacheco, la conclusión de la Capilla Cerralbo en Ciudad Rodrigo, con traza de Juan de Valencia, obra que coincide en el tiempo con la que se lleva a cabo en la iglesia del convento de Madrigal, cuyo contrato es del mismo año. Juan del Ribero representa el prototipo de arquitecto cuya formación ya no proviene exclusivamente de la maestría en labores de albañilería o cantería, sino del estudio de las artes y del conocimiento de la tratadística. La librería de Ribero, inventariada tras su muerte, constaba de 151 títulos
, lo cual constituía para la época una biblioteca de cierta importancia. Hay que recordar que Juan de Ribero fue el introductor de la obra de Andrea Palladio
en el ámbito vallisoletano, al convertirse en 1578 en su primer traductor, cuando todavía vivía el autor italiano. Colabora en algunas de sus obras principales con Juan de Nates ( monasterio de la Santa Espina, convento de las Huelgas Reales de Valladolid, San Claudio en León, monasterio de San Benito etc.) por lo que no es de extrañar que fuera este arquitecto el encargado de continuar en 1600, a la muerte de Juan del Ribero, la obra de la iglesia de Madrigal, la cual, en ese momento estaría ya muy avanzada. La obra de la iglesia se contrató por un coste de 23.000 ducados
. Se establece en la libranza que acompaña al contrato que el pago ha de realizarse mediante 5.000 ducados durante los cuatro primeros años, a partir de 1595, y los otros tres mil ducados restantes a la terminación de la obra, dentro de los tres años siguientes. El plazo para la conclusión de las obras es de 6 años, lo que implica que debería de terminarse en 1601, con la obligación de Ribero de tener en los cuatro primeros años la cabecera y dos capillas laterales totalmente terminadas, al objeto de adelantar los enterramientos previstos del fundador conforme a la traza dada. La iglesia se levantará sobre la antigua iglesia del convento
, desconociendo lo que de aquella vieja fábrica se aprovecha, aunque debió ser poco o nada, pues la nueva planta aparece perfectamente modulada en todas su proporciones, sin que aparezca ninguna estructura discordante. Como hemos visto en los esquemas evolutivos de las plantas de las iglesias, la traza
382 A. H. P. S., Francisco de Gante, protocolo 3881 . 195
de Ribero conserva la longitud de 175 pies dada por fray Alonso de Madrid, por coincidir los pies del templo con el alineamiento de la fachada principal, que ya se debía contemplar en la traza general de 1590. La única limitación que el arquitecto se debe encontrar es la de adaptarse al muro del claustro existente, que se mantiene, así como al cuerpo de fachada, en prolongación de este. Ribero ha girado 180 grados la orientación primitiva, llevando la cabecera a la orientación S E, y dejando una crujía de 25 pies al exterior entre dicha cabecera y la alineación posterior, para paso hacia la zona de cocinas y refectorio, por medio de un portón desde el cerramiento exterior. Sin embargo como veremos más adelante, la anchura de la iglesia se incrementa para dotar a la misma de una adecuada proporción. Descontando la anchura de las torres, que se pudieron añadir posteriormente al diseño inicial, la relación entre longitud y anchura de la planta es la dupla, lo que refuerza el uso de esta misma proporción que posee la traza general, ambas de Ribero. La traza de la iglesia (la cual, como es costumbre, no se ha podido hallar) estaba firmada por Juan del Ribero y los testamentarios, representados por Jerónimo de Chiriboga. En las condiciones del contrato aparece la referencia de la planta y alzado firmados por Rodrigo Vázquez, que consta en ese momento como presidente de dichos albaceas. Esta traza se enmarca en la general de todo el convento (de 400 x 200 pies ) por lo que, con toda seguridad, el esquema de la iglesia estaba ya planteado por Ribero en el concurso de 1590 y los planos que ahora presenta el arquitecto, con alzados, monteas y detalles constructivos, es probable que constituyan un desarrollo de esta primera traza. “...a Juan del Ribero, arquiteto y maestro de obras con quien se a tratado y asentado que confforme a una traza firmada firmada de [nuestros] nombres y con las condiçiones que se contienen en unas capitulaciones que por nuestro horden se firmó con la firma del señor Gerónimo de Chiriboga y del dicho Juan del Ribero [para] la capilla mayor y cuerpo de la iglesia del combento del señor San Agustín de la villa de Madrigal, donde están enterrados los cuerpos del señor cardenal y de sus padres...”
