Tesis doctoral


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601

.

La apelación posterior que hace Francisco de Soriarte, no es estimada por la Chancillería,

que eleva a definitiva su sentencia el 20 de octubre de este mismo año

 

602

.

Concluido tan molesto episodio, Francisco Cillero reanuda su trabajo



603

.  El 27 de mayo

de 1637 el convento da un poder a Lorenzo de Baltanas y Alonso Sanz, para que lo representen

en el pleito con Francisco Cillero por cierta cantidad de maravedís



604

 que al parecer tuvo por

motivos económicos que desconocemos.

El 17 de marzo de 1644 el convento emite un poder, que concede el prior, fray Francisco

de Aguilera, a Francisco Cillero, para que pueda cobrar de las rentas de las salinas de Murcia,

los 400 ducados que hasta el día de la fecha le deben por las obras que ha ejecutado en el

convento.  En él se dice, que se cobren de los 2.000 ducados que rentan las dichas salinas y

sirvan de finiquito de las obras que al parecer ha venido realizando Cillero (al que declara

maestro de obras, vecino de Arévalo)  en los últimos tiempos. También se deja constancia de que

Cillero ha sido y es en la actualidad la persona a cuyo cargo están las obras del convento, por lo

que vemos que el trabajo del arquitecto para los agustinos de Madrigal se mantiene, aunque de

forma discontinua, a lo largo del tiempo.

“ Estando en el monasterio de señor San Augustín extramuros de la villa de Madrigal, por ante

mí el escrivano y testigos, en diez y siete días del mes de março del año de mil y seiscientos y

quarenta y quatro, el prior, religiosos y convento del dicho monasterio, estando en la parte

donde lo tienen de costunbre de se xuntar para conferir y tratar las cosas que conbienen al

serbicio de dios, bien y utillidad de esta casa y monasterio, siendo llamados a toque de canpana

como lo tenemos de costunbre, siendo señaladamente presentes el padre fray Francisco de

Aguilera, prior,... 

Otorgamos que damos todo nuestro poder cunplido en caussa propia cuanto se requiere y es

necesario para más baler a boz de convento y en la forma que más firme sea, a Francisco

Cillero, maestro de obras, vezino de la villa de Arébalo, a cuia quenta an estado y corren las que

de presente se acen en este convento para que el susodicho y quien su derecho hobiere, resciba


605

   A. H. P.  A.,  Nicolás Alonso de Mercado , protocolo 3892 s.f.

606

   A. H. P.  A., Ibídem.



607

   A. H. P.  A., Ibídem.

319

y cobre judicial hostrajudicialmente (sic) del administrador, arrendador, tesorero ho receptor

o persona ho perssonas a cuio cargo aia o fuere en qualquier manera la cobranza y paga de las

salinas del partido de Murcia ,donde este convento tiene de renta y juro en cada un año dos mill

ducados por prebilegio puesto en su cabeza a saber, para que el dicho Francisco Cillero aia

para sí mesmo quatrocientos ducados que este convento le está debiendo por finiquito de quenta

que el dicho maestro a echo en dicho monasterio, de las obras que en él a fabricado asta el día

del otorgamiento de esta escriptura. 

Que para aber y cobrar dicha cantidad de quatrocientos ducados, que los a de aber por quenta

de mill ducados que a este convento se le está debiendo de la paga úlltima, de las que passó de

mill y seiscientos y quarenta y uno pagadera fin de otubre del año de mill y seiscientos y

quarenta y dos...

 

605

En este sentido, el 28 de mayo de 1644, el convento da poder a su prior, Juan de

Mendoza, para que pueda cobrar los juros de la memoria de Francisco Quiroga. Se dice que el

cobro es importante por estarse ejecutando obras en el convento. Firma como testigo en la

escritura Francisco Cillero.

