Tesis doctoral


Download 3.97 Mb.
Pdf ko'rish
bet52/70
Sana03.02.2018
Hajmi3.97 Mb.
#25834
1   ...   48   49   50   51   52   53   54   55   ...   70

736

.


737

   La transcripción íntegra del texto, referente al convento de agustinos de Madrigal, se puede consultar en los

apéndices de este trabajo.  El Marqués de la Ensenada (Z. de Somodevilla) fue partidario de las reformas ilustradas y

reorganizador de la armada, con una política en favor del comercio, la industria y la modernización administrativa. Fue apartado

del Gobierno por el monarca Fernando VI, debido a su acercamiento a las posturas francesas frente a las británicas, colaborando

posteriormente con Carlos III. En este Catastro de Ensenada se refleja como la agricultura es la ocupación principal dentro de

la economía castellana, con un 58 % de la producción procedente de este sector.

738


   A. H. P. A., Catastro del Marqués de la Ensenada, Tomo I  Propiedades Eclesiásticas,  H-483, pp. 593 y 594.

739


   Ibídem, p. 596.

368


1.7.5

El convento en el catastro del Marques de la Ensenada.

En el Catastro del Marqués de la Ensenada 



737

 se describen pormenorizadamente los

bienes y tierras que posee el convento en la fecha en que se elabora el catastro. Sirve como

registro, tanto de los frailes y personas que habitan el convento, como de todas las posesiones

que en este momento poseen los agustinos calzados. En general,  vemos que el convento de San

Agustín de Madrigal goza de una de una aceptable situación económica, poseyendo un buen

número de tierras arrendadas, huerta, ganado y dependencias agrícolas. En este catastro no se

recogen las rentas ajenas a las actividades agropecuarias.

Como ya hemos comentado anteriormente, en este momento en el convento profesan 42

religiosos, siendo el padre prior Fray Sabino Fernández. El resto de los frailes y sus edades son:

el padre maestro fray Manuel de Santa Cruz, de sesenta; el padre maestro fray Alonso Vitorero,

de cuarenta años; fray Gregorio Álvarez, de setenta; fray Bernardo Hurtado, de treinta y seis; fray

Esteban Mariño, de treinta; fray Juan Pedraza, de cincuenta; fray Antonio Guijarro, de cuarenta;

fray Sebastián Sánchez, de cuarenta; fray Antonio Mediavilla, de cuarenta; fray Tomas Pérez,

de cuarenta; fray Pedro Rico, de cuarenta y uno; fray José Muñoz, de cuarenta; fray Gregorio

Notario, de treinta y seis; fray Agustín Huerta, de treinta y dos; fray Juan Mateos, de la misma

edad; fray Manuel Jiménez, de veintiocho; fray Baltasar Díaz, de veintisiete; fray Francisco

Matheos, de veintiséis; fray Antonio Palacio, de veinticinco; fray Pedro Carpizo, de veintiséis;

fray Luis Hidalgo, de veinticuatro; fray  Juan de Dios de Heras, de dieciocho años; fray  Manuel

Rojas, de veinte; fray Tomas Nieto, de diecinueve; fray Miguel Madero, de veinte años; fray

Pedro Díaz, de dieciocho; fray José Rodríguez, de diecinueve; fray Isidoro Hurtado, de diecisiete;

fray  Miguel Galicano, de veinte;  fray Manuel de Cerralbo, de dieciocho; fray Manuel Gil, de

veinte; fray Lorenzo Rozillo, de dieciocho; fray Agustín Alonso, de diecinueve; fray Gregorio

González, de veinte; fray Cipriano Corrales, de diecinueve; fray  Isidoro Minguez, de veinte

años; fray  Pedro Cruz, de la misma edad; fray Hipólito Cuéllar, de dieciocho; fray José Sigena,

de diecinueve; fray Bernardo de San Guillermo, de cincuenta y tres; y fray Manuel Calbo, de

edad de treinta años 

738

. En conjunto es una comunidad joven, con una media de edad  de 29 años.