. En el contrato que se firma en Madrid en 1595, la iglesia se describe de forma pormenorizada, lo que nos da una idea bastante aproximada de la misma. Estos datos han servido para su reconstrucción planimétrica, especialmente los de las alturas de las capillas laterales ,de la nave principal y de la cúpula del crucero. “...Sepan quantos la presente escriptura de obligación y lo demás en ella contenido vieren, como nos Juan de Ribero maestro de obras e vezino de la ciudad de Salamanca, estante al presente en esta corte como principal y Diego Sillero y Agustín de Argüello, ansí mesmo maestros de obras, vezinos desta villa de Madrid, como sus fiadores, todos tres principales y fiadores de mancomún, y a boz de uno y cada uno de nos y de nuestros bienes por si e por el todo yn solidum rrenunciando como rrenunciamos las leyes ... Dezimos que yo el dicho Juan de Ribero estoy conbenido y conzertado con los señores testamentarios de la buena memoria del rreberendísimo cardenal don Gaspar de Quiroga , arzobispo que fue de Toledo difunto, de fabricar y dar acavada en toda perfezión la obra de la yglesia del monasterio de San Agustín de la villa de Madrigal , donde el dicho rreberendísimo cardenal don Gaspar de Quiroga mandó sepultar su cuerpo conforme a la orden traza y planta questa firmada de los dichos señores testamentarios y a las condiziones y capitulaciones que en esta escriptura serán insertas, según questán 196 firmadas del señor Gerónimo de Chiriboga canónigo (de) Talabera, uno de los dichos señores testamentarios, y de mi el dicho Juan del Ribero que son las siguientes, con las condiciones siguientes, a de fabricar la obra de la yglessia del monasterio de Sant Agustín de la villa de Madrigal donde el Ilmo. señor don Gaspar de Quiroga, cardenal arzobispo de Toledo mandó sepultar su cuerpo. Es condizión que todo el templo se señale en forma que ba trazado y ahonde en los zimientos hasta lo firme, poniendo las zanjas a nibel por todas partes y que sean tan anchas que por dentro e fuera que de medio pie deja para [dicho] medio pie por fuera y medio por dentro para que todas las paredes, pilares y basamentos carguen sobre firme. Yten, es condición que puestas todas las zanjas en lo firme se buelban a [yn...ir] y lebantar de piedra de guijarros y cal y arena, gyardando en los zimientos el plomo y cordel y nibel por todas partes y aun que zimientos an de ser vien obrados en toda perfeczión. Yten, es condición, que sacados los zimientos y puestos a nibel del claustro del conbento se hellija la capilla mayor y templo en la forma que lo enseñan la planta y alzado que están firmadas del señor Rodrigo Bazquez arzç. presidente de los señores testamentarios de su señoría ylustrísima y elligida que sea se lebantará por dentro y fuera una bara de medir de piedra berrqueña de la sierra de Ávila, que serán tres hiladas de sillería guardando en todas partes la orden de las trazas, así en los largos como en los anchos y gruessos de paredes, pilares y ornato de pilastras, puertas çopolas según se been la dicha traza y alzado. Yten, es condición, que como toda la obra de la capilla mayor y templo esté por todas partes elligida y lebantada y puesta a nibel con la piedra berroqueña enzima del pavimiento como está dicho y se helligirá por todas partes de ladrillo y cal, guardando la orden de la planta y alzado enteramente en paredes, pilares, arcos, puertas y enrrasamientos y con esta ellejeción se lebantarán las paredes quarenta y cinco pies contados desde el parzimiento del templo, hasta dos pies ençima de la cornisa que es donde comienzan a bolber las bóbedas de la nave mayor. Yten, es condición, que las capillas laterales queden zerradas y acabadas en toda perfeczión, debajo de treynta pies, las quales quedarán acavadas en forma de lunetas con sus ympostas, espejos, puertas y encassamentos y rrequadraturas o rrefajados de yesso por muy buen horden, quedando todo blanco y bien conpuesto. Yten, es condición, que las pilastras, cornisamentos, arcos de cruzero y templo, sean lebantados y zerrados en la forma que lo enseñan las trazas y lebantadas las paredes hasta sesenta y cinco pies de alto sin los zimientos, todo ello por dentro e fuera muy perfecto y primamente obrado a plomo y nivel y lineas rrectas guardando la forma de bentanal y lunetas y