Tesis doctoral
Fray Luis de León y la traza de Juan del Ribero de 1590
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- 24. Planta de San Juan de los Reyes de Toledo, dibujada por Nicolás de Vergara. 1594 328
1.3.4 Fray Luis de León y la traza de Juan del Ribero de 1590. La traza del monasterio estaba ya elaborada en esta fecha de Agosto de 1590. En ella ha intervenido directamente y dado el visto bueno Gaspar de Quiroga, que ha decidido ya no solo edificar una nueva iglesia que sea su panteón familiar, sino completar la construcción del convento mediante una nueva planta, que si bien aprovecha parte de lo existente, se organiza con nuevos criterios emanados de la arquitectura clasicista. La conclusión del monasterio de El Escorial ha servido como punto de inflexión en este siglo renacentista, y Juan de Herrera se convierte en el referente que inspira la creación de algunos focos de este nuevo modo de sentir la arquitectura de base vitruviana (a la manera romana) que en el norte del reino de Castilla se organizan principalmente en torno a las ciudades de Valladolid y Toledo. Esto comportará para el convento una nueva y “perfecta” geometría, inspirada en el doble cuadrado y el discurso cúbico herreriano, así como en un gran tamaño, quizá excesivo para las necesidades de los frailes, y que a la postre será una de las causas por las que, en mi opinión, no llegó a terminarse como estaba previsto. Pero ¿que o quien inspira a Quiroga en su arzobispado toledano para llegar a plantear una obra de estas características y envergadura?. En sus últimos años el cardenal había padecido del “mal de la piedra”, acometiendo numerosas obras en el entorno arzobispal, siendo el principal arquitecto de las mismas Nicolás de Vergara el Mozo. La relación entre Quiroga y Vergara es evidente, tanto porque el arquitecto ocupa el cargo de maestro mayor de la Catedral (ocupándose también de la conclusión del Hospital Tavera), como por el apoyo recibido por Vergara, de la mano de Quiroga, cuando Diego de Alcántara lo “sustituye” en el puesto catedralicio. Es este arquitecto una de las figuras más sobresalientes del clasicismo toledano 317 , al
que debió de recurrir Quiroga en un primer momento para plasmar una nueva traza o rasguño para el convento agustino de Madrigal. Esto lo pienso en base a tres motivos. En primer lugar por la oportunidad, al ser el arquitecto que trabaja en esos momentos para Quiroga en el ámbito de la Diócesis y para el que ya había hecho incluso obras particulares. Para Quiroga parece que construyó Nicolás de Vergara el hermoso cigarral que el cardenal poseía a las afueras de Toledo 318 , hoy conocido como Cigarral de la Almazara, del que se conservan algunos restos de su volumetría original
. Inspirado en la arquitectura herreriana, juega con la repetición espacial de volúmenes alineados en torno a los ejes principales que definen los recorridos, siendo un ejercicio de síntesis tanto de materiales como de elementos formales (molduras, pilastras...) que quedan elegantemente reducidos a un esquema predominantemente lineal 320 .
321 De 31 de julio de 1595, es un poder de Nicolás de Vergara a Luis Escudero y Juan Domínguez para que puedan hacer un informe sobre como se visitaron las casas arzobispales que mandó reformar el cardenal Quiroga. De 13 de agosto es un informe de Luis Escudero, suegro de Nicolás de Vergara, para probar las obras que este hizo durante 8 años en las casas arzobispales de Toledo, que mandó hacer el cardenal Quiroga. A. H. P. T., Gabriel de Morales, protocolo 2651, f. 808. 322
A. H. P. T., Gabriel de Morales, protocolo 2651 f.711 . 323 F. Marías, La arquitectura del Renacimiento en Toledo (1541-1631), tomo II, 1985, p. 76. 165
Vergara además de sus obras más conocidas, como el Sagrario y la Sacristía de la Catedral, trabaja a las ordenes de Quiroga en el Hospital del Rey y en algunas reparaciones de su palacio arzobispal y de varias casas pertenecientes al arzobispado toledano
. En todo caso en este periodo, desde 1587 a 1590, la relación de Quiroga con el arquitecto de su catedral, es constante, pues vemos como Vergara aparece al frente de numerosas obras que manda Quiroga, entre ellas las de las casas arzobispales mencionadas, como se ve en el poder que concede el 13 de diciembre de 1595. “...Sepan cuantos esta carta de poder vieren como yo Nicolás de Vergara, maestro mayor de las obras de la catedral de Toledo, doy todo mi poder a Alonso Alcocer, vecino de la villa de Madrid. Para que por mí y en mi nombre pueda cobrar... Y otrosí en mi nombre reciba de los señores albaceas de la memoria del reverendísimo señor cardenal don Gaspar de Quiroga la paga de todos los maravedíes que se me tasaren en el tiempo que me ocupé en las tasaciones que por su mandado hice por tiempo de 53 días en la fábrica de la dignidad arzobispal los años de 1577 y 1578; además de otros 2.080 reales que se hicieron de fábrica en el cuarto que su señoría mandó hacer en sus casas arzobispales de Toledo. Y asimismo de los salarios de maestro de sus casas arzobispales que serví con título suyo por tiempo de nueve años, a razón de quince mil maravedíes cada año. Y el tiempo que me ocupé en las visitas de las fábricas de su heredad de Fuente el Sol, yendo desde Toledo a Madrid a visitarlas...”