 

Disponen así mismo de  doce criados, tres para la labranza que lleva directamente el



convento: Isidoro Jiménez, de treinta años de edad;  Silvestre Martín de treinta; y Manuel Ramón

de  veinticinco. El maestro de cocina es Matías Linares, de treinta y cuatro, que dispone de un

ayudante, Gervasio Lozano, de veinte. Trabaja de pastor Ignacio del Bosque, de treinta y dos,

con un zagal que le ayuda Bernardo Vaca, de veinte años. El criado de la sacristía es Alonso

Dávila, de veinte, con un ayudante de misas, Juan González, de quince. También trabajan en el

convento Ramón Zurdo, cartero de quince años de edad, Antonio Díaz Morales, criado de

enfermería de catorce y Antonio Astorga,  criado de portería, de treinta y cinco años 

739

. Lo que


hace un total de 54 personas, habitantes del convento en ese momento.

740

   Ibídem,  p. 598.

741

   Ibídem,  p. 656.



742

   Ibídem, p. 658.

743

   Ibídem, p. 657 vº.



369

Disponen los agustinos de unas casas paneras, situadas en la calle del Obispo, de unos

390 m

2

 de superficie entre las dos aproximadamente. Un cortinal, que linda con el corral de los



Sanguino dentro de la villa, donde se siembre cebada. Una casa lagar adosada a la cara interior

de la muralla, en la calle Carramedina, así como una bodega, también intramuros, con tres

bóvedas enterradas donde se almacenan 12 grandes cubas, pues como se ha comentado, los

frailes vendían parte de su producción



740

.

En cuanto a las tierras propiedad del convento, quedan reflejadas las siguientes: Un prado



cercano al convento, que linda con el de las agustinas, que se empleaba para el pasto del ganado

lanar; 86 fincas de secano en diversos lugares y términos, con un total aproximado de 202 ha y

otras 27 fincas  que tienen arrendadas a diferentes agricultores o colonos, con un total de 48,5

ha, lo que supone un total de 113 fincas o tierras de secano, unas 250 ha comprobando que se ha

incrementado este número respecto del apeo de finales del siglo anterior. Poseen los agustinos

tres viñas: una en al camino de Palazuelo de 17.600 cepas, de las cuales producen 17.000; otra

en el camino de Horcajo, de 13.200 cepas; y otra, llamada la Puerta, en el camino de Blasconuño

a Moraleja, de 8.400 cepas 



741

. Disponen también los agustinos de dos eras para la trilla del

grano, una en el camino de Palazuelos y la otra en el sendero de las Puertas del Porquero,

lindando ambas con la villa de Madrigal, de poco  más de media hectárea de superficie entre

ambas.

 

En cuanto al ganado, dispone el convento de siete mulas, una para el transporte y seis



para la labranza, así como de un burro. Un rebaño de trescientas ovejas, que sirven para el

consumo de la comunidad, que pastan en el monte del término de Madrigal,  “...



que son de ganado

negro pues de otra especie no ay en esta villa....” 

742

.

Se recoge en este documento que el convento percibe anualmente 6 reales y 6 maravedís,



de los réditos de un censo que paga Agustín Ortega, vecino de Madrigal, por la casa en la que

vive 


743

Se describen, por último, las cargas u obligaciones que tiene contraída la comunidad de



los agustinos, que son las siguientes:

.- El convento debe celebrar cada año 32 misas cantadas, con asistencia de todos los

religiosos y 260 misas rezadas, por las almas de Quiroga y sus padres.

.- Por las funciones litúrgicas que tiene que celebrar el convento se consumen cada año

12 arrobas de cera, cuyo importe es de 3.000 reales.

.- Para las luminarias del Santísimo Sacramento y el coro, se consumen cada año 15

arrobas de aceite, con un costo de 375 reales.