“  Sepan los que vieren esta escriptura de poder como nos, el prior frayles y convento del

monasterio de señor San Augustín exstramuros de la villa de Madrigal, estando xuntos y

congregados en nuestro capítulo llevados por toque de campana adonde y según tenemos de uso

y costumbre de nos xuntar para tratar de las cosas del servicio de dios nuestro señor, bien y

utilidad del dicho convento. Siendo señaladamente presentes su paternidad el padre fray Juan

de Mendoça, prior... decimos que por quanto este convento tiene cantidad de maravedís de juro

y renta en cada un año por previllexios de su Magestad, ansí sobre las salinas y alfolíes de la sal

del Principado de Austurias, como otros que irán especificados en esta escriptura de poder y son

los que se siguen:... y ansí mismo este dicho convento tiene otras pretensiones y negocios como

cesonario (sic) que es de la hacienda del heminentíssimo señor cardenal y arçobispo de Toledo

don Gaspar de Quiroga, cuya fundación es esta cassa donde se están hedificando obras y para

lo susodicho y otras muchas cosas es necesario quien acuda su dispusición como combenga, sin

que el dicho convento esté presente para ello. 

Otorgamos y conocemos que damos todo poder cunplido quanto a boz de convento le podemos

y debemos dar y de derecho es necesario y se requiere y en la forma que más fuerte y firme sea,

al dicho padre fray Juan de Mendoza, prior que está presente ....

...En testimonio de lo qual lo otorgaron anssí ante el presente escrivano y testigos en dicho

convento, a veinte y ocho de mayo de mill y seiscientos y quarenta y quatro años, siendo testigos

a lo que dicho es Francisco Cillero, Marcos Fernández y Antón de Arévalo, vezinos y estantes

en la dicha villa y convento, y dicho padre prior y demás relixiossos otorgantes, que yo el dicho

escribano doy fee conozco...”

 

606

También de la misma fecha es una carta de poder, por la cual el prior, frai Juan de

Mendoza y los frailes del convento, otorgan licencia a fray Andrés Blanco, fray Andrés de Vega

y fray Juan de Sahagún, para que puedan cobrar en la villa de Madrigal y otros lugares las deudas

que se tengan en el convento. Firma así mismo como testigo Francisco Cillero 



607

.


320

El 17 de julio de 1644 contrata Cillero la que será su posible última intervención conocida

en el convento de Madrigal. Se trata de la conclusión y remate de la escalera principal, que como

ya vimos, se comenzó con anterioridad al inicio del claustro en 1628 y que, al parecer, por estas

fechas estaría todavía sin terminar.  Las obras que ejecuta Cillero, “de lo que está trazado y

dibuxado”, corresponden principalmente al revestimiento interior de la escalera y su cubrición

mediante bóveda tabicada y yesería, de la que todavía se conservan sus restos entre las actuales

ruinas. Da las trazas para toda la ornamentación y volumen interior de las bóvedas, con su remate

superior “...para que su adorno y arquitetura  y pedirlo el arte, con lo qual quedará con toda



perfeción y ermosura”. También los rodapiés y el encuentro con los huecos que dan al claustro,

que serán de piedra de Cardeñosa, al igual que toda la piedra empleada en el convento. Se dice

que se ejecutarán 5 pedestales o pilastras de orden dórico, en las mesetas de la escalera, de la que

sabemos tenía tres tramos, “y las bassas an de ser con su plinto, talón, rebelso y bocel, filete y



copada”, sirviendo de remate a la balaustrada de piedra, que se embebe en estas pilastras

mediante juntas emplomadas. La obra se contrata por 9.600 reales, que se pagan en la Navidad



de este año de 1644.