En 1587 Vergara había dado la traza para la capilla de D. Alonso de la Paz o de Santa Leocadia, en Talavera de la Reina y también de ese mismo año es la sacristía para el monasterio de San Pedro Mártir de Toledo. La actividad de Vergara en estos años es intensa, en 1588 lo encontramos haciendo las casas para el licenciado Pedro de Benavente y para el librero Juan Rodríguez en Toledo, así como la Capilla de San José y la iglesia del hospital de la Caridad en Illescas, que le ocupa hasta 1592 323 . En agosto del año 1589 visita y tasa el arquitecto diversas casas de la Dehesa de Vergonza, enviado por Juan Bautista Pérez, canónigo de la catedral de Toledo. En 1590 comienza las obras de la remodelación de la Plaza de Zocodover, según las trazas de Juan de Herrera y en 1591 la reparación del claustro de los Naranjos de San Pedro Mártir. Vemos pues que estos años son de gran actividad para Nicolás de Vergara, fundamentalmente como tracista, así como de contacto permanente con Gaspar de Quiroga, recuperada ya su maestría catedralicia, tras el fallecimiento de Alcántara en abril de 1587. En segundo lugar vemos que Vergara, no solo era un arquitecto cercano al cardenal, sino que da el perfil requerido por Quiroga como el arquitecto clasicista que necesitaba para dejar huella de su ilustración en el mausoleo de Madrigal, pero sobre todo como experto en dar trazas de conjuntos conventuales. En este sentido es interesante ver la traza que realiza para el convento de Nuestra Señora de la Concepción, de Franciscanos Descalzos en la villa de Barajas, cuyo pliego de condiciones se redacta el 8 de marzo de 1586, con el patrocinio de Francisco Zapata 324 C. Marín Tovar, “El convento de Nuestra Señora de la Concepción de Franciscanos Descalzos de la villa de Barajas, obra del arquitecto Nicolás de Vergara el Mozo”, en B. S. A. A. LXIV, Valladolid, 1988. 325
F. Marías, La arquitectura del Renacimiento en Toledo (1541-1631), tomo I, 1983, p. 370. 326
J. Porres Martín-Cleto y M. J. Blázquez, “Un proceso Inquisitorial y cuatro conventos Toledanos”, en Anales Toledanos nº XXIII, C.S.I.C., Salamanca, 1987, pp. 91-140. Estos cuatro conventos son: el de San Agustín, el jerónimo de Santa maría de la Sisla, el de Montesión de bernardos y el franciscano de San Juan de los Reyes. 327 Sobre San Juan de los Reyes ver P. Navascués Palacio, Los monasterios de España. Arquitectura y vida monástica, Barcelona 2000, pp. 189-200. Este análisis comparativo entre ambas plantas pertenece a otro ámbito del estudio. 166
y Cisneros, conocido de Quiroga y presidente del Consejo de Castilla 324 . En Toledo y alrededores realiza, en 1576, las trazas para el monasterio de San José de Carmelitas Descalzas, en 1584 las del monasterio franciscano de la Puebla de Montalbán y en 1597 la iglesia y convento de la Inmaculada Concepción en Chinchón, entre otras muchas. Se sabe de Vergara que, de sus numerosos proyectos, solo realiza las obras de algunos de ellos, cualidad esta de tracista que encajaría con lo que se hizo en Madrigal. En tercer lugar , y con la debida prevención, la planta (que no el volumen) del convento de Madrigal puede estar inspirada en mayor o menor medida, de la planta del convento franciscano de San Juan de los Reyes de Toledo. En principio nada tiene que ver Vergara con este monasterio, que mandase levantar a Juan Guas la reina Isabel, en 1476, para conmemorar el nacimiento del príncipe Juan y la victoria de la batalla de Toro. Sin embargo hay dos aspectos a considerar sobre el conocimiento del edificio por Nicolás de Vergara el Mozo. Uno es el hecho de que su padre, Nicolás de Vergara el Viejo (1517-1574), maestro escultor de la catedral toledana, recibe el encargo en 1553, del arquitecto Alonso de Covarrubias de proyectar la portada de San Juan de los Reyes 325 , obra que aunque no llegó a realizarse, le obligó a elaborar bocetos del convento que probablemente se conservarían en el estudio-taller de los Vergara. El segundo aspecto es el informe y levantamiento de las plantas que hace Vergara el Mozo, en 1594, de algunos conventos toledanos, entre ellos el San Juan, por encargo de la Inquisición, para conocer el lugar de reclusión más adecuado del alumbrado Don Alonso de Mendoza, canónigo de la catedral de Toledo y abad