744

   Ibídem, p. 661. 

370

.- El coste de las hostias que se consumen anualmente en el convento para estas



celebraciones litúrgicas, asciende a la cantidad de sesenta y cuatro reales, cincuenta en

moneda y los catorce restantes en el valor de una fanega de trigo.

.- Al médico que atiende a la comunidad de religiosos se le pagan anualmente 500 reales,

y al cirujano 230 reales  más.

.- Al hortelano, que trabaja en la huerta anexa al convento, se le pagan 340 reales.

.- A la persona que lava la ropa de la sacristía se le pagan cada año 300 reales.

.- Al maestro de cocina Matías Linares, además de la ración diaria, se le paga al año 72

reales. La misma cantidad se paga al ayudante de cocina y equivalente ración.

.- A los ayudantes de sacristía, enfermería, refectorio, cartería y portería se les paga en

total 432 reales, aparte de la comida.

.- Paga el convento por el impuesto de millones, en su pertenencia a la villa de Madrigal,

 la cantidad anual de 550 reales 



744

.

Se formula en una nota final que el convento tiene otras diferentes cargas, que no se



expresan en esta relación por pertenecer a otros términos.

745

   La práctica totalidad de los datos se han extraído de la Real Chancillería de Valladolid. A. CH. V., Fondo Sección

Pleitos Civiles, Alonso Rodríguez (olvidados) Caja 0950.0001.  Este largo pleito se compone de siete piezas, cinco de ellas de

pruebas y documentos  y las dos últimas con las diligencias y trámites desde la Chancillería. El resumen pormenorizado de este

pleito se incorpora en los apéndices de este trabajo. También pueden verse algunos datos en el Archivo de la Provincia Agustina

de Castilla (A. P. A. C.), hojas cosidas al “Libro de Protocolos de los papeles que se contienen en este archivo del convento de



N. P. S. Agustín de la villa de Madrigal”.

371


1.7.6

El pleito de Joaquín Quiroga Melgarejo, patrono del convento.

Entre los años de 1782 y 1802 se establece un pleito



745

 entre el convento de San Agustín

de la villa de Madrigal de la Altas Torres y Joaquín de Quiroga Melgarejo, patrono del convento,

al reclamar este a los frailes las cuentas sobre las rentas de 141 años de los efectos de las

memorias fundadas por el cardenal D. Gaspar de Quiroga. El patronato se fundo en 1590, en vida

del Cardenal, estableciéndose, como hemos visto, una serie de rentas y cargas que se ampliaron

en los otros dos tratados. En esta fundación se establecía que el Patrono, que recibe anualmente

1.200 ducados de renta, tiene la obligación de comprobar el cumplimiento de estas cargas del

convento, por lo cual Joaquín Melgarejo en el año de 1781, requiere las cuentas que los agustinos

llevan de las mismas, si bien los patronos anteriores, desde 1641, no se habían molestado en

realizar esta tarea. Como veremos, detrás de este interés en supervisar dichas cuentas, disfrazado

de virtuoso celo, está el de sacar el mayor beneficio posible, argumentando que el importe de las

obras pías que no se hubiesen efectuado por los agustinos durante este periodo de tiempo, debería

de pasar al Patrono. Están en juego varios millones de reales. 

La larga duración de este proceso, de algo  más de 20 años, nos ha servido para conocer

muchos de los aspectos económicos y administrativos del convento, especialmente de todas las

rentas, dotaciones y cargas establecidas en su día por el cardenal y arzobispo de Toledo D.

Gaspar de Quiroga y sus testamentarios, por una parte y el convento de agustinos de Madrigal

por otra. Hemos podido entender el carácter y contenido detallado de estas tres fundaciones o

tratados, así como su cumplimiento en estos 141 años, desde 1641, fecha en que se rinden

cuentas al patrono por última vez, hasta 1782 en que se inicia el pleito. 