“ En el monasterio de señor San Augustín estramuros  de la villa  de Madrigal, a diez y siete días

del mes de jullio de mill y seiscientos y quarenta y quatro años. Por ante mí, el ynfraescripto

scrivano y testigos, parecieron de la una parte su paternidad del padre fray Juan de Mendoça,

prior del dicho convento, y por el poder que de él tiene, ante mí el escrivano para cobranças y

dar acer obras en dicho convento y otros hefetos y cosas que contiene y es xeneral de que doy

fee, y de la otra Francisco Cillero, maestro de obras vezino de la villa de Arébalo, y dixeron

están conbenidos y de acuerdo entre las dichas partes en que el dicho Francisco Cillero aya de

fabricar de todo lo necessario que falta en la escalera principal del dicho convento en la qual

a de hacer y se a de guardar lo siguiente:

Primeramente, el dicho Francisco Cillero a de acer toda la guarnición de faxas y contrafaxas

según y en la conformidad de lo que está trazado y dibuxado ansí de arquitatura (sic) como de

talla, para que todo realce en la conformidad de lo demás que está fabricado, dexando todo lo

que toca a la dicha sobreescalera y su bóbeda mui bien acavada a toda satisfazión.

Y es condición que en el friso de la cornisa prinzipal de dicha escalera se a de hacer la talla en

correspondenzia de los resaltos de los capiteles y caltelas, para que su adorno y arquitetura y

pedirlo el arte, con lo qual quedará con toda perfeción y ermosura.

Y es condición que, quando esté acavada toda la talla en la conformidad dicha, se a de

blanquear  de yesso blanco traído de Madrid, lo que se gasta para blanquear de Vallecas. Y se

advierte que todo lo que toca a el realço de la talla y molduras, a de hazersse con agua de cola

y yesso para su seguridad y firmeça, y todo lo que toca a los témpanos de las  calles y faxas de

dicha bóbeda a de ir tendido de llana y labado de paño, como se acostumbra en tales obras. Y

juntamente todas las paredes de la caxa de la escalera dicha de arriba abaxo, considerando que

se a de acer con rodapiés abaxo, buscando las subidas y mesas de dicha escalera que tenga de

alto lo que los pasamanos y pedrestales de la dicha escalera, y a de ser de piedra Cardeñossa

de grano menudo.

Y es condición que lo que toca a las ensutas de la escalera en sus subidas, sobre que a de cargar

las basas de piedra, se a de hazer de ladrillo y yesso y xaarrado y blanqueado, en la conformidad

de lo demás de dicha escalera, considerando que a de quedar las mochetas de bueltas de ocinos

de piedra y vassas descubiertas y recortadas por ygualdad.

608

   A. H. P.  A.,  Nicolás Alonso de Mercado, protocolo 3982  s.f.



321

Y se advierte y es condición que se an de hazer y asentar cinco pedrestales de orden dórica en

los enquentros de las messas de la dicha scalera, y las bassas an de ser con su plinto, talón,

rebelso y bocel, filete y copada, que tenga de ancho por lo menos un pie o lo que más convenga,

guardando la arquitetura y correspondenzia. Y en la dicha basa u basas se a de hazer una caxa

en su medio donde se enbeva  la solera de los balaustres que se an de sentar yncorporados y

enplomados contra los dichos pedrestales.

Es condición que el rodapie de las subidas de la escalera, con sus troços y messas quadradas con

bueltas de la bentana del balcón que cae a el claustro y entradas del fin de la escalera a el

claustro alto, todo él lo a de ser de piedra de Cardeñossa de grano menudo y a de tener el dicho

rodapié dos pies de alto, de gruesso medio pie y que la pieça menor de dicho çócalo aya de tener

a bara de largo por causa de escusar las menos juntas, y se advierte que esta condición y la de

atrás que trata del dicho rodapié, a de ser todo una misma cossa, porque aunque allí dize a de

ser de yesso estamos conbenidos en que a de ser de piedra en la forma aquí dicha.