de San Vicente, detenido tras la caída de Lucrecia León en Madrid en 1590 326 . Todo hace suponer que los dibujos de las plantas de estos edificios, así como las de otros conventos e iglesias, los podía tener elaborados como arquitecto del cabildo, con anterioridad a estas fechas y en concreto el de los franciscanos de San Juan. Esta concordancia de San Juan de los Reyes con el convento de Madrigal se manifiesta en algunos aspectos como la geometría rectangular en torno al doble cuadrado, en la ubicación y orientación de la iglesia respecto al convento, en los dos patios que aunque de carácter y uso distinto, en ambos conventos se les dota de tamaño y disposición similar, en la crujía central de escalera y sala capitular etc
.
328 A. H. N. Inquisición, legajo 3078, carpeta 9, nº 112. 167
329 H. Pizarro Llorente Henar, op. cit., pp. 252-258. Sobre el tema ya hemos tratado al estudiar la figura del Inquisidor General. 168
Todo esto nos hace pensar que pudo ser Nicolás de Vergara el Mozo el que trazase un primer rasguño para Quiroga, una vez que este hubiese tomado ya la decisión de patrocinar a los agustinos de su villa natal y enterrarse en la iglesia del convento junto a sus padres. Sin embargo la realización de este proyecto se pondrá, como veremos, en manos de fray Luis de León, que después del segundo proceso está en el convento de San Agustín de Salamanca, retomando sus clases en la Universidad de esta ciudad. El contacto entre Quiroga y fray Luis entre 1584 y 1590 parece fluido por diversos aspectos, entre los que estuvo el convento de Madrigal. Lo cierto es que Quiroga, a través de fray Luis de León, trata de llevar a cabo esta nueva iglesia y convento y para ello se va a contar con el mejor arquitecto de la meseta Norte a la sazón residente en Salamanca por su cargo como maestro mayor de su catedral. Se trata de Juan Ribero Rada, que en 1589 había sido elegido para proseguir las obras de la Catedral Nueva, realizando obras también por estas fechas con los dominicos de San Esteban.
En la elección de Juan del Ribero no cabe duda que influye, aparte de su prestigio, el hecho de la proximidad de Madrigal con Salamanca y el que se gestionase a través de fray Luis, con arraigo en esta ciudad.
La figura de fray Luis de León aparece pues, de forma inédita, ligada a la erección del nuevo convento agustino de Madrigal, si bien no podrá ver iniciada la obra ya que el agustino morirá el 25 de agosto de 1591 tras su elección como Provincial en el capítulo que se celebró en este mismo convento. Fray Luis había nacido en Belmonte en el año 1527. Su padre fue oidor de la Chancillería de Granada, pasando su infancia entre Madrid y Valladolid y realizando estudios de Cánones y Teología en Salamanca, donde profesa como agustino. Con vocación para la enseñanza universitaria, gana la cátedra de Durando en 1565 y posteriormente la de Filosofía Moral en 1578 y al año siguiente la de Biblia, ambas después del encarcelamiento de su primer proceso. Tradujo en 1561 del hebreo “El Cantar de los cantares”, que se mantuvo en secreto, probablemente por el ambiente de censura y restricción derivado del “index” de libros prohibidos del Inquisidor General Fernando de Valdés , tras el Concilio de Trento (1545-1564). La relación entre Quiroga y fray Luis fue al parecer buena
, por cuanto aún habiendo sufrido dos procesos inquisitoriales, fue Quiroga el que de alguna manera exculpó a fray Luis. El primer proceso de fray Luis duró de 1571 a 1576, y el segundo de 1582 a 1584, el cual termina el 3 de febrero con la amonestación del cardenal mencionada “que de aquí en adelante
universidad de Salamanca, donde fray Luis impartía la cátedra de Biblia. Tras aprobarse los nuevos estatutos de 1561, redactados ya en castellano, se establecieron dentro del clero regular dos corrientes antagónicas de pensamiento y de influencias, con el telón de fondo de las revisiones doctrinales posconciliares y con la nueva reorientación del tribunal del Santo Oficio que puso su mayor interés en la confesionalización de la Monarquía, que pasó así a intervenir más directamente en las corrientes ideológicas de la sociedad de las que surgen algunos movimientos, como el de los alumbrados, fuera de la ortodoxia católica, que serán duramente reprimidos.