Durante el tiempo que dura este pleito suceden importantes cambios sociopolíticos

derivados principalmente de la Revolución Francesa. En el reinado de Carlos IV, a caballo entre

el fin del antiguo régimen y la reacción europea a los excesos del Directorio, se toman algunas

medidas reformistas sobre desamortización de propiedades eclesiásticas (para aplicarlas al pago

de la deuda pública) que subyacen en el fondo de tan dilatada causa.



1.7.6..1. Preámbulo de la causa: 

D. Joaquín de Quiroga Melgarejo Roxas Contreras y

Olivares, Marqués de Melgarejo, caballero de la Orden de Calatrava y Mayordomo de S.M.,

vecino de Madrid,  “dueño de los lugares de Cos, La Condobina y sus agregados”,  llega a ser

patrono del convento por vía sucesoria a través de Agustina de Quiroga, hermana del arzobispo.

Esta hermana, que al parecer fue la tercera, se casó en Olmedo con D. Alonso de Guzmán y

tuvieron por hijo a D. Álvaro de Quiroga, que se casó con Dña. María de Estrada, teniendo a su

vez dos hijos: Gaspar de Quiroga, que falleció y Juan de Quiroga y Guzmán, que hereda el

patronazgo de las memorias del Cardenal, casándose con Micaela de Olivares.  La rama de los

Melgarejo se une a los Quiroga a través de Inés Francisca de Quiroga, como se ve en el árbol

genealógico que se conserva en el Archivo Histórico Nacional (fig. 36).  


746

  A. H. N., Consejos, legajo 5310, IV pieza, Casa Quiroga.

372

36. Árbol genealógico del Marqués de Melgarejo, patrono del convento 

746

 


747

   A. CH. V., Fondo Sección Pleitos Civiles, Alonso Rodríguez (olvidados) Caja 0950.0001

373

No cabe duda de que el uso del apellido Quiroga por parte de Joaquín Melgarejo está



relacionado con el interés económico por el resultado de este pleito sobre las rentas del

patronazgo. El padre de Joaquín, Luis Melgarejo, como patrono del convento, intenta ya en 1768,

que los frailes le den cuentas de las rentas de las memorias pías que dejó establecidas el cardenal

Quiroga 


747

. A su muerte, será el hijo, que hereda el título del marquesado, el que se decide a

ejercer de patrón y reclamar las cuentas de los frailes, algo que no había podido conseguir su

padre, que debió de morir en 1775 . En este asunto empeñará 20 años, desvelándose en el

desarrollo del proceso dos o tres aspectos de la personalidad del marqués: su fuerza de carácter,

su persistencia, así como el desmedido  interés por el dinero y cierta falta de honestidad.

 

La obligación de llevar los libros viene de la escritura de aplicaciones de bienes, que



hicieron los testamentarios el 26 de julio de 1626, en donde se menciona que el convento ha de

tener libro encuadernado en papel de marquilla,  un inventario y memoria de todos los bienes y

rentas, así como las escrituras de los títulos y pertenencias.

Como se ha dicho, al principio no quedan claros los intereses de Melgarejo, aparentando

su preocupación como patrono en revisar las cuentas de los frailes pertenecientes a las Memorias

de Quiroga y convertirse en el valedor de las obras pías establecidas en las mismas, que según

su parecer no se están cumpliendo, pero pronto en el desarrollo del proceso podemos ver como

su fin último es hacerse cargo de todas las rentas del convento que durante los 141 años últimos

no se han empleado, como debía de haberse hecho. En este empeño por revisar  los libros de

cuentas subyace la oportunidad de administrar muchas de las posibles rentas conventuales, dentro

de la mentalidad de la época sobre los “tesoros” de los conventos y el acúmulo de propiedades,

en muchos casos no exenta de razón.