Y es condición que todo el yesso blanco que fuere menester para blanqueo de dicha escalera lo

a de dar el padre prior del dicho conbento, puesto en la villa de Madrid y conprado a costa del

dicho convento, y anssí mismo el yerro que fuere necesario para las barandas del pasamano de

dicha escalera queda por quenta del dicho convento. Y el dicho Francisco Cillero a de traer el

dicho yesso desde la villa de Madrid a esta por su quenta y de comprar la piedra y demás

materiales que fueren necessarios para la dicha obra, a de ser ansí mismo por quenta del

susodicho, hasta ponerlo a el pie de ella, de manera que ssólo a de quedar por quenta de dicho

conbento no más que la conpra y paga del dicho yesso y ponerlo en la dicha villa de Madrid y

yerro de las dichas barandas. Lla qual dicha obra el dicho Francisco Zillero se a de obligar

hazer conforme y de la manera que sse declara en las condiciones puestas en esta escriptura. 

Y el dicho padre fray Juan de Mendoça, prior del dicho conbento, en nonbre de él por la dicha

obra, de dar a el dicho maestro nuebe mill y seiscientos reales pagados para el día de pasqua

de Navidad de este pressente año de la fecha, y cunpliendo el dicho padre prior y el dicho

Francisco Cillero con lo tratado, el susodicho Francisco Zillero se obliga de hazer y fabricar la

obra que ffalta de hacersse en la escalera prinzipal del dicho conbento de San Augustín

extramuros de la dicha villa de Madrigal, confforme a las condiziones de ssusso ynsertas,

conforme a el adorno y artquitetura que sse requiere para su perpetuidad y que trairá todos los

materiales que quedan puestos en la dicha obra por su quenta y riesgo, sin que quede por la del

convento más de lo que adelante se dirá, la qual dicha obra aya con la mayor brebedad que

pueda sin que por su culpa ni neglijenzia se dexe de acavar en la fforma refferida en las dichas

condiziones...” 

608

 

  

En un anexo al contrato, en el que se repiten las mayor parte de las condiciones, se

especifica que los pasamanos de las barandas de la escalera serán de hierro, e irán por cuenta del

convento.  Esta es la última obra en la que tenemos constancia de la participación de Cillero en

el convento de Madrigal. Los agustinos, al igual que mucho otras órdenes, entran en una fase

parca de obras, en consonancia con el periodo de recesión económica que vive el país.


609

   Otra hipótesis apunta a que Cillero quisiera poner mayor distancia con la capital de la Diócesis Abulense, tras el

episodio excomulgatorio derivado del pleito con los benedictinos de Nuestra Señora de la Antigua de Ávila.

610


   A. H. P. S., Jerónimo de Zamora, protocolo 3999, f. 13.

611


   A. H. P. S., Jerónimo Honorato, protocolo 6722, f. 95.

612


   A. H. P. S., Juan Gómez Diez, protocolo 2982, f. 456.

613


   A. H. P. S., José de Salvatierra,  protocolo 4713, f. 1385

.

614



   A, García Boiza, La iglesia y convento de MM. Agustinas de Salamanca, Universidad de Salamanca, 1945, p. 12.

Publicado por A. Rodríguez Ceballos, “Juan Moreno y la arquitectura protobarroca en Salamanca”, en Archivo Español de Arte,

nº 193-196, T XLIX, Madrid, 1976, p. 260.

615


   A. H. P. S., Juan de Huerta, protocolo 3271, f. 220.

322


1.6.4

Los maestros de cantería Francisco de la Hoya y Juan de Alvarado.

En 1632, cuando todavía está Francisco Cillero al cargo de la obra del claustro, llega al

convento de Madrigal el maestro de cantería salmantino Francisco de la Hoya, para trabajar en

sus arquerías y fachadas. Es probable que la presencia en Madrigal de Francisco de a Hoya y

posteriormente la de Juan de Alvarado, se deba a la iniciativa de Cillero, pues hay constancia del

conocimiento y colaboración entre ellos.

