Tesis doctoral
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- 4. Muralla de Madrigal
- 6. El convento y el perímetro amurallado de Madrigal
35 . En el recién creado reino de Castilla, tanto su posición fronteriza como sus constantes guerras entorpecen el asentamiento de la nobleza y de los grandes monasterios, por lo que durante mucho tiempo subsiste la libertad individual de los campesinos, en contraste con la que ocurría más al norte. La repoblación de Castilla en un primer momento (sg. IX y X) se lleva a cabo por vascos y astures, poco romanizados. Ávila hasta el último tercio del siglo XI, se puede considerar tierra de nadie, dependiendo posteriormente su diócesis de la provincia Compostelana y de su obispo Gelmirez. Con Fernando I, según el Cronicón de don Pelayo, se trasladan los restos exhumados de Vicente y sus hermanas, desde San Vicente de Ávila a Palencia, León, y San Pedro de Arlanza, probablemente por no considerar zona segura la ciudad de Ávila, todavía sin sus murallas
. En el siglo XI se incorporan al territorio peninsular y castellano un gran número de francos y borgoñones, muchos de ellos a través del Camino de Santiago, que se convierte en una vía de penetración repobladora y cultural. La llegada de estos francos de alguna manera contrarresta la venida de los almorávides al territorio musulmán. Estos terminan con los reinos de taifas y con el pago de las parias, que de poco habían servido para impedir la conquista de Toledo por el monarca castellano. Los nuevos pobladores son castellanos libres y dueños de las tierras y sus cultivos, en una zona fronteriza de guerra permanente, donde la posesión y mantenimiento de un caballo permite la integración de esta población en una elite de caballería
fronteras se van desplazando hacia el sur se incrementa la nobleza de sangre y las diferencias sociales; hombres que habían sido libres cuando se necesitaban, pronto pasan a depender de nobles, monasterios y sedes episcopales, que se convierten en los nuevos protectores. Con estos desplazamientos se van incorporando comunidades de mozárabes autóctonos o procedentes de
37 Menéndez Pidal, La España del Cid, p.837. 38 L. Represa de Partearroyo, Madrigal del Cid y de la Reina, C.S.I.C. Madrid, 1968 39 A. Barrios García, "Una tierra de nadie: Los territorios abulenses en la alta edad media", en Historia de Ávila II, Edad Media (siglos VIII-XIII), Ávila, 2000. Este autor señala la coincidencia toponímica de algunos asentamientos en el alfoz de Arévalo, entre los que incluye a Madrigal, con los de las comarcas de Cincovillas, Covaleda y Lara. Estructuras agrarias y de poder en Castilla. El ejemplo de Ávila (1085 - 1320), tomo I, p. 130. 40 J. M. Quadrado, Salamanca, Ávila y Segovia, Barcelona, 1884, p. 495 41 L. Serrano, Obispos, III, p.221 27 Al-Andalus que han conservado costumbres y cultos cristianos y que aportarán sus conocimientos edilicios en las nuevas murallas que requiere el proceso repoblador. El conde Raimundo de Borgoña, casado con Urraca, hija del monarca Alfonso VI, será el encargado, entre otros, de repoblar y organizar el territorio abulense, después de la conquista de Toledo en el año 1085. Según la tradición su hijo, el futuro monarca Alfonso VII, fue protegido en Ávila de las huestes del monarca aragones, Alfonso el Batallador. Durante este periodo destacaron las Milicias de Ávila en sus incursiones sobre los almohades y el reino de Sevilla. Madrigal aparece citado en la Carta de arras del Cid: “In Matrigale mea porcione...”