Veremos que la cuantificación de la deuda que finalmente se reclama “para su

administración” por parte del patrono sobrepasa los 8 millones de reales, de ahí el empeño del

mismo. Hay que tener en cuenta que estas rentas provenientes de Quiroga, aparte de lo que se

dotó al convento para las obras iniciales, suponen algo  más de las 3/4 partes de todas las

propiedades y rentas conventuales, como reconocen los frailes cuando abordan los gastos

originados por el pago del Subsidio y del Excusado.

Otro aspecto singular de este proceso es el hecho de que se pretende supervisar una

contabilidad que durante 141 años no se había llevado a cabo como tal, ya que los frailes , según

hemos podido ver en algunos de sus libros de cuentas que se conservan en el Archivo Histórico

Nacional, anotaban de forma conjunta estas rentas junto con el restos de gastos e ingresos

conventuales. Para realizar esta contabilidad piden un plazo de 2 meses por año fiscal, lo que se

traduce en un plazo de 20 años para su elaboración, plazo que efectivamente no fue admitido por

la Chancillería, que concedió un total de dos años. Otro de los argumentos que emplean los

frailes, prácticamente desde el inicio del proceso, es el de cuestionar la legitimidad del tribunal

laico sobre el eclesiástico, sin que este punto se aclare durante el desarrollo del mismo.

El pleito realmente se inicia con el padre de Joaquín, Luis Melgarejo, primer Marqués

del mismo título, al intentar de forma extrajudicial recabar  unas cuentas al convento, en el año

de 1768, que no se controlaban por los patronos desde el año de 1641 y sin que al parecer el



748

   A. P. A. C., Libro de protocolos de los papeles que se contienen en este archivo del convento de N. P. S. Agustín



de la villa de Madrigal, p, 40.

749


   Ibídem, p, 40 vº.

750


   Ibídem, p, 41.

374


Marqués obtuviese resultado alguno por parte de los frailes. 

En efecto, en este año de 1768, D. Antonio Martínez, apoderado de D. Luis Melgarejo

y Quiroga, patrono del convento en ese momento, escribió una carta al prior para reclamarle las

cuentas, reconviniéndole el que los frailes no cumplían con las pías memorias del señor Cardenal

a la que le contestó el prior, sin que el patrono se diese por satisfecho

748

 .  El marqués, mediante

un despacho del Provisor de Ávila, requirió que en un plazo de 15 días presentasen en dicho

tribunal las cuentas mencionadas, pero el prior, ante notario, expresó que el convento no se

negaba a facilitar estos datos pero que en todo caso, según las escrituras de fundación, los

tribunales competentes para entender en tal asunto eran los eclesiásticos de Madrid o Ávila. Por

este motivo, en otra carta del prior, se le hace saber al patrono que se le invitaba a venir

personalmente al convento para tomar estas cuentas y registrar dicha fábrica, como se dispone

en la donación, recordándole que el convento le está pagando anualmente los 1.200 ducados de

renta. En esta misma carta el prior le recuerda el orden que tienen que guardar las cargas

derivadas de las pías memorias: en primer lugar 

“...que se haga y mantenga una fábrica lo más sumptuosa y magnífica que haia en estas

comarcas, assí en punto de retablos, altares de yglesia, como en adorno de sachristía y librería

de comunidad...”

749

.

En segundo lugar,  mantener 30 religiosos, 15 de ellos sacerdotes lectores, confesores y



predicadores. En tercero, la aplicación por el alma del señor cardenal de  más de 3.000 misas

anuales, por las que el convento podía cobrar 37 reales cada una. En cuarto, que el día de Reyes,

por ser el de su nacimiento, se hiciese procesión claustral, misa solemne y responso cantado; el

20 de julio, su aniversario solemne, con vigilia, misa y responso con campanas; y el 20 de

noviembre, el día que falleció Quiroga, vigilia, misa, sermón y responso, todo lo cual cumplían

los frailes, según explica el prior. Y que, solamente con estas cargas, no alcanzaban las rentas

que ahora mismo se cobraban de los juros, censos y de la dehesa de Fuente el Caño. 