Hemos visto como al año siguiente, el 13 de marzo de 1633, Francisco Cillero, por

razones desconocidas, deja de hacerse cargo de las obras del claustro liquidando las mismas el

15 de abril. Las razones para ello las podríamos encontrar en que en estos momentos le surgen

otros encargos, como los de la Colegiata de San Antolín de Medina del Campo, que marcan el

inicio de su etapa en esta villa 

609

. En todo caso, parece razonable pensar que al hacerse cargo de

las labores de cantería Francisco de la Hoya, la labor de Cillero, enfocada en mayor medida a la

albañilería y a las bóvedas tabicadas, en las que era un especialista, quedase supeditada al ritmo

más lento de la cantería, teniendo que completar o rematar su trabajo de forma intermitente a

tenor de la conclusión de las fábricas de piedra.

En todo caso la relación entre estos arquitectos (o maestros) es y sigue siendo buena, pues

hemos visto como, en noviembre de 1633, aparece Cillero como fiador en la obra de la torre de

Santa María de Tordesillas, que se adjudica a  Francisco de la Hoya, Juan Moreno y Gaspar de

Morales.


No son muchos los datos que se tienen sobre la vida y obra de Francisco de la Hoya. Al

parecer era natural de Salamanca y estuvo casado con María Fernández, según dote que se

estableció el 10 de noviembre de 1604

  

610

. En lo que conocemos, la vida y la obra de Francisco

de la Hoya se mueve en el ámbito de Salamanca y su entorno, participando en numerosas obras

para la orden agustina, por lo que no es de extrañar su labor en el claustro de Madrigal.

En 1611 realiza obras en la villa de Dueñas para el monasterio de San Agustín 



611

. En


1628 trabaja en la obra del convento de San Andrés extramuros de Salamanca.

612

 Al año


siguiente, en 1629, realiza de nuevo obras para los agustinos, esta vez en su convento

salmantino



613

 

. Dentro de la frecuencia con que trabaja para esta orden, vemos que De la Hoya



realiza el crucero y la cúpula de su iglesia en Salamanca, así como en el convento de agustinas

recoletas de la misma ciudad 



614

.  Entre 1629 y 1630 



615

  realiza las obras del puente de Ledesma,



616

   A. H. P. S., Juan de Soria, protocolo 3530, f. 1817.

617

   A. H. P. S., Juan de Huerta, protocolo 3272, f. 10. También  A. H. P. S., Juan de Medina, protocolo 3899, f. 149.



618

   A. H. P. S., Juan Gómez Diez, protocolo 2987, f. 718. En la obra de San Esteban participa también el escultor

Francisco Gallego.

619


   A. H. P. S., José de Salvatierra, protocolo 4712, f. 1016.

620


   A. H. P. S., Francisco de Zamora, protocolo 4017, f. 2042.

621


   M. Sendín Calabuig,  El Colegio Mayor del Arzobispo Fonseca en Salamanca, Universidad de Salamanca,

Salamanca, 1977.

622

   A. H. P. S., protocolo 2990, f. 776.



623

   A. H. P. S., José de Salvatierra, protocolo 4723, f. 56-60

.

 

323


tal como aparece en el testamento transcrito. Participan en la misma Juan de Rioseco y Manuel

de Zavala, estando también presente en el contrato Juan de Alvarado.

En el periodo en que contrata las obras de Madrigal, Francisco de la Hoya ha concluido

el coro y la tribuna de la iglesia parroquial de Los Villares, obra que se obliga a realizar en

agosto de 1631

 

616

. También en estos años emite poderes y cartas de obligación en relación a la

obra que los jesuitas de Salamanca hacen en su Colegio 



617

. El 19 de julio de 1634 se concierta

con otros canteros, para terminar la obra del capítulo del convento de San Esteban de

Salamanca



618

. Como aparece en su testamento, vemos como le correspondía una tercera parte de

la obra de los domínicos, frente a las otras dos partes que hizo Juan Moreno, ya fallecido. Al

maestro de cantería Juan Moreno lo hemos visto también en el contrato para la  torre de la iglesia

de Tordesillas, con Francisco Cillero y Juan de Alvarado, así como en algunas otras obras que

realizan conjuntamente.  En marzo de 1637 hace el carnero para los Duques de Béjar en la iglesia

de San Agustín 

619

 y en 1638, un año antes de su muerte, se obliga a supervisar la obra de la

iglesia del convento de las agustinas de Monterrey

 

620

.