Cerca de Arévalo, en Gutierre Muñoz, muere en 1214 el monarca castellano Alfonso VIII, dos años después de la victoria en la batalla de las Navas de Tolosa. Este monarca fue también defendido en su minoría de edad, tras las murallas de Ávila, del rey leonés Fernando II. A la muerte del monarca de León Alfonso IX, su primera mujer Teresa de Portugal y sus hijas Dulce y Sancha, acuerdan con su segunda mujer Berenguela y el hijo de ésta Fernando, que yá es rey de Castilla, la unificación de la corona. Madrigal se sitúa dentro del alfoz medieval de Arévalo, villa para cuya conquista se da la fecha de 1082, sin tener documento alguno que avale la mencionada datación, (Gutierre Muñoz, se documenta en 1097). Algunos autores aventuran para Madrigal la fecha de 1010 38 , cuando esta pasa definitivamente a manos cristianas. Cabe suponer que la gran mayoría de los repobladores que se desplazaron a estas tierras desde el Norte, lo harían buscando los posibles beneficios de la guerra y las garantías jurídicas que se ofertaban como situación fronteriza. Los primeros repobladores de Madrigal parece que tuvieron origen castellano y de familias provenientes de La Rioja 39 . La primera etapa repobladora se habría completado sobre 1120; una segunda oleada tiene lugar entre 1150 y el primer tercio del siglo XIII, en todo caso parece que va unido el proceso de colonización y feudalización. En 1168 Alfonso VIII, concede su carta puebla, al amparo de la repoblación que se lleva a cabo por estas fechas, sobre el fuero otorgado a sus habitantes con anterioridad por Don Pedro, obispo de Burgos.
. La condesa Ersemunda da al obispo de Burgos en 1163 “...illa villa que dicitur Madrigal” 41 .
42 P. Madoz , Ávila diccionario geográfico-estadístico-histórico 1845-1850, edición facsímil, Valladolid, 2000 43 E. Tejero Robledo, Toponimia de Ávila, Ávila, 1983, p.70 44 El arcedianato de Arévalo, en el que se incluye Madrigal se creó entre 1176 y 1181. A. Barrios García, Estructuras agrarias y de poder en Castilla. El ejemplo de Ávila (1085 - 1320), tomo I, p. 227. 45 A. Barrios García, op. cit., tomo II, pp. 15-16. Los otros dos tercios los formaban el de Rágama con 40 aldeas, al sur del de Madrigal, y el tercio de Vega, con 30 aldeas. 46 Las seis poblaciones de mayor entidad de la diócesis eran: Ávila (con 588 mrs. de tercias), Olmedo (204 mrs.), Madrigal (200 mrs.), Arévalo (176 mrs.), Piedrahita (160 mrs.), y Barco de Ávila (120 mrs.). A. Barrios García, op. cit., tomo II, p. 30. 28 “...
Destruida esta población en las guerras entre cristianos y musulmanes, la repoblaron estos, quienes la dieron el nombre de Madrigal. Dominada por los cristianos dio fuero a sus nuevos pobladores D. Pedro, obispo de Burgos, el cual fue confirmado por el rey D. Alonso VIII en 1168....”
. Es muy probable que el topónimo Madrigal proceda de estas fechas de la conquista cristiana. La raíz etimológica del nombre de Madrigal, parece indicar canalizaciones o conducciones de agua. Se puede relacionar con el latín matrice, matrix-cis, cauce; en mozárabe almatriche, surco que abren las aguas pluviales en la tierra, acequia 43 . Una vez producidos estos asentamientos estables del alfoz arevalense, se produce un cierto incremento de la densidad demográfica que trae consigo la incorporación de nuevos campos de cultivo a base de ampliar la superficie roturada. Estos nuevos cultivos, como prueban muchos de los documentos al respecto, se basan principalmente en el cereal y la viña y se circunscribían al entorno de aldeas y villas, donde el campesino busca la seguridad de las armas de sus pobladores ante las razias musulmanas. A mitad del siglo XIII Madrigal forma parte del arcedianato de Arévalo, dentro de la división de la diócesis abulense
. El tercio de Madrigal, comprendía 30 aldeas: “... Sietlavajos (Sinlabajos), Donvidas, Forcaio (Horcajo de las Torres), Lomoviejo, Moriel (Muriel), Verceal (Bercial de Zapardiel), Iuanromán (Barromán), Moraleja de Matacabras, El Villar (Villar de Matacabras), Blasconuño de Matacabras, Castellanos (Castellanos de Zapardiel), Palacios de Goda, Sanchestevan (San Esteban de Zapardiel), Echasalvador (Salvador de Zapardiel), Moraleja (San Pablo de la Moraleja), Fuentcalada de Yenego Tello (Honcalada), Fuentquilana (Honquilana), Tornadizos (Tornadizos de Arévalo), El Campo, Fuentcalada de Polentero, Handaluz, Forcajuelo, Olmediello, Domingalián, Palacyuelos, El Pozo, Luzero, El Pino, Sauguiello y Cuenca...” 45 En este siglo la diócesis de Ávila disponía de un gran números de pequeñas entidades de población, 474 aldeas y tres villas ( Olmedo, Arévalo y Ávila) que se constituían en las capitales de los mencionados arcedianatos, y de sus respectivos alfoces. El de Arévalo, donde se situaba Madrigal, tenía una extensión aproximada de 1.100 km 2 , siendo la zona más poblada, junto con el de Olmedo 46 .