En quinto y sucesivos, se pagaba 1200 ducados al patrón, 882 reales al prior, 100 ducados

al cabildo, beneficiados, corregidor y regidores, por la asistencia a las dos fiestas de 6 de enero

y 20 de noviembre. Además, el convento contribuía con 1000 ducados al capítulo provincial y

con otra cantidad similar para la parienta de sangre, dejando estos pagos sujetos a las posibles

rebajas o pérdidas de valor de las rentas que se cedieron al convento, recordando el prior como,

desde el año de 1727, se han rebajado los intereses a un 3 % y que otras rentas prometidas nunca

se llegaron a manos de los agustinos, por lo que en conjunto, lo que al presente se cobra, no

alcanza para las mencionadas cargas

750

.

El patrono, con esta contestación del prior, excusó su presencia en Madrigal alegando



razones de edad y salud y retirando la instancia puesta en Ávila. Esto sirvió para que los frailes

comenzasen a interesarse por la formación y seguimiento de estos libros de cuentas, que deberían

de haberse iniciado en 1640, tras las últimas cuentas dadas ese año a D. Alonso de Quiroga:


751

   A. P. A. C., Carpeta azul, s.f.

752

   A. CH. V., Fondo Sección Pleitos Civiles, Alonso Rodríguez (olvidados) Caja 0950.0001. Este pedimento de las



cuentas se hace a través del doctor Juan Rodríguez de Varahona, de la iglesia de San Nicolás.

375


“ En la villa de Madrid, a veynte y ocho días del mes de diciembre de mill y seiscientos y

quarenta, ante mi el escrivano ynfrescripto paresció presente don Alonso de Quiroga y Guzman,

residente en esta corte, patrono que es de las memorias y obras pías que dejó y fundó el

eminentísimo señor don Gaspar de Quiroga, arçobispo que fue de Toledo, y dijo y otorgó aver

rescivido del padre fray Juan de la Cruz, prior del monasterio de San Agustín de la villa de

Madrigal, seiscientos ducados que le a dado y pagado por mano de Francisco de Solís por la

paga de Navidad del año pasado de mill y seiscientos y treynta y ocho, de los mill y ducientos

ducados que dicho conbento le paga an cada un año como tal patrón de las dichas memorias.

Y de los dichos seiscientos ducados se dio y otorgó por vien contento  y pagado a toda su

voluntad por los aver rescivido en dinero de contado ...... y de ellos tengo carta de pago en forma

ante mi el ecrivano , siendo testigo Francisco Borxa y Alonso de Llamas y Francisco Fernández,

estantes en esta villa y el otorgante que doy fe conozco lo firmó don Alonso de Quiroga ante mi

Juan Bernardo....”

751

.

En efecto, la última vez que se había aprobado la administración de las rentas



provenientes de las Memorias y Obras Pías de Quiroga había sido en noviembre de 1640, por

D. Alonso de Quiroga, a la sazón patrono del convento, quien  solicitó a través del párroco de

San Nicolás al prior de los agustinos, fray Juan de la Cruz, para que le diese cuenta de las

mismas, el cual las remite informando de todas las rentas que no se habían podido cobrar por

quiebra de los arrendadores de las salinas y de como S.M. había usado lo que se cobró de la

Cámara Apostólica. El saldo favorable de 12.562.340 mrs, descontando las cargas y  las obras

que todavía se están llevando a cabo en los remates del claustro y escalera, no se han cobrado en

su totalidad por las razones mencionadas 



Download 3.97 Mb.

Do'stlaringiz bilan baham:
1   ...   48   49   50   51   52   53   54   55   ...   70




Ma'lumotlar bazasi mualliflik huquqi bilan himoyalangan ©fayllar.org 2024
ma'muriyatiga murojaat qiling