A la conclusión de las obras del claustro de los agustinos de  Madrigal, Francisco de la



Hoya sigue trabajando en el ámbito de Salamanca, dando en 1638 las condiciones para la

reparación de las cubiertas del palacio del Arzobispo Fonseca, destruidas por un incendio a

consecuencia de un rayo 

621

.

“... y esto y todas las demás dudas que se recrecieren en la dicha obra la ha de determinar dicho



maestro Francisco de Hoya....

 

622

.

Hace testamento el 6 de agosto de 1639 



623

, debiendo morir por esas fechas, pues no se

tienen noticias suyas a partir de entonces.

Francisco de la Hoya declara en este testamento que la obra del convento de San Agustín

de Madrigal estuvo a su cargo y al de Juan de Alvarado, ya fallecido, habiendo trabajado ambos

a partes iguales (formando compañía), por lo que reclama a la viuda de Alvarado, María Vicente,

el que se haga repartimiento de lo cobrado, por mediación del prior fray Juan de la Cruz. En el

año que hace testamento Francisco de la Hoya, en la zona del claustro se habían concluido las

fábricas de cantería, si bien faltaban algunos remates y obras por hacer, como la escalera y


324

algunas bóvedas del deambulatorio. Los maestros de cantería mantenían todavía en el convento

la herramienta utilizada, por “

si se prosiguiere la obra 

“.

“TESTAMENTO DE FRANCISCO DE LA OYA, MAESTRO DE CANTERÍA, VECINO DE



SALAMANCA.

“ En el nombre de Dios amen. Sepan quantos esta carta de testamento y última boluntad bieren

como yo, Francisco de la Oya, maestro de cantería becino de la ciudad de Salamanca, estando

enfermo en la cama, de la enfermedad que Dios nuestro señor fue servido de me dar y en mi

entero juycio y entendimiento natural.... Primeramente mando y encomiendo mi alma a Dios

nuestro señor, que la conpró y redimió...

Yten digo que declaro, que en un libro de quartilla que está en mi poder, está una memoria de

la quenta que tenemos Juan de Rioseco y yo, de la obra principal de la puente de la villa de

Ledesma, escrita en seis planas de papel rubricadas del presente escrivano y al fin firmada de

mi nombre. Que comiença, memoria de la quenta que tenemos el señor Juan de Rioseco y yo

después que la ycimos en la villa de Ledesma, en dos días del mes de setienbre del año de mill

y seiscientos y treinta, y acava en Salamanca en diez y seis de mayo de este año de mill y

seiscientos y treinta y uno, y en verdad yo firmé, salvo error Francisco de la Oya. Y al fin de cada

plana está fundado lo que ellas está escrito, la qual quenta es cierta y berdadera y por ella

constará lo que se me deve y así lo declaro por descargo de mi conciencia para que se cobre lo

que se me deve de la dicha obra principal. Y declaro que en la obra de las ensanchas de la dicha

puente yo no e echo quenta con el dicho Juan de Rioseco y sus erederos, y está por aver la quenta

de las dichas ensanchas entre mí y él,y lo que se me debiere de la obra principal de que esta echa

la quenta, se cobre de la dicha obra de ensanchas de lo que tocare y perteneciere a la parte del

dicho Juan de Rioseco, porque no se dé otra parte en que pueda ser ya pagado.