330 A. Alcalá, El proceso de fray Luis de León, Junta de castilla y León, Salamanca, 1991. 331 Ver el proceso contra Arias Montano: F. Cantera , “Arias Montano y fray Luis de León”, Boletín de la Biblioteca Menéndez Pelayo 22, 2946, pp. 299-338; también M. R. Pazos “En torno a Arias Montano y su Biblia (Cartas Inéditas)”, en Archivo Iberoamericano 2, 1942, pp. 469-484. 332 A. Alcalá, op. cit., pp. 21-36. 333 La relación de Quiroga con los jesuitas se inicia desde su estancia en Roma (1555-1559), donde consolidó su amistad con Ignacio de Loyola. 169
Uno de los motivos por los que se inicia el primer proceso de fray Luis es la defensa sobre el texto de la Vulgata dentro de los actos de debate universitarios, si bien de fondo subsisten criterios de interpretación del origen divino de la Biblia y las referencias hebraístas que mantenían como válidas algunos agustinos ( donde se quería ver la ascendencia judía de alguno de ellos), así como el uso de las lenguas vernáculas. Y en esto hay que diferenciarlo del segundo proceso, en el que tocando también temas como la predestinación y la eficacia de la gracia, predominan cuestiones derivadas del enfrentamiento entre escolásticos y humanistas o renovadores entre los que se encontraba el agustino 330 . En el comienzo de los años 70, este círculo de pensamiento que partía de las fuentes y escrituras de los textos sagrados, se aglutinaba en torno al Brocense, Grajal, Martínez Cantalapiedra, Juan de Almeida, fray Luis y otros religiosos y pensadores en el ámbito de la universidad de Salamanca. En frente, los domínicos León de Castro
, Domingo de Guzmán, Bartolomé de Medina y jerónimos y mercedarios como Francisco Zumel, y otros agustinos, defensores de la ortodoxia escolástica y del aristotelismo, conceptos que habían sido criticados por Pierre de la Ramée. El primer proceso contra los “hebraistas” de Salamanca, fue iniciado por las acusaciones ante el Santo Oficio, especialmente contra Grajal, y parte de las conocidas 17 proposiciones, que provocan el encarcelamiento de los tres acusados (Gaspar de Grajal, Martín Martínez de Cantalapiedra y fray Luis de León) en marzo de 1572, al que luego se unirá otro agustino como fray Luis, Alonso de Gudiel. Tanto Grajal como Gudiel, acabarán muriendo en la cárcel, mientras que fray Luis y Martínez lograrán la libertad en 1576 y 1577 respectivamente
. El largo proceso del tribunal de la Inquisición hizo que fray Luis, en muchos momentos exasperado, apelara directamente a Quiroga, que había ocupado el cargo de Inquisidor General el 28 de mayo de 1573, precisamente en el monasterio de San Felipe el Real de Madrid, perteneciente a la orden agustina. La condena del tribunal de Valladolid la anuló la Suprema de Madrid con intervención directa de Quiroga. La simpatía del cardenal arzobispo de Toledo hacia fray Luis, provenía no solamente de su relación con los agustinos presentes en su villa de Madrigal, sino de su propia religiosidad más espiritual y mística que intelectual y por tanto más cercana al pensamiento de jesuitas, carmelitas y agustinos.