47 No se conoce la fecha precisa de su construcción. Algunos autores le han dado origen árabe, aunque parece probable que se erigiese bajo dominio castellano y sus constructores fueran mudéjares toledanos. 29 Las murallas de Madrigal, que hoy todavía se conservan en algunos tramos, se levantan entre los primeros años del siglo XII y el siglo XIII. Sabemos que en 1302, los arevalenses obtienen del rey Fernando IV, en las cortes de Medina el derribo de sus puertas, acción que al parecer no se llegó a materializar. Lo más probable es que se construyesen en el siglo XIII
, en la misma época que sobre las murallas de Ávila se rematan las estructuras mudéjares del adarve, en el lienzo N. y O. Se construyen con los sistemas constructivos provenientes del reino de Toledo, con muros de cal y canto encintados con ladrillo. Las torres cuadrangulares y aprovechadas en su interior para labores de defensa, mediante niveles abovedados, presentan una tipología más evolucionada y de mayor interés arquitectónico que las murallas de Ávila. La muralla en todo su perímetro estuvo rodeada de una cava o foso.
48 P. Madoz, Ávila diccionario geográfico-estadístico-histórico 1845-1850, edición facsímil, Valladolid, 2000, p. 25. 30 Las murallas de Madrigal tienen un perímetro curvilíneo, que ha sido tenido por circular en algunas épocas, tal como se representa en la cartografía de Francisco Coello a mediados del siglo XIX 48 .
31 La longitud de su contorno es de aproximadamente 2.350 m, con una superficie interior de unas 36 Ha., pudiendo haber dispuesto de poco más de 80 cubos o torres de planta cuadrangular y cuatro puertas principales. Cada una de las puertas conserva el nombre de la villa por cuyo camino se accedía: Medina, Peñaranda, Cantalapiedra y Arévalo, conservándose las tres primeras. Los muros son de ladrillo de tejar, con cajones entrepaños de cal y canto en tapial, con un espesor aproximado de entre 9 y 10 pies. Arcos, bóvedas y molduras, en puertas, son también de ladrillo macizo, presentando los paramentos unas hiladas horizontales de regularización y nivelación, en este material, que aúna la función constructiva con la ornamental.
49 Madrigal aparece en 1250 en el Libro de Consignación de Rentas, que se conserva en el Archivo de la Catedral de Ávila, en tiempos del cardenal Gil Robles. De pocos años después es el primer sello de bronce conocido del “concejo de
50 “Vasallaje de Madrigal”, Resolución del Rey Fernando IV el Emplazado, dirigida al Concejo de Arévalo. 32 Retomando algunos aspectos históricos, vemos que muerto el infante Enrique, hijo de Alfonso VIII, su tía Berenguela casada con el rey leonés Alfonso IX es declarada reina de Castilla, pasando después la corona a su hijo Fernando III el Santo 49 . Tras los reinados de Alfonso X el Sabio y Sancho IV, la primera regencia de su esposa doña María de Molina, ante la minoridad del futuro monarca Fernando IV, trae consigo las luchas contra el infante D. Juan, hermano de Sancho IV, aliado con parte de la nobleza castellana. Al parecer Madrigal no apoyó a la reina regente, lo que probablemente fue uno de los motivos de que al alcanzar Fernando la mayoría de edad (1301), durante las Cortes que se celebraron en Medina del Campo el siguiente año, el rey dictase la siguiente resolución contra la villa de Madrigal: “Porque por el conceio de Arévalo se nos enviaron querellar agora en las cortes que fiziemos en Medina del Campo por sus personeros contra los de Madrigal su aldea, por razón que nos diemos a doña Violante nostra [...rmana], fija del infante don Manuel todos los pechos e derechos que nos avemos en Madrigal, e sobre estos los caballeros de Arévalo fueron a Madrigal por mandato del concejo e refiriéndoles que non acogiesen a don Alfonso, Infante de Portugal, nin a doña Violante su muger nin a otro ninguno sin nuestro mandado o del Conceio de Arévalo, e los caballeros les demandaron las llaves de la puerta de la cerca de la aldea porque guardasen mejor el lugar para mío servicio, e los de Madrigal respondieroles mal e non se las quisieron dar, et porque estos de Madrigal fueron rebeldes en muchas cosas a los de Arévalo [seyendo] su aldea et porque se acercaron sin mandado del conceio de Arévalo e ficieron sello de conceio, et otro si porque infantes e prelados e ricos omes e todos los otros de la nuestra tierra que eran con [nos...] en estas