Yten digo y declaro, por descargo de mi conciencia,  que en las quentas que se an de hacer con

los erederos de Manuel de Çavala, de las comisiones que se le entregaron de la obra principal

de la puente de Ledesma que estubo por quenta del dicho Manuel de Çavala y Juan de Rioseco

y mía, se a de acer cargo a los dichos erederos de Manuel de Çabala lo siguiente:

Primeramente cobró de la villa de Ledesma, mill y docientos y treinta y seis reales, de lo que se

le repartió y costas que se causaron en su cobrança, como consta de la carta de pago. Más se

le a de cargar de lo que tocó a pagar a la ciudad de Toro por la comisión que tubo, y tener lo

cobrado tres mill y dos reales y quince maravedís. Más se le a de acer cargo de seiscientos

treinta y ocho reales y catorce maravedís de las billas y lugares que dio de resultas Juan Murile,

de que llevó comisión el dicho Manuel de Çabala...

Yten digo y declaro que ansí mesmo se a de acer cargo a los dichos erederos de Manuel de

Çavala de lo que tocó a pagar a esta ciudad de Salamanca de su repartimiento, que fueron cinco

mill docientos y beinte reales y beintiocho maravedís....

Yten digo y declaro que la obra del convento de San Agustín de Madrigal corrió por mi quenta

y de Juan de Albarado, difunto, el qual por el testamento que otorgó con que falleció, que pasó

por ante el presente escribano, declaro que de todo lo echo y cobrado, ansí en la dicha obra

como de otras de que los dos trayamos conpañía, estávamos iguales y que lo que se cobrase de

la dicha obra de Madrigal es partible entre los dos y después de la muerte del dicho Juan de

Alvarado, María Bicente, su muger, cobró del dicho conbento de Madrigal ochocientos y

quarenta reales, por manera que la dicha María Bicente me deve ygualar de manera que

quedemos yguales de lo ansí cobrado, y consta lo dicho por una memoria firmada del padre frai

Juan de la Cruz, prior del dicho conbento. Mando se cobre de la dicha María Bicente lo que

624

   A. H. P. S., José de Salvatierra, protocolo 4723, f. 56-60

.

325


tiene de más a más cobrado, y lo demás que se cobrare para adelante si se prosiguiere la obra,

es partible.

Yten digo y declaro que la maroma del tiro y toda la erramienta que ay en la dicha obra de

Madrigal es partible y propia de mí y de los erederos del dicho Juan de Albarado.

Yten declaro que Juan Moreno, difunto que Dios perdone i yo ycimos la obra del capítulo del

convento de San Esteban de la orden de santo Domingo de esta ciudad, en la que yo tenía a hazer

una parte y las otras dos partes el dicho Juan Moreno de alcance [...] de esta obra como lo a

declarado Ana del Poço, su muxer, ser esto, debiendo ciento y cinquenta reales. Y ansí mismo

de esta obra se me deben cien reales de trescientos reales que dicho Juan Moreno sacó para

pagar a Francisco Gallego escultor, trescientos reales de un concierto que dicho Juan Moreno

yço con Alonso Sardina...

Yten digo, que después de la dicha obra de santo Domingo, tomamos cierto destaxo de lavor y

piedra de la obra de su excelencia señor conde de Monterrey, de su conbento de agustinas

descalças de esta ciudad, el dicho Juan Moreno e yo,  y estando enfermo el dicho Juan Moreno

por su parte se cobró cien reales que yo se los [...] por quenta de dicha obra, de los quales a mí

me tocan treynta y tres reales y diez maravedís que es la tercia parte de los dichos cien reales...

Yten declaro que yo e sacado algunas mercadurías de en casa y tienda de Antonia de Rueda para

lo qual le dí una librança que cobrase lo en ella contenido de Francisco de Rueda, regidor de

esta ciudad, que no me acuerdo de la cantidad que fue y le ido dando....

... a seis días del mes de agosto de 1639 años, siendo testigos para ellos llamados y rrogados

Pedro Durán travajador, y Lucas de Llanos caretero y Francisco de Santillana escribiente,

becinos de la dicha pª y Pedro García y Domingo García becinos de la villa del Escurial junto

a Zepeda, estantes al presente en esta ciudad, e yo el escribano doy fe que conozco” (firmas)

 


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