. El segundo proceso a fray Luis arranca de las “disputas” mensuales que las distintas cátedras de la universidad tenían obligación de organizar entre profesores y bachilleres y en concreto, de la que se estableció en la de Teología de Francisco Zummel, por el jesuita Prudencio de Montemayor, ante dominicos, agustinos, jerónimos y mercedarios en los últimos días de enero de 1582, sobre el tema de los méritos de Cristo y el libre albedrío, tesis que acabó defendiendo 335 “Lo edito, muy ilustre cardenal, porque por Vos tengo el poder editarlo. Pues como mi causa y pleito, muchas veces reiniciados, interrumpidos y diferidos, parecieran durar tanto que nadie esperara que mis fuerzas de cuerpo y ánimo pudieran soportar tanta carga, juzgaste justo verlos de nuevo y fallarlos, y lo hicisteis Vos mismo, y vistos y descubierta la verdad, absuelto de delito y de sospecha me restituiste a los míos y a ellos a mi, devuelto a mi anterior libertad y dignidad”. A. Alcalá, Proceso inquisitorial de Fray Luis de León, Junta de Castilla y León, 1991, pp. 57-58. 336 Con anterioridad ya había estado en Madrigal, pues al parecer en 1568 reside en el convento. 337 J. Barrientos García José, Epistolario: Cartas, Licencias, Poderes, Dictámenes, de Fray Luis de León, Editorial Revista Agustiniana, Madrid, 2001, p. 347. También el 5 de octubre de 1590 escribe desde Madrigal al Rector de Salamanca sobre temas económicos. Ibídem, p. 291. 338 No tenemos constancia de que el corazón como reliquia quedase en el convento de Madrigal, como opinan algunos, si bien es frecuente este reparto de miembros, como ocurre con Teresa de Jesús y la pugna entre Ávila y Alba de Tormes. 170
fray Luis sin ni siquiera estar de acuerdo con su argumentación y al amparo de las pugnas entre dominicos y agustinos, que abarcaban también otros aspectos, como las oposiciones a cátedras y las esferas de poder e influencia en el ámbito universitario y administrativo de la Corte. Este segundo proceso termina como hemos visto con la amonestación de Quiroga que ayuda por segunda vez a su “amigo” fray Luis, el cual al parecer le dedicará el conocido “In Psalmum XXVI”
335 . Fray Luis pasa algunas temporadas en Madrigal en estos últimos años 336 . Si en mayo de 1589 se encontraba en el convento de San Felipe de Madrid, solucionando algunos asuntos de su orden, desde donde aprueba la publicación de la “Historia natural y moral de las Indias” del jesuita José de Acosta, al año siguiente en julio de 1590, se encuentra en Madrigal donde intercambia correspondencia con Juan Vázquez de Mármol 337 , y donde probablemente está pendiente de la subasta y adjudicación de las obras del nuevo monasterio, unos meses antes de la celebración del capítulo provincial agustino, en el que fallece fray Luis. La causa de la muerte fue al parecer una infección, y su cuerpo embalsamado fue trasladado al convento de agustinos de Salamanca donde fue enterrado 338 . Lo cierto es que fray Luis de León participa desde un primer momento en el desarrollo de este proyecto del convento, que se plasmará en los tratados firmados entre Quiroga y los agustinos en enero de 1590. El proyecto o traza no se conserva, pero si las condiciones de la obra a realizar que salen a subasta en el verano de este mismo año, en un documento que va firmado por Juan del Ribero como autor de las trazas y en el que las obras se adjudican a Juan de Nates Naveda. En ellas se expresa que será Fray Luis el que de el visto bueno al arquitecto o maestro en el que se remate la obra. Este documento inédito se transcribe completo dado su máximo interés.
(sic) delante de mí el dicho escribano firmada de Juan del Ribero. Por tanto la obra que allí 171 presente se avía de azer e era la casa nueba y el quarto delantero arrimado a la casa bieja conforme a la dicha traza e planta que el que quisiese obligarse a lo azer abrá de ser con las condiciones, penas y posturas que se tinían leydas e declaradas e ansí mandó a Antón García, pregonero público de la dicha billa, hechasse en pregones la dicha obra y que yo el presente escribano leyese las condiciones de ella para que la persona o personas que lo quisiere poner y obligarse hazer la dicha casa nueba y quarto de la casa vieja sepa y entienda las condiciones que a de guardar y a lo que se a de obligar, todo conforme a la dicha traza e planta... Las condiciones por donde y como plaziendo a Dios Nuestro Señor se a de comenzar y acabar la obra del monasterio del señor San Agustín en esta billa de Madrigal son las que se siguen: Primeramente con condición que el tenplo y casa se elija (erija) y esquadre en la forma y manera y grandeza que lo enseña la planta que está firmada del maestro frai Luis de León y de Juan del Ribero, la qual se a de azer junto a la casa vieja que al presente sube. Es condición que esquadrado y señalado que sea el edificio del tenplo y casa se señalen, abran y ahonden los cimientos hasta lo firme con aviso que en todos los cimientos eleve por cada lado un pie de más grueso que ayan de tener las paredes, pilares y trabiesas después de enluzidas al nivel del pivimento de la casa. Es con condición que por la delantera del tenplo se suba a el antetenplo o pórtico por tres gradas y que en todo el tenplo y piezas baxas de la casa sea una por nibel sin que aya gradas para pasar de una pieza a otra. Es condición que los dichos cimientos se saquen enteramente ansí en los huecos de los harcos como en donde cargan los pilares o paredes porque el edificio vaya asido y encadenado pues se conbiene para su fuerza y mayor perpetuidad. Es condición que la mezcla de la cal que a de aver en toda esta obra y fábrica sea dos partes de cal y tres de arena y sea zernido, batido y repasado antes que se gaste por lo menos quinze o beynte días y que el maestro albañir sea obligado a meter cinco hiladas de ladrillo en un pie de alto por lo que toca a la fuerza y gala de la obra y menos gasto elebando todas las hiladas a plomo y nibel con buenas ligazones. Es condición que en todas las partes de paredes, pilares, arcos, rajas de ladrillo no se gaste en la froga [...-pas] de paredes más de tan solamente ladrillo y cal mezclado y que en la dicha froga se guarden las ligaçones y que manera alguna no se han de rehenchir con piedra, ni escoria, ni guijarro ni ottra cossa más de tan solamente ladrillo como dicho es. Es condición que en todo y por todo se guarde el largo, ancho, gruesos de paredes, pilares, repartimientos y destribución de piezas que enseña la planta. Es condición que lebantado que sea el pavimento de la casa los tres pies más que el pabimento de la calle se escojan las paredes y pilares del tenplo y casa de la groseza (sic) quan señaladas, la medida de lo qual se allara por el pie pequeño que va señalado a el pie de la planta y en los dichos gruesos fuera el primero suelo treynta pies de baxa al qual alto y nibel quedarán zerradas las capillas del coro y ornacinas del tenplo antesacristía y sacristía, [lavatorio], tesoro, archibo de escrituras, capillas del castro (sic), bóvedas de recitorio, capítulo, anterrefectorio, librería, portería, pieza de entretenimiento, cozina, tránsitos y todas las (de)más piezas baxas que ban trazadas en toda la dicha planta baxa. Es condición que allándose en la circunferencia de la frábica (sic) guijaro menudo, se saquen los fundamentos con tapialejo de guijarro y las abiendo abierto (sic) los cimientos de la anchura 172 conbiniente todos puestos a el nibel y en desguardando sus plomos y esquadras, lo qual será mejor que no de ladrillo. Es condición que los arcos del tenplo eleben tres astas de ladrillo en el alto y los arcos de el castro y dibisión de bóvedas de los quartos a dos astas de ladrillo an de ser zerradas con cal y las bóvedas del claustro y piezas de refitorio y las más de toda la casa serán zerradas en forma de lunetas de media asta de ladrillo con yeso puro zernido, las quales serán guarnecidas de sus fajas, requadraturas, conpartimentos al romano, guardando en todo sus pilastras, capiteles, impostas, fajines, encasamentos, chimeneas, puertas, alazenas, tránsitos, ventanas, trasparentes y [flujidas] para el uso y buena proporción de la fábrica, ansí por dentro como por fuera. Es condición que la segunda enden suba veynte pies por de fuera porque la altura de las zeldas y piezas vengan a tener de quinze a dieziseis pies de alto y el mismo alto tendrán los corredores del sobreclaustro, el qual sobreclaustro será de pilares y arcos de ladrillo y los antepechos de piedra, la cubierta de los corredores, piezas altas de toda esta casa será de madera de pino bien labrado y conpartido de enden que llaman biga pie labrado de cinta y saetino y chafranado asentado sobre su nudillo y soleras y con su molduras bien atadas, clavixadas según horden de buena carpintería. Es condición que atento que los quartos eleban a veinte y ocho pies de ancho, eleban a la parte de los corredores su calle en todo el largo que cada quarto de por sí siete u ocho pies de [h....o] por la qual calle se entrará a las zeldas y la luz de estas calles será por sus testeros y en las partes donde vengan algunos cruzeros será su luz por cinborros e linternas para que los ayres tengan salida y las calles claridad. Es condición que los suelos de las piezas altas y baxas y corredores y escaleras sean forradas de ladrillo raspado y cortado y las rafas de ladrillo toda esta obra serán de ocho pies de ancho y en las mesmas rafas quedarán ocho pies que es el largo de una tapia de tierra, las quales tapias de tierra en la parte de fuera serán de su hormygón de cal. Es condición que todo este edificio en la parte de dentro sea lucido y blanqueado de yeso puro y zernido y en todo se a de guardar la horden de la traza y la persona o personas en quien se rematase se a de obligar ya de azer escritura con fianzas a contento del padre maestro frai Luis de León o de la persona que el dijere e facultad diere y del prior y frayles del dicho conbento a que guardara estas condiciones y las demás que sean nezesarias y a que hará esta obra y la dará acabada a contento y bista de oficiales. Yten es condición que a la persona o personas en quien la dicha obra fuere rematada se le dará y será dado todos los materiales de cal, ladrillo, arena e yesso puesto a costa del dicho conbento a el pie de la obra y maderas y pretechos (sic) que fueren menester por el serbicio de la dicha obra, por manera que el maestro o personas que de ella se encargaren o en ellos fueren rematada no aya de poner más que tan solamdeas manos, y el asiento (tachada) de la piedra de lo que fuere cantería a de ser a cuenta del que asentare la alvañiría. Y es condición que a el maestro y personas que de la obra se encargare y en él se rematare por el dicho conbento y a su costa se le an de dar abiertos todos los cimientos y la tal persona o personas que con la dicha obra quedare según dicho es así de cantería como de albañiría an de dar ffecho lo suso dicho e acabado en toda perfición a bista de oficiales, y no siendo tal como conbiniere a el arte del tal edificio mandándosela desazer sea obligado a ello y lo a de bolver a hazer a su cossta y pagar a el maestro o maestros que de ello fuere nonbrado. Otrosí es condición que a la persona o personas, maestro o maestros y oficiales en quien la dicha obra o qualquier parte de ello fuere rematado por el dicho conbento o por la persona que para 173 lo que de yuso fuere señalada y de ello tubiere cuenta se le pagará cada día de sábado fin de cada una semana el gasto que trajere ansí de cantería como de albañiría a el tal maestro, oficiales y peones que en la dicha obra trabajaren lo que se les debiere e según e de la manera que en él fuere rematado cada una cossa y conforme a los precios que se obligare o a buena [...] se le yrá dando dinero con aditamento y condición que sea obligado la persona o personasen quien la dicha obra se rematare a de ser obligado a dar cuenta al sobrestante mayor de la obra o a quien por él vela obiere de rescibir e tomar al fin de cada dos meses y así suzesivamente, de los maravedís que obiere rescibido porque aya entera claridad de si tubiere recibido y es más e se le debiere alguna cosa porque lo que tubiere rescibido lo buelba o tome en cuentapor la obra de adelante y si faltare se le pague lo que se le debiere conforme a los precios que hicieren y en ellos fuere rematado. Otrosí con condición que la persona o personas en quien la dicha obra o parte alguna de ella fuere rematada a de ser obligado a lo comenzar a hazer dentro de ocho días de cómo fuere llamado o requerido y dándole materiales suficientes y bastantes todos los nezesarios. No a de alzar él ni los oficiales ni maestros que metiere mano de ello; e siendo llamado e requerido, no binyendo a entender y hazer la dicha obra y alzando mano de ello abiendo y dándoles los dichos materiales la perssona o personas que tubiere en [...] de la dicha obra; y el dicho prior e frailes del dicho monasterio a costa de la tal persona puedan traer y traigan los oficiales que ansí [...] e fueren menester... Postura de Diego Bélez, vecino de Salamanca, oficial de cantería: Después de lo ssusodicho en el dicho monasterio, alos dichos dieziseis días del dicho mes de agosto del dicho año, por ante el dicho frai Luis de León, por ante mí el dicho escribano yzo parescer presente Diego Bélez, cantero vezino de Salamanca e dijo que hacía e hizo las posturas siguientes con las dichas cantidades y en cada una de ellas: 200 pies Primeramente cada tapia de zimientos de docientos pies quadrados a honze reales. 200 pies Yten hyzo postura de cada tapia de ladrillo, así de paredes como de pilastrase arcos de ducientos pies a veynte y cinco reales. 200 pies Yten yzo postura de cada tapia de tierra con su hormigón de ducientos pies [...] a honze reales. 