cortes nos pidieron merced que guardásemos a cada uno su señorío e su derecho; Nos avido nuestro acuerdo con los sobredichos fallamos por derecho que los de Madrigal aldea de Arévalo de oy en adelante non se aposen más en la cerca de la aldea sobredicha, nin en las torres, nin en la carcaba, nin barden la cerca, nin la refagan, nin postiguen las puertas. Otro si las puertas de la cerca que ai estan agora que sean todas tiradas porque las entradas e salidas sean desembargadas; et si los de Arévalo quisieren o vieren que es menester que estén ai puestas alli do están agora o en otro lugar de la cerca que ellos las puedan poner e nin otro ninguno e tengan las llaves o qui ellos quisieren. Otro si que los de Arévalo puedan facer alcaçar en su aldea de Madrigal porque se puedan acomodar más complidamente en el lugar para suio servicio et en el lugar que más les cumpla, et que puedan tomar para suelo de este alcaçar e para la carcaba, casas e otras heredades, aquellas que entendieren que les cumplen más. Otro si que la aldea de Madrigal sea siempre de Arévalo e a su jurisdición, que nos nunca le demos a ninguno por heredad nin en otra manera ninguna, et los pechos e los derechos de este lugar que los non demos a ninguno apartadamente sin los pechos e derechos de Arévalo e de su término, et que los coian los cogedores de Arévalo que cogen los nuestros pechos e non otro ninguno, et que los den a quien nos mandaremos; et de oy en adelante que doña Violante non aya ninguna cosa de los pechos nin de los derechos que nos pusiemos en Madrigal. Otro si porque los de Arévalo sean más seguros de los de Madrigal para en todo tiempo e el nuestro señorío sea más guardado, tenemos por bien que cient omes de Madrigal quales ellos tomaren, vengan a Arévalo e faganles omenage por si e por todos los de la aldea de Madrigal por que guarden siempre a nos, el nuestro señorío e al conceio de Arévalo todo su derecho et si asi non fiziesen que sean traidores por ello. Medina del Campo XXVIII de mayo era MCCCXL...”
51 Las villas tenían generalmente una carácter de mayor urbanidad frente al poblamiento rural de las aldeas. 52 J. Valdeón Baruque, “Dos siglos de conflicto políticos en Castilla y León” en Historia de Castilla y León, Crisis y Recuperación (siglos XIV y XV) , tomo V, Valladolid, 1985. 53 Recibe como dote de bodas Arévalo y Madrigal. 33 Aunque Madrigal es considerado por el monarca como un aldea de Arévalo, debían de tener poblaciones semejantes, en todo caso Madrigal se tenía por villa en cuanto que disponía de las mencionadas murallas 51 . Aunque algunos autores han señalado el derribo de las murallas a raíz de esta resolución de Fernando IV, no parece que tal derribo llegara a realizarse (ni así se entiende de su lectura), afectando en todo caso a los hojas de madera de las puertas que debieron de quedar francas para los de Arévalo. Tampoco consta que los de esta villa realizasen alcázar alguno dentro de sus muros. Esta orden del monarca en su conjunto debió de constituir un profundo agravio para los madrigalenses, que fueron considerados como una aldea de Arévalo. La muerte de este rey en 1312, da paso a una segunda regencia de María de Molina, hasta que Alfonso XI ( 1311-1350) alcanza la mayoría de edad en 1325. Doña María de Portugal, mujer de Alfonso XI, había dejado en testamento la villa de Madrigal a su hijo Pedro I el Cruel (1350-1369) quien habitó algunas temporadas en el Palacio. La guerra entre Pedro I y su hermanastro Enrique de Trastámara, con las alianzas europeas que se enmarcan en un conflicto más amplio como es la Guerra de los Cien Años, acaba con el asesinato del monarca y la subida al trono de Castilla de los Trastámara. Tanto Enrique II (1369- 1379), como su hijo Juan I (1379-1390) mantienen sus posesiones de Madrigal, que por estos años se convierte en la sede del tribunal de Castilla. La derrota de Juan I de Castilla en Aljubarrota, en 1385, pone fin a las aspiraciones castellanas sobre la corona portuguesa. A su vez el duque de Lancaster, casado con Constanza, hija de Pedro I, reclama sus derechos sobre la corona castellano-leonesa, invadiendo la península por Galicia. Con la paz de Bayona (1388) se pone fin a esta guerra, en la que se acuerda el matrimonio de la hija del duque, Catalina de Lancaster, con el primogénito de Juan, quien gobernará con el nombre de Enrique III (1390- 1406).