ornato de rrequadraturas y fajas y zintreles de arcos y bobedas, a medio punto con su cornisa por de fuera, todo ello muy en orden y con buenas ligazónes según el ladrillo del lugar. Yten, es condición, que como se ayan zerrado los quatro arcos del cruzero con su perpiñal y estén ygualados y arrasados se le [yerge] la cornisa que enseña el alzado, encima de la qual se helligirá la media naranja o cópula del zimborrio, la qual bóbeda y todas las demás serán zerradas de ladrillo y cal o ladrillo y hiesso, en la forma que más conbenga para su firmeza y policia y en la parte de dentro serán de yesso las molduras y rrefajados y rrequadraturas, todo obrado muy polida y fuertemente, guardando la orden de las trazas en altos, largos, gruessos y ornatos de molduras. Yten, es condición, que toda la obra por de fuera pues a de ser de ladrillo y cal, sea muy bien obrada, elebando en cada altura de un pie zinco hiladas de ladrillo y será toda la obra 383 A. H. P. S., Francisco de Gante, protocolo 3881, f. 210-218. Es una copia del contrato que se firma en Madrid el 17 de octubre de 1595 ante Juan Cabello de Taburcias. 197
rrebocada muy bien en las partes que se aya de ber, porque tenga la bista y alegría que a tal obra conviene. Yten, es condición, que se agan las dos escaleras que ban trazadas a los pies del templo de yesso y ladrillo, los passos de madera muy bien obradas. Yten, es condición, que la capilla mayor y la capilla cabezera se losen de losas negras y blancas de las canteras de Salamanca con losas de a dos terzias, en quadrado y con el gruesso acostumbrado y las gradas del altar mayor que son siete an de ser de piedra berroqueña con su bozeñón muy bien labrado y asentado y los tres altares de la capìlla mayor serán de ladrillo con sus marcos de madera muy bien acavados. Yten, es condición, que el coro sea zerrado de ladrillo y cal o ladrillo y yesso con su buena bóveda a punto abatido de suerte que quede zerrado al alto de las capillas laterales que suben treynta pies y llevará por abajo de la bóbeda muy buenas rrequadraturas o compartimentos. Yten, es condición, que la mezcla de la cal de toda la obra sea dos partes de arena y una de cal, bien sazonado y batido. Yten, es condición, que al tiempo que se que se baya obrando en las paredes desta obra, se baya gastando quantidad de agua pues es cossa que tanto ymporta al bien y fuerza de la misma obra. Yten, es condición, que los maderamientos de los tejados sean de pino de los montes de las Navas del Marqués o de Oyoquesero, y los tejados an de ser fuertemente armados con rrodillas y soleras, tirantes a par y ylera y con quartonzillos y tabla de carreta y buena [trabazón] y tejados a lomo zerrado y con buenas y sufizientes corrientes para [espeler] las aguas y niebes. Yten, es condición que a de azer la dicha obra guardando en todo la orden de las trazas y condiciones y a de obrar desde sus fundamentos hasta lo ultimo de los tejados e todo lo tocante assi al abrir zimientos como las cossas que ayan de ser de piedra, ladrillo cal y arena y yesso maderamientos de todos los tejados altos y bajos en mucha perfezión, dejando todo sobre dicho muy bien e fuertemente acavado y blanqueado. Yten es condizión que a de acavar toda la dicha obra dentro de seis años que correrán desde el día de San Lucas deste presente año de mill e quinientos y nobenta y cinco. En esta forma dentro de quatro años a de dar acavada y lossada en la manera que esta dicho, la capilla mayor en toda perfeczión y asta dos capillas laterales de / las naves del cuerpo de la yglessia y dentro de los dos dichos años siguientes, se a de acavar de obligar lo rrestante de la yglessia, conforme a la dicha traza. Yten es condizión que no acabando la dicha yglessia dentro de los dichos seis años por cada un día que se dilatare se ayan de descontar diez ducados. Yten es condizión que dicho Juan de Ribero se a de obligar con sus fiadores de mancomún de acavar la dicha yglessia en los dichos seis años aunque falte el dicho Juan de Ribero. Yten es condizión. A de hazer la fachada de la yglessia conforme a la que se a echo en la iglessia de San Felipe del Real de Madrid. Declárase no a de llevar torre ni campanarios por averlo.” Download 3.97 Mb. Do'stlaringiz bilan baham: |
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