200 pies Yten cada tapia de tierra negra real de a ducientos pies luzidas a ocho reales cada una. 200 pies Yten cada vara de tejaroz de a sseis reales. Yten cada vara de lunetas de [bove-...] de nuebe pies, de media asta de ladrillo e rehinchendo los rincones a diez reales. Y lo firmó... Baxa de Bartolomé de Lorriaga. E después de lo susodicho en el dicho monasterio, día, mes y año dicho abiendo dado en pregones esta postura ante el dicho frai Luis de León por ante mí el dicho escribano pareció presente Bartolomé de Lorriaga, oficial de cantería vecino de Toledo, residente en El Escorial e hizo las baxas en las posturas ffechas por el dicho Diego Bélez siguientes... Estas posturas e baja e bajas fueron admitydas por el dicho frai Luis de León, ante mí el dicho escribano... Pedimyento. E luego yn continenti día, mes y año dichos, fue echado en pregones estas pujas i posturas por el dicho Antonio García, pregonero, e estando en pregones paresció presente Domingo de 174 Zerezedo, vecino de la merindad de Trasmyera, residente en Palencia e dijo que como oficial de cantería ya tenya nezesidad de ver las trazas de la obra, condiciones, posturas y bajas de ella para hazer algunas pujas... Otra baxa. Yten este dicho día, mes y año, ante el dicho frai Luis de León, por ante mí el dicho escribano e testigos pareció el dicho Bartolomé de Lorriaga e dixo que (a)demás e aciendo de las baxas que ffechas tiene de nuevo ponya e puso, bajaba e bajó cada una vara de las lunetas que están a ocho reales, las baxaba e bajó a quatro reales cada una... He por estas posturas e baja de suso [...] la dicha obra fue tomada a andar en pregones, diciendo el dicho pregonero: quien se obliga a lo azer por de menos estas cosas e algunas de ellas lo que quisieren pareszer a a azer baxa que se les admitirá en lo que la quisieren dar. E andubo en pregones un rato e por no aver quien diexe baxa, por el dicho frai Luis de León fue dicho que se suspendía e se suspendió el remate de ello para mañana... Segundo pregón y baja. E después de lo ssuso dicho en el dicho nuestro monasterio, a diez y siete días del dicho mes de agosto del dicho año, el dicho frai Luis de León, por ante mí el dicho escribano, mandó que las dichas posturas e baxas de esta obra fuesen echadas en públicos pregones para saber, ver y entender si avía alguna persona que echase alguna o algunas bajas... paresció presentes Juan de Nates Nabeda, maestro de cantería vecino de Salamanca, e dixo que en las condiciones dichas bajaba e bajó cada tapia de albañiría a beynte y tres reales cada una tapia y en todo lo demás, así de cantería como de albañiría hacía las posturas ffechas por el dicho Bartolomé de Lorriaga. Entiéndase que esta baja es en quanto a lo que toca a las tapias... Otra baja. E luego in continenti sobre esta baja andubo en pregones estas obras, y andando en ellos, por ante el dicho frai Luis de León, ante mí el dicho escribano paresció el dicho Juan de Nates Nabeda e dijo que acía e hizo baxa en quanto a los pasos y los [...] de la escalera larga que están puestos a quarenta y quatro reales. Se obligaba e obligó a los azer e poner con las dichas condiciones a quarenta reales cada uno. Y cada vara de antepechos que están puestos a diez y ocho reales los ponía e puso a diez y seis reales cada vara y todo lo demás a los precios dichos, con aditamentos e condición que si la dicha obra no quedare en él y se rematare en otra persona sea obligado el dicho padre frai Luis de León a le dar e pagar por vía de prometido ducientos reales e rematándose en él que no se le aya de dar cosa alguna de este prometido, e por el dicho frai Luis de León fue admitida esta postura y lo firmaron... Remate. Sobre la qual dicha vaja este día andubo en pregones estas obras diciendo quien da alguna baja en ellas o en alguna de ellas a la una, a las dos, a la terzera. Sepan que se a de rematar a quien dicho y ansí andubo en pregones e por no aber quien baxase por el dicho frai Luis que mandó rematar y asigne dicho por el dicho (sic) Antonio García, pregonero, los precios y bajas ffechas en la dicha obra, declarando cada cossa en lo que estaba puesto y diciendo ay quien baje a la una, ay quien aga por de menos esta obra o alguna parte de ella a las dos, ay quien se obligue a lo azer por de menos a las tres. Si no buena buena, (sic) buen probecho le aga en quien se rematare. Y por segunda boz el dicho frai Luis de León, mandó a el dicho pregonero que lo echase en públicos pregones y si no obiese quien bajase que lo rematase en el dicho Juan de Nates Nabeda. Y ansí andubo en pregones la dicha obra un rato, refiriendo condiciones, posturas 339 A. H. P. A., Lucas Gutiérrez de Cordovilla, protocolo 3765, s.f. 340 La repetición en el documento de que se muestra “la traza y planta” hace pensar que existían dos planos uno de los cuales sería la planta del conjunto del convento y el otro una sección-alzado. 175
e baxas y por no aber quien bajase fue dicho por el dicho pregonero: quien baxa esta obra o alguna parte de ella, quien se obliga a lo azer por de menos a la una, a las dos, a la terzera. Que es buena e verdadera, buena, buena. Buen probecho le aga a el dicho Juan de Nates Nabeda, último postor...
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