Madrigal conoce un período de auge que comienza en la época de los Trastámara y que tiene su momento de esplendor con los Reyes Católicos, desapareciendo paulatinamente su importancia durante el siglo XVI. Ya en el siglo XVII, al igual que el resto de Castilla, entra en una fase de decadencia poblacional y económica de la que Madrigal no volverá a recuperarse. La muerte prematura de Enrique III provoca de nuevo la minoridad del sucesor, su hijo Juan II (1406/1419-1454). La tutela corre a cargo de su tío Fernando de Antequera y de su madre Catalina, hasta que en 1412 Fernando es elegido por el Compromiso de Caspe, rey de Aragón. Cuando Juan II asume el trono en 1419 deberá enfrentarse a sus primos los infantes de Aragón apoyados en parte de la nobleza castellana, para lo cual Juan II contará con su hombre de confianza, D. Álvaro de Luna 52 . Doña Catalina de Lancaster, la mencionada esposa de Enrique III el Doliente, cede el palacio de Madrigal (al morir en 1418) a su hijo Juan II, que se casa en 1420 con María de Aragón 53 , hermana de Alfonso V de Aragón, estableciendo su residencia en Madrigal en el antiguo palacio de los Trastámara, donde se celebran Cortes en 1438. Este
54 Cortes de los antiguos reinos de Castilla y León. Real Academia de la Historia, t. 3, p. 322-364. 55 A. G. S. Priv. y Conf. tomo 302, a. 2. 34 palacio es ampliado y acondicionado por Juan II, y se convierte en sede temporal de la corte. Al morir la hija de los monarcas, Catalina, es enterrada en el convento de agustinas extramuros. La reina María de Aragón construye en Madrigal el Hospital Real en 1433, junto al Palacio Real, en la plaza frente a la Puerta de Peñaranda. Puede decirse que durante el periodo comprendido entre 1420 y 1455, Madrigal se constituye en el epicentro de la corona castellana. En julio de 1438, se celebran las primeras Cortes de Madrigal, de donde sale reforzado el poder del condestable D. Álvaro de Luna, en sus luchas entre las facciones nobiliarias en torno al monarca Juan II y los infantes de Aragón y el de Navarra. Se toman acuerdos sobre las restricciones a las importaciones de lanas y sobre la unificación de los sistemas de medidas, hasta entonces muy variables
. En 1446 se firman en Madrigal las capitulaciones entre Juan II y su hijo el futuro Enrique IV. El 22 de julio de 1447, en la iglesia de San Nicolás de Bari de Madrigal, el rey contrae matrimonio en segundas nupcias con Isabel de Portugal, futura madre de la reina castellana Isabel. El 24 de abril de 1451 nace en esta villa Isabel la Católica, en el mencionado palacio de las Huelgas o de Juan II, hoy convento de Agustinas, por cesión del emperador Carlos I, en 1525. La futura reina de Castilla y Aragón vive en Madrigal los primeros años de su vida, hasta que tras la muerte de su padre Juan II , se traslada junto con su hermano Alfonso, la reina madre y su abuela Isabel de Barceló, a Arévalo y más tarde en 1461 a Segovia, conviviendo con la hija de su hermanastro, Juana. Enrique es nombrado rey en 1454. En 1463, por una Real Cédula de 15 de agosto concede a los habitantes de Madrigal , cristianos, hebreos y mudéjares el estar libres de pedidos y monedas foreras, por haber sido leales al rey y